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El maestro solo los miró, hasta que decidió hablar

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El maestro solo los miró, hasta que decidió hablar. -¿Todos están bien?

Todos los chicos bajaron la guardia y asintieron, tenían suerte de tener un adulto que pudiera ayudarlos.

-¿Y usted? ¿No lo han mordido?- Gyeong-su le preguntó al maestro.

-No. Por supuesto que no. Estoy bien- respondió el profesor con cansancio. -Hey chicos. Cerremos la puerta- ordenó a los chicos y comenzó a mover una mesa. -Está bien. Vamos a mover esto.

Todos comenzaron a mover las mesas y sillas para bloquear las puertas, Mi-yeon llevaba una mesa para bloquear la puerta.

-Déjame ayudarte- le dijo Woo-jin a la chica agarrando la mesa.

-Gracias, pero puedo hacerlo sola- respondió Mi-yeon y luego puso la mesa, Woo-jin no se rendiría fácilmente.

Vio que ella agarró otra mesa, que la iba a poner encima. -Tengo muchas ganas de ayudarte, podrías lastimarte- Woo-jin la miró esperando su respuesta.

Mi-yeon resopló en señal de rendición. -Está bien, gracias- dejó que el chico la ayudara, puso la mesa encima de otra, la chica comenzó a colocar sillas.

Todos hacen ruido cuando mueven las mesas que eran las más pesadas. El maestro siguió ordenando a los niños que bloquearan la puerta, hasta que On-jo gritó.

-¡Le mordieron el brazo!- Su grito se escuchó en toda la clase.

Todos dejaron de mover las mesas y miraron al profesor, hasta que vieron que sí tenía una marca de mordedura en el antebrazo derecho.

-No es una mordida- negó el profesor.

-Dijo que no fue mordido- Gyeong-su se preocupó.

-¡No!- comenzó a cubrir su brazo con la manga de su chaqueta. -No me mordieron.

-Es una mordida- dijo On-jo con miedo.

-Dije que no me mordieron. No me respondan- seguía negando la profesora.

-¿De verdad lo mordieron?-

-¡No! ¿Cuántas veces tengo que decirlo?- el maestro se enojó aún más.

-¿Y por qué lo esconde? Solo muéstrenos- dijo I-sak, acercándose a él. -¿Puede irse?

¿Qué?- preguntó el profesor incrédulo.

-Largo- le dijo I-sak.

-¿Quieres que salga? ¿Después de lo que me costó llegar aquí?- el profesor le preguntó a I-sak, nadie se movió.

-Lo mordieron. Salga- le ordenó al mayor, pero este no se movió. -¡Salga!

-Perra. ¿Cómo le gritas a un maestro?- el maestro se enojó más y comenzó a acercarse a la niña. -Mocosa... Ven aquí. ¡Ven aquí!- le ordenó. -¿No quieres venir? Oye- trató de acercarse a la chica, que estaba siendo jalada por On-jo.

Los demás se alarmaron y comenzaron a acercarse a las dos amigas para protegerlas, todos se quedaron quietos al ver que la nariz del profesor empezaba a sangrar.

El profesor se dio la vuelta para evitar que le sangrara la nariz, On-jo tomó una mochila y golpeó al profesor en la cabeza, lo cual no funcionó, el profesor seguía de pie, se volvió para mirar a On-jo enojado, Cheong-san caminó hacia ella y tomó su mano para protegerla.

-¿Estás loca?- iba a acercarse a On-jo para abofetearlo, pero se derrumbó en el suelo.

Todos miraron al maestro que estaba en el suelo sin respirar, de repente sus huesos comenzaron a crujir.

-¿No deberíamos irnos?- Gyeong-su preguntó preocupado mientras protegía a Mi-yeon.

-Se está convirtiendo.

Todos estaban asustados, el que era su profesor de gimnasia, se estaba convirtiendo en uno de esos monstruos de afuera, su cuerpo se retorcía y sus huesos crujían. Na-yeon estaba asustada en un rincón de la habitación.

El profesor comenzó a gruñir como una bestia, cuando terminó su transformación, se levantó y corrió hacia Min-ji derribándola, Dae-su agarró al profesor por detrás y lo tiró al otro lado de la habitación, pero era demasiado tarde, el profesor ya había mordido a Min-ji en el labio.

-Min-ji...- Dae-su la miró con tristeza.

-Dae-su. ¿Qué debo hacer?- le preguntó a su amiga con los ojos llorosos. -No me quiero morir- nadie pudo hacer nada por la pobre niña, su destino ya está escrito.

El zombi o el cuerpo del profesor se levantó para atacar de nuevo y corrió hacia donde estaban Su-hyeok y los demás, milagrosamente lograron esquivar al zombi, Su-hyeok comenzó a pelear con el zombi, los demás se escondieron en las esquinas del aula.

Su-hyeok logró derribar al zombi, Cheong-san tomó una mesa y clavó al zombi contra la pared, ese monstruo tenía más fuerza que el niño, Gyeong-su rápidamente se acercó a su mejor amigo para ayudarlo a empujar la mesa, de modo que el zombi no escapará.

-No quiero morir. Ayúdame- Min-ji estaba asustada, ya no se podía hacer nada.

Na-yeon se arrastró hacia la puerta, comenzó a despejar las mesas para escapar, Min-ji con dificultad se levantó para ir a la puerta donde estaba Na-yeon, Min-ji quería irse para no lastimar a nadie.

-Aléjate. Aléjate de mí. ¡Aléjate!- Na-yeon pateó a Min-ji lejos de ella, dejándola en el suelo.

Los huesos de Min-ji comenzaron a crujir, indicando que se transformaría, estando en el suelo se arrastró hasta donde estaba Dae-su, para que él pudiera ayudarla, pero no lo logró, se desplomó, soltó un grito mientras se retorcía, cuando ella se levantó y corrió hacia Dae-su, el chico logró agarrarla evitando que lo mordiera.

-Basta, Min-ji. Reacciona. Por favor- Dae-su le rogó a su amiga mientras intentaba no llorar, ya no era su amiga, ya estaba muerta, ya no lo estaba, se convirtió en zombie.

-Tenemos que salir- dijo Su-hyeok y corrió hacia la puerta donde estaba Na-yeon para ayudarla a quitar las mesas que bloqueaban la puerta. -Vamos.

Todos se fueron, Mi-yeon se quedó en la puerta esperando a Gyeong-su, quien todavía estaba con Cheong-san. Dae-su empujó a Min-ji al otro lado del salón de clases y salió.

-¡Gyeong-su!- Mi-yeon gritó el nombre del chico, él la miró.

Cheong-san y Gyeong-su empujaron al zombi junto con la mesa para irse, Gyeong-su tomó la mano de Mi-yeon y corrieron por el pasillo, Cheong-san y Su-hyeon salieron, este último cerró la puerta del salón de clases, dejando a los dos infectados allí.

Cheong-san y Gyeong-su empujaron al zombi junto con la mesa para irse, Gyeong-su tomó la mano de Mi-yeon y corrieron por el pasillo, Cheong-san y Su-hyeon salieron, este último cerró la puerta del salón de clases, dejando a los dos infectados allí

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𝐓𝐑𝐀𝐈𝐓𝐎𝐑; all of us are deadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora