Cap 7

335 31 2
                                    

Julián

La mañana llega y con él un nuevo día, desperté temprano en la mañana, no podía dormir completamente en toda la noche, mire mi reloj y eran la 6:16 de la mañana, decidí levantarme e irme a duchar, sinceramente estaba un poco emocionado, quería utilizar los productos del baño, había dos tipos de ducha, uno tipo regadera y el otro era tina, decidí entrar en la tina, una vez llena de agua tibia y me metí, sentir como el agua caliente se topaba con mi cuerpo fue una de las cosas más refrescantes, me hundí un rato en el agua relajando mi cuerpo, sentí que este era el lugar mas pacifico de mi vida, pero no podía tardar mucho, me bañe con los champús, acondicionadores y jabones, una vez termine me cambie, no era como otros alfas que le gustaba mostrar su físico y masculinidad alfa con ropa que muestre sus cuerpos trabajados.La puerta fue tocada, me coloque la polera ya que la mañana era fría y salí para ver quien era.

- Joven Julián, le aviso que el desayuno ya está listo- la señorita era muy formal y su postura era tensa- también le comunico que el chófer estará listo para listo a las 8:30 para llevarlo a la cita con el doctor.

- No tiene que ser tan formal, puede llamarme solo  Julián por favor- la señorita solo me ignoro.

- Le guiare al comedor, sígame por favor- le seguí en silencio, cuando llegamos al comedor me sorprendí por lo grande de la mesa, en ella había tres asientos alistados, dos ya estaban ocupadas por mi padre y Gael, me senté en la desocupada y comenzamos a desayunar, el ambiente era silencioso.

Una vez terminamos, el primero en irse fue mi padre, después Gael y finalmente yo, fui a mi cuarto a alistarme, ya hiban a ser las 8:40 am, solo guarde en mi mochila algunas monedas que tenía en mis ahorros, fui donde me indicaron, en la puerta ya me esperaba el señor, me acerque y me abrió la puerta para que ingrese adentro, en el camino hacia la clínica admire mejor la calles, los edificios eran gigantes, las calles eran un río de gente, una vez paró el coche supuse que llegamos, al ingresar a la clínica di mi nombre y la hora de la cita, el chófer dijo que vendría a recogerme cuando termine por lo que me dio su numero para llamarle cuando salga, cuando llegue a la dirección indicada toque la puerta, escuche un "pase" al otro lado.

- Buenos días doctor.

- O, Julián verdad, buenos días, soy el doctor Arnold  te estaba esperando, según lo que me indicaron eres sensible a las feromonas- se veía amable, me señalo en dirección a dos asientos con una mesita en medio- siéntate por favor- hice caso a su indicación y tome asiento- ahora dime tus síntomas al oler las feromonas.

- Bueno, cuando no son tan fuertes me causan mareos y dolor de cabeza, pero cuando el ambiente está cargado de ellas siento como si un nudo estuviera en mi cuello y no puedo respirar, me lleva al punto de la asfixia.

- ¿Y, te sucede con los alfas y omegas por igual?

- No, solo con los alfas, de los omegas puedo tolerar un poco, pero si es demasiado hacen que quiera vomitar.

-  Te haremos exámenes, los resultados saldrán en 30 minutos y veremos qué es lo que te pasa.

Me llevo a otra sala donde me hizo quitar mi mascarilla y poner una bata blanca, me eche en una camilla donde me inmovilizaron, pase a través de la máquina que parecía túnel, estuve un buen rato ahí, analizaron y me hicieron preguntas de si tube una caída de pequeño o un golpe directo en la nariz, después de los chequeo y hacerme análisis, me hicieron sentar en una sala, mientras el tiempo pasaba, decidí jugar juegos en mi celular.

Justo como dijo el doctor, 30 minutos después me llamó otra vez a su oficina, me senté en la silla mientra miraba como revisaba unos papeles que tenía en la mano.

- No encontramos nada malo, ¿a qué edad comenzó este problema?

- Cuanto cumplí 5 años, el doctor dijo que era intolerante y desde ahí mi mamá me consiguió una mascarilla especial que solo me la quito cuando es absolutamente necesario.

- Eso explica mucho, Julián, no encontramos nada porque no tienes nada, sin embargo al utilizar la mascarilla casi las 24 horas del día, causó que tu olfato se atrofiara más, la zona que nos permite captar las feromonas están sensibles, por lo que tendremos que acostumbrarte una vez más a que cojas tolerancia a la feromonas.

