16.Especial: Chispa🔥

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No podía dormir.

Estaba cansado pero cada que cerraba los ojos en su cabeza se repetían las palabras de San, anunciándoles a él y a Krist que colgaría la sotana.
 
San se había enamorado. 

Mike  había pasado los últimos días evitando hablar del tema con su amigo, para no incomodarlo. Estaba confundido y quizá si trataba de aconsejarlo las cosas no resultarían bien. Esa noche, tras dar vueltas en la cama durante casi dos horas, decidió que bajaría a terminar de arreglar los libros en los estantes de la biblioteca de uno de los cuartos subterráneos. Por la tarde había terminado de reemplazar las bombillas de los túneles así que no creía que fuera necesario llevar una linterna, pero aun así tomo una de bolsillo y se encaminó al lugar.

Cuando se interesó en los túneles, comenzó a leer un poco más acerca de la historia de la iglesia y la congregación. El área donde ahora funcionaba el albergue, hace más de un siglo había sido un convento que estaba separado de la parroquia por un alto muro, pero se conectaba por uno de los túneles que daba a una especie de cuartos subterráneos. Y justamente algunos de los manuscritos más antiguos que leyó, trataban acerca de las relaciones entre sacerdotes y monjas (ya fuera que se enamoraran o simplemente por aplacar el deseo carnal) y sus clandestinos encuentros en esos túneles. 

San no estaba cometiendo un pecado, se había enamorado y aunque no fuera de una mujer, él no estaba haciendo nada a escondidas, había decidido terminar sus nexos con la iglesia, antes de intentar actuar como una persona común que merece amar y ser amado.

Toda la situación con San le estaba inquietando, deseaba mucho ordenarse como sacerdote, pero no podía saber que pasaría en su vida en el futuro. Quizá como San, podría encontrar el amor cuando menos lo imaginara, o bien podría ser que toda la vida fuera feliz sirviendo a Dios y al prójimo. El futuro no estaba escrito, y ni siquiera podía tener certeza de lo que pasaría al salir el sol... o en este caso, cuando cayera la noche.

***
Se sentía electrizado. Joder, la única vez que se había sentido así de vivo, tan lleno de adrenalina, fue cuando por primera vez acudió a un rescate de emergencia. Había s ido en un estadio en el cual se llevaba a cabo un concierto. Miles de personas corrían de un lado a otro haciendo un descomunal desorden y él subió al escenario, tomó el micrófono y empezó a cantar. 

El fuego había iniciado debido a un mal uso de los dispositivos de efectos especiales (ráfagas de fuego). No había sido algo muy grande pero la banda se asustó y todos los integrantes, incluyendo el soporte técnico, salieron rápidamente del lugar, entonces a él —con el micrófono en mano— no se le ocurrió mejor idea que comenzar a cantar como todo un rockstar. Las personas fueron calmándose, la banda volvió a subir a escena acompañándolo hasta que terminó de entonar su canción. 

De eso habían pasado casi diez años y aunque parecía una eternidad, la sensación que creyó nunca volvería a experimentar, estaba ahí... otra vez, y era una emoción que invadía todo su ser. El corazón le latía tan rápido que pensaba que podría estallar dentro de su tórax. Cada palabra resonaba en su cabeza y cuanto más avanzaba y más clara se volvía la voz, más rápido quería al lugar del cual provenía. Era algo tan raro que pudiera oírlo, pero sin embargo lo hacía. Maldición, no era lo mismo de hace años, pero había algo con esa dulce voz que lo atraía como a la abeja el panal, eso le resultaba fascinante a pesar de las circunstancias.

TopTap se sintió sofocado, pero estaba como hipnotizado, no se había percatado del olor a gas que se sentía en los subterráneos porque llevaba puesta la máscara de oxígeno, no había una ráfaga de viento por ningún lado, pero eso tampoco lo había notado aún. Sabía que debía esperar a sus compañeros, pero a la vez también se sentía atraído por aquella melodiosa voz. Necesitaba llegar a donde estaba y conocer al dueño.

Fuego en el Corazón  <<KristSingto<< Adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora