POV Razie
6:35 am
Por fin se habían acabado las vacaciones, ya no sabía cómo se sentía en mi rostro el cálido sol de la mañana. Me había levantado súper temprano e hice el desayuno a Loui, mi padre…
Se siente incomodo llamarlo así, jamás lo considere un padre. Sinceramente…lo quería muerto. si, es un poco fuerte el como suena fuera de contexto, uno que lamentablemente solo yo sabía.
Tenía clase a las 8 am pero no perdería la oportunidad de sentirme sola un momento. Caminaba lento, perdida en mis pensamientos, buscando excusas para los próximos meses de cómo quedarme afuera más tiempo. Tal vez el unirme a algún club de estudio o algún curso. Estar en aquella casa era agotador, tortuoso e incomodo. Me estaba provocando una ansiedad aún mayor de la que normalmente me costaba soportar.
Sacudí mi cabeza, no debería pensar en nada si todos mis pensamientos se irían a un solo lugar pero… ¿Quién controla su propia mente? ¿Existe alguien tan poderoso? Yo ni siquiera me percataba cuando pasaba y tal vez esa era la razón de muchas de mis heridas tanto física como mentales.
Mierda...estaba jodida.
Llegue un poco feliz a la gran escuela de mi pueblo, me quede parada admirando la que ha sido mi escape durante estos años y avance rumbo a sus grandes puertas abiertas para mi. Mi casillero estaba casi a la mitad del pasillo y fui a el casi dando saltitos. Tontamente olvide algo importante antes de las vacaciones y cada día pensaba en ello. Saque de allí mi diario y lo abrace disimuladamente y lo abrí. No era un diario donde escribía mis mas profundos sentimientos, no. Era un en el cual a veces escribía códigos para el sistema de seguridad informático en el cual estaba trabajando desde hace años y aun no podía aplicar ya que no tenía una laptop donde aplicarlo. Solía hacerlo con la de mi mejor amigo, Jay. Pero solo no acepte por miedo a Loui.
-¡oye!- salte del susto y mire a Jay respirando con dificultad- lo siento- lo escuche reir mientras me abrazaba con fuerza- dios, me alegra tanto verte.
-hola.
-estas mas grande, siento que fueron años- rei y negué. El me soltó y me detallo algo que me hacía bajar la cabeza con vergüenza incomprendida- mírate, solo un año más y volaras lejos, mi pequeña ave.
-oye, no lo digas en voz alta.
-¿crees que el tipo tiene súper oídos?
-yo que sé, pero solo el que lo digas me da escalofríos.
-no es eso lo que te debería dar escalofríos. – desvié la mirada y me recosté contra el casillero-ya, lo arruine y solo es el primer día- golpeo su frente y se recostó junto a mi admirando a cada alumno que pasaba.
-estar sola hizo que pensara más.
-¿más? Eso es imposible.
-pues paso- baje mi vista y susurre- mi madre me tortura cada noche en sueños ¿crees que Loui lo hará?
-en mi opinión es mejor que lo haga en tus sueños y no en la vida real.
-no puedo matarlo en mi cabeza.
-oh, si que puedes- se posicionó delante y me sonrió- mi querida, hoy es el primer dia del resto de tu vida. Busca un reloj y coloca la cuenta regresiva ya que este año cumples 18 y aunque se que me va a doler toda la vida jamás volver a verte se que es por tu felicidad la cual ya mereces desde hace rato.- se acerco y beso mi mejilla- solo un año más y tu volaras lejos.
Sonreí pero el resto del día fue como los demás años. Me apague, no escuchaba nada, solo miraba al frente sintiendo mi cabeza doler de todo el ruido que hacía. Jamás nada en específico pero jamás nada incoherente. ¿Tiene sentido? La mente es un árbol, tiene solo un tronco pero miles de ramas que se crean infinitamente en mi. Eso es lo que logra un solo acontecimiento, un solo pensamiento, un solo sentimiento. Lo desata, lo fragmenta y me consume. No puedo ser la única y eso solo me entristece.
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Donde Los Cielos Se Tocan
Teen Fiction¿Que tan fuerte debe ser el amor por alguien como para planear la muerte de su tormento diario? Solo con mirar sus ojos quedo flechada por aquella pelirroja qué parecía solo querer desaparecer y como si el destino las uniera con fuerza ambas se sume...