- ¿Ese tratamiento me curará totalmente?- pregunté con esperanza.

- No, no te curaras al 100%, lamentablemente fueron años sin que captes feromonas por un periodo de tiempo largo, pero intentaremos lo más que podamos, ahora estamos en la posibilidad de que te recuperes al 50%, no pasamos de esos niveles, pero que lo logremos solo depende de ti y cuán comprometido estés con el tratamiento.

- Está bien, y ¿cuándo iniciaremos el tratamiento?- me sentía feliz, realmente deseaba llevar una vida normal sin problemas o que mi discapacidad me traiga problemas.

- Desde mañana, cuanto antes mejor, te parece todos los mismos a la misma hora de hoy, las sesiones duran por lo menos cuatro horas, será duro al inicio pero ya verás cuando vayas mejorando poco a poco, estas de acuerdo.

- Sí doctor, muchas gracias.

- Bien nos despedimos acá, mañana te veo a la misma hora- se levantó y me guió a la puerta de su oficina- hasta mañana Julián, regresa bien a tu casa.

- Hasta mañana doctor

Después de despedirnos llame al chófer, quien vino a recogerme de inmediato, en cinco minutos ya estaba en la puerta, subí apresurado y emocionado, ya quería que llegue mañana, la ruta a la mansión fue igual de silenciosa a esta mañana, una vez llegue una de las empleadas me esperaba afuera, al salir me aproxime a ella.

- Joven Julián, su padre lo espera en su oficina para que reporte su cita de hoy.

- Esta bien, muchas gracias- apenas dijo eso, entré y me dirigí a la oficina, una vez allí toqué la puerta, una vez recibí la orden de entrar, ingrese en la oficina- me llamaba señor.

- Como te fue con el médico, ¿hay solución para tu problema?.

- Me fue bien, me dijo que había la posibilidad que me recupere, pero por ahora solo lo calcula al 50% por ciento, pero depende de mi pasar ese porcentaje, me programo la cita para todos lo días a las 9:00 am.- solo se mantenía en calma mientras parecía pensar en todo lo que dije.

- Bien, cuando comienzan el tratamiento.

- Mañana, cuanto más antes empecemos, mejor.

- Está bien, le daré indicaciones al chófer para que desde mañana a las 8:40 te lleve donde el doctor, ya puedes retirarte.

- Si señor gracias- salí de la oficina y di un respiro profundo, estar frente a ese hombre me causa un poco de miedo.

Subí a mi habitación y me eche en la cama, estaba realmente feliz, en todo el transcurso del día fue igual que ayer, solo que no me tope mucho con mi hermano Gael y lo agradecía, se notaba que mi presencia acá no le agradaba para nada, por lo que prefiero mantenerme lejos, averigüe el calendario de este país y  era diferente al mio, pero no me preocupe ya que no me perjudicaba, el resto del día transcurrió como el anterior, este lugar a pesar de ser grande, espaciosa, lujosa y bien decorada e implementada, se sentía muy frío al igual que sus habitantes, Gael me odiaba desde que llegué y mi padre era indiferente, realmente el día paso lento para mi, cuando cayó la noche me recosté en la cama, me sentía solo, puede que no haya tenido la mejor madre, pero de cierta forma se preocupaba por mi, nunca me abandono a pesar de que reiteradas veces tuvo oportunidad, decidí ir a mi armario y saque su bufanda, aun tenia su aroma, me recosté con esa bufanda abrazándola, me sentía realmente triste, pero estaba cansado.

Un recuerdo vino a mi mente y era cuando yo era muy pequeño, a mis 2 años me enferme de gravedad, recuerdo que mi mamá me acompañaba en la cama, me tenía entre sus brazos mientras me daba palabras de consuelo, su aroma era tan reconfortante, por un momento sentí que estaba conmigo, en esa misma posición, inmediatamente me quede dormido, mientras sentía que escuchaba su arrullo.

El día siguiente llego más rápido de lo pensado, me aliste emocionado, ni siquiera la cara de odio de Gael me desanimo, cuando el chófer me llevó a la clínica, ingrese inmediatamente, la emoción me llenaba, toque la puerta del doctor.

- Buenos días Julián, ¿estás listo?

- Buenos días doctor, más que listo

- Entonces comencemos- la combinación de emociones era nervios y emoción.

Dignidad del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora