Girls like singers ✔️ [Singers #1]

20. Los teletubbies

Cuando las manos de Kyle aprietan mi cintura con delicadeza siento que una descarga eléctrica atraviesa todo mi cuerpo. El piano empieza a entonar una lenta melodía a la que luego van sumándose el resto de instrumentos. A pesar de que estamos rodeados de más parejas que bailan a nuestro lado, tengo la sensación de que estamos solos. Sus dedos acarician la piel de mi espalda que queda desnuda debido al escote del vestido. Bailamos pegados, despacio, dudo mucho incluso que esto se considere bailar. Nos limitamos a movernos lento, a rozar el cuerpo del otro con cada paso de baile. Me hace girar despacio, cuando mi mano está a punto de soltar la suya vuelve a cogerme con fuerza entre sus brazos. Descanso la cabeza en su hombro. Cierro los ojos y memorizo el olor de su colonia, las cosquillas de su barba de un par de días cuando me besa el cuello.

—¿Estás disfrutando? —me pregunta con voz ronca.

—Ahora sí —contesto sonriendo—. ¿Has podido solucionar lo de Britt?

Él asiente y me deja caer muy despacio hacia atrás, al tiempo que sus labios acarician mi cuello dejándome sin respiración. Me incorpora con fuerza, nuestras caras quedan a escasos centímetros de distancia. No puedo apartar la mirada de sus profundos ojos azules que poco a poco se van oscureciendo.

—¿Estás bien? —le pregunto.

—No he estado mejor en toda mi vida —contesta al tiempo que me da un largo y profundo beso en los labios. Cuando se separa de mí, la tormenta ha desaparecido de sus ojos—. Ven a mi casa. Este fin de semana. Pásalo conmigo.

—No —contesto con una sonrisa divertida.

—¿Por qué no? ¿Qué puedes perder?

¿Mi virginidad, por ejemplo?

—Creo que es demasiado pronto —digo en su lugar.

—Solo quiero estar contigo. No haré nada que tú no quieras, lo prometo.

—Ese es el problema, que si es contigo querré hacer cualquier cosa —respondo sin poder dejar de sonreír.

—No le veo el lado negativo —comenta burlón.

—Kyle...

—Vale, no haremos nada. Quieras o no. Decido. Si no quieres todo el fin de semana, dame un día. El domingo. Te recojo pronto, te invito a desayunar y pasamos el día juntos. ¿Trato hecho?

Suelto un pequeño suspiro.

—No me gustan las tortitas —digo despacio—, pero me pierden los gofres.

Él sonríe de medio lado.

—Me lo tomaré como un sí.