Donde Los Cielos Se Tocan

capitulo 13

Días después

POV Razie

Había salido al centro comercial, sola. Caminaba un poco tímida por los pasillos pero veía con atención aquel lugar que una vez de pequeña visite. Entre ya sabiendo a donde ir y sonreía a la encargada.

-hola, buenas tardes- salude y ella se acerco sonriente.

-querida, ¿Cómo estas? –Paso un brazo por mi hombro y caminamos juntas a su oficina- eres bastante puntual ¿no?

-si- dije con una sonrisa y ella me ofreció asiento.

-quedo realmente hermosa- busco aquella pequeña joya y me la entrego- ¿Qué tal?

-hermosa- mis ojos se iluminaron, era perfecta, a mi me parecía perfecta.

-¿verdad que si?- tomó asiento en su silla y reia por la manera en que me perdí en aquella pequeña cadena tan hermosamente tallada. – es de unos 15kilates, bañada en oro puro y tal cual la pediste. El depósito ya lo confirme asi que es tuya por completo. – Negó- pero debo suponer que no es para ti-negué y sentí mis mejillas arder- oh, un novio.- negué de nuevo y baje mi rostro.

-e-es…

-¿una novia?- asentí- oh, le va a encantar querida a nosotras nos gusta este tipo de cosas, nos fascinan. Es mucho mejor una novia, nos entendemos mas- rio y negó de nuevo- no, es mentira, aun me cuesta a veces entender a mi amada Tina.

Me hablo y me aconsejo mucho sobre las relaciones, le dije que ella no era mi novia, que nunca nos etiquetamos y que aunque no hacia falta ella me insistió en aclarar nuestra relación. Dijo que experimentar la sensación de llamarla “novia” era increíble y la verdad si me gusta el termino. Me hablo sobre el amor joven, sobre como muchos los llaman “amores pasajeros de juventud” que ignorara cada palabra y solo me concentrada en nosotras ya que a su esposa y ella les había pasado, muchos intentaron separarlas, acabar con todo su amor pero aquel “amor joven pasajero” se convirtió en “el amor eterno”. Eran más de 50 años juntas y aun se amaban, aún se apreciaban, aun querían estar juntas en la siguiente vida.

Camine a casa con aquel detalle en el bolsillo trasero.  Era el cumpleaños de Lorie y quería darle algo realmente significativo. Toque mi cuello y sentí en el aquella cadena de oro que creí perdida, me la había quitado Loui cuando entre a rehabilitación. Era una pequeña cadena con una estrella, eso significaba su nombre, Stella era “estrella” y me había encantado. En mi cumpleaños 9 ella me llevo a aquella joyería, una semana después la retiramos, jamás me la quitaba, me encantaba. Ahora al recuperarla la sentía conmigo nuevamente, estaba feliz y solo esperaba que mi felicidad durara.

Llegué a la casa de Lorie y estaban afuera organizando una parrillada. Ella me saludo solo con un abrazo y beso mi mejilla para luego ir a ayudar a su padre. Jay estaba junto a los 3 chicos que ahora eran nuestros amigos, uno de ellos al cual le dispararon aun usaba muleta y aun asi insistía en ayudar. solo me senté a observar todo mientras pensaba la manera de darle mi regalo. Solo de pensar en ello me ponía nerviosa, tanto que bajaba y subía mi pie una y otra vez, frotaba mis manos y la espera me desesperaba un poco.

-¿lo tienes?- pregunto Jay y me abrazo a modo de saludo.

-si, está en mi bolsillo.

-¿Qué no te dan una cajita?- frunció el ceño y yo rei- la tiraste- adivinó ya conociéndome.

-no me gustó.

-ay, Raz. – negó pero igual rio, el me entendía – bueno dásela ya, ni siquiera le has dicho feliz cumpleaños.

-esque…- frote mis manos con nerviosismo.

- anda, llámala adentro y yo los mantengo aquí afuera. Hasta pueden subir por si….