Cap 1

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Julián
Me Llamo Julián, desde que tengo memoria no recuerdo más que los insultos de mi madre hacía mi, a pesar de haber nacido como alfa ellas me culpa por todos sus males, nunca supe la razón o la causa de su odio; sin embargo, siempre intenté hacer que se sienta orgullosa de mi, estudiaba sin descanso para sacar las mejores notas y así tal vez pueda tener un poco de su aceptación hacia mi, pero siempre recibo miradas desinteresadas.

Mi madre es una alfa así que le resultó fácil ocupar un cargo de oficinista en una empresa, su paga sería suficiente para pagar los gastos de la casa y mi colegió, pero todo el dinero lo va gastando en su alcohol, a penas si alcanza para los gastos de la casa y a puras penas mi matrícula, agradecí estudiar en un colegio  La nacional, para pagar mis útiles trabajo en una tienda de medio tiempo y así poder reunión dinero para los materiales del colegio y los útiles, una de las ventajas de ser alfa es que me aceptaron muy rápido en una cafetería para ser camarero.

Actualmente vivo en Italia, en una zona muy tranquila a decir verdad, mi vida escolar es muy tranquila y con las notas obtenidas podré ingresar a una buena universidad, aprendí el inglés por ser un idioma esencial, tengo amigos en la universidad, pero hay un pequeño defecto conmigo desde que era bebé, mi olfato es demasiado agudo así que no resisto el aroma de las feromonas alfas, las feromonas de los omegas puedo tolerarlos ya que ellos no desprenden un aroma tan fuerte aparte de ser más suaves que los de los alfas, tengo una mascarilla hecha especialmente para evitar que las feromonas me afecten, gracias a ella puedo respirar normal y convivir como otros, fue gracias a un pequeño incidente que mi mamá me llevó a un doctor y a regañadientes compro la mascarilla.
————————————————————————La alarma empezó a sonar, levante mi mano perezosamente para apagar la alarma, me levante, me dirigí al baño para hacer mis necesidades y asearme, una vez listo prepare mis cosas para el colegio, baje a la cocina para hacer mi desayuno y el de mi madre, ella entra más tarde a trabajar, una vez terminado tome el mío y me dirigí al colegio, ya en la calle fui directo al colegio, ya estoy en mi último año que está por acabar, solo nos falta dos meses para acabar el colegio por lo que todos estamos al tope con los trabajos que los profesores nos dejan.

"Hoy iba a ser un día normal como otros, pero no sabía lo que me esperaba"

Llegue al colegio y entre a mi salón para esperar al profesor de comunicación, mayormente me sentaba cerca de los betas u omegas ya que era más cómodo, todos mis compañeros terminaron de entrar y las clases iniciaron, los profesores no me dicen nada de mi mascarilla ya que saben mi condición.

- Muy bien alumnos, para esta última parte del ciclo escolar harán un trabajo en grupo que será entregado para poco antes que termine el ciclo, este trabajo será la mitad de su nota, quiero que me hagan un informe sobre cualquier tema.- se quedó un rato en silencio y continuo- bien seré yo quien elija los grupos.

Pude escuchar como la mayoría se quejó, pero para mi era mejor ya que no tenía amigos y ni sabía con quienes podría hacer el trabajo, el profesor empezó a llamar una lista que serían los grupos, a mi me tocó con 3 alfas (Alex, Richard, Tom), son un grupo de alfas bien respetados, aparte de ser los deportistas número uno del colegio, pero también son matones con los que uno no quisiera meterse, bueno que más da, trabajo es trabajo. El resto del día paso con normalidad, cuando tocaron la salida me dirigí a ellos para poder coordinar el trabajo.

- Buenas tardes, ¿como vamos a hacer el trabajo? y ¿que tema elegiremos?- pregunte, ellos voltearon a verme muy relajados.

- ¿Que no falta mucho para entregar el trabajo?- Me respondió Alex, la cabecilla del grupo.

- Si, pero pensaba que si lo hacíamos lo antes posible no evitaríamos el acumularnos tarea

- Tiene un buen punto Alex, deberíamos hacerle caso- esta ves hablo Richard y seguido de él Tom.

- Yo también estoy de acuerdo Alex, no quiero estar acumulado para el fin de año

- Bueno, tienen razón chicos - su respuesta me sorprendió un poco, creí que sería más difícil convencerlos, pero parece que no.

- Eso es genial, cuando empezamos- dije un poco feliz.

- Te parece este viernes por la tarde, y por si nos tardamos mucho, ¿podríamos hacerlo en tu casa?, de esta forma estemos más cómodos- lo medite un poco, podría pedir permiso a mi jefe para que me dé el día libre, aparte  de que mi mamá trabajara toda la tarde hasta el día siguiente.

- Mmm, y qué hay de sus casas.

- En las nuestras no se puede, quedan muy lejos la una de la otra, la tuya es la más cercana a todas.- La excusa era un poco rara pero decido pasarlo por alto.

- Esta bien, entonces en mi casa a las 5:30 pm el día viernes.- asintieron y se fueron despidiéndose con la mano.

Vi mi hora y me tenia poco tiempo para llegar a mi trabajo, fui corriendo por toda la calle hasta llegar al café en el que trabajo, lastimosamente mi resistencia física no es buena ya que no hago ejercicios, pero eso no significa que ir tenga mal cuerpo.

Fui corriendo a entrar a la sala donde anotamos nuestra entrada y me aliste rápido con mi atuendo de camarero, apenas llegue a tiempo, pero me tranquilicé y empecé a atender las mesas.

- ¿Por que llegas tarde hoy Julián?- me pregunto Clara una camarera omega que trabaja junto conmigo.

- Tuve que organizarme con unos compañeros para un trabajo en grupo.

- oh vaya, ¿este es tu último año no?- asentí con la cabeza cuando en eso escucho a la cosieron tocar el timbre para que vayamos por los pedidos.

Así estuve toda la tarde, salgo del colegio a las 3:00 y mi trabajo comienza de 4 a 10 de la noche, espere ansioso a la hora de la salida para hablar con mi jefe, hasta que la hora ansiada llego, inmediatamente me dirigía a la oficina del jefe, un hombre de la tercera edad que se verá serio por fuera, pero un hombre muy cálido por dentro.

- Buenas noches Jefe, ¿puedo pasar?- pregunte mientras tocaba la puerta.

- Adelante, ¿dime que deseas?- me pregunto con una mirada seria, me paré frente a él y respiré hondo.

- Quería saber si el viernes puedo tomar el día libre por favor, tengo trabajo con mis compañeros del colegio- me miro para analizar mis palabras y respondió.

- Esta bien, tendrás el viernes permiso, pero el domingo que era tu día libre cojeras el turno de la mañana, entendido

-Si jefe, muchas gracias- acento muy feliz.

- No hay de que jovencito, dedícate a estudiar.

Salí de la oficina del jefe muy feliz y me dirigí a mi casa.

- ¡Ya llegue!- avise y vi a mi mamá en el sillón de la sala con una botella de ron a su lado y un vaso lleno en su mano "otra vez volvió a tomar"

Ella ni siquiera volteó a mirarme, solo se concentró en mirar la tele, lo mismo de siempre, pero era mejor que cuando se la pasaba gritándome o insultándome.

Subí a mi cuarto y empece a hacer mis tareas dejadas por el colegio, también busqué opción de temas para el trabajo y antes de que olvidara les mande la ubicación de mi casa a mis compañeros.

Aparte del trabajo, la rutina era igual, hoy era martes por lo que la semana pasó con mucha normalidad y la misma rutina hasta el día viernes.

Debí prestar más atención a las miradas cómplices que se mandaban mis compañeros, las miradas de complicidad que eran dirigidos a mi.

Dignidad del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora