Destinados a la misión

CAPÍTULO 1

¡Hola! ¿Cómo están?

Aquí tienen el primer capítulo editado y mejor, gracias por tener paciencia y leerlo ¡nos vemos en el próximo!

Muchísimas gracias a todos, ¡se os quiere!

Morgan Dankwoth

Me queda un año, un año solo para
acabar la universidad y poder sacarme mi carrera como psicóloga aquí en Los Ángeles.

Vivo sola en esta gran ciudad, los chicos se quedaron en sus respectivos lugares y mis tíos en Toronto como siempre.

Alquilé un apartamento y lo comparto con una compañera, es agradable pero antisocial.

Estoy en la universidad, andando por el pasillo, acabo de salir de un examen por lo que ya no tengo nada que hacer, el examen era difícil pero nada que no pueda solucionar estudiando, estudiar esta carrera se me está dando "fácil" por decirlo de alguna manera.

—¡Morgan! —escucho que me llaman a mis espaldas, son Tom y Kate, mis nuevos amigos de universidad.

—¡Hola chicos! —exclamé.

—¿Cómo te fue el examen? —me preguntó Tom.

—Bien ¿y a vosotros?

—A mi bastante bien —alardeó Kate.

—A mi también

Seguimos hablando como siempre lo hacemos y nos dirigimos al comedor para beber y comer algo.

Una vez llegamos, vamos hacia la barra para coger lo que queramos, pagamos y nos dirigimos a la mesa de siempre.

—¿Y cómo vas con Dan? —me preguntó Kate.

—Bien, vamos bien, nos estamos conociendo.

—Nos alegramos

—Gracias —hice una pausa. —Y ¿vosotros como vais?

—¿Nosotros? Bien, como siempre.

—¿Como siempre? Cada vez estáis más raros.

—Nosotros...

—No me digan que rompieron.

—¿Qué? ¡No! —dice Tom.

—¿Entonces? —pregunté extrañada y mi mente empezó a idear ideas locas. —Ahora sí que no me digan que Kate está... —no me dio tiempo a terminar la frase cuando una voz aún más fuerte nos interrumpe.

Miro a mi alrededor y hay gente abucheando, Tom y Kate se giran para mirar y yo solo tengo que mirar de frente.

—¿Ahora no eres tan valiente? —pregunta la voz de un chico.

Veo a un chico peleándose con una chica, los amigos de el están detrás riéndose mientras ella está sola con lágrimas en los ojos.

—¿Qué pasará? —pregunta Kate.

—No sé.

—Mira la pequeña puta pero ayer bien que querías estar en mi cama conmigo.

—Dejáme —la escucho decir a ella con una voz muy frágil a punto de romperse.

Sé quién es el chico, es el chico más temido de aquí de la universidad, tiene el control de todo, todos le hacen caso y siempre siente un as bajo la manga, por eso nadie se mete con él, porque sabe que puede salir perjudicado.

Un mensaje de repente llega a todos los móviles del comedor, se escuchan todos sonar en un coro. Cojo mi móvil y lo miró, es una foto de la chica que está a punto de llorar en sujetador y a punto de quitarse los pantalones. Apago el móvil y me lo guardo en el bolsillo de mis vaqueros.