Vuelvo a tener esas ganas de cortarme. ¿Por qué? ¿Qué demonios está mal? El día había empezado genial, a las 8 de la mañana, como siempre. Son las 12 del día. Pasaron solo cuatro horas y ya quiero morirme. ¿Por qué? Trato de contarle a alguien, pero me da miedo arruinar todo lo que he construido; y me duele saber que los cimientos de todo mi mundo se tambalean, porque todo está basado en un falso "estoy bien", porque cada vez esa mentira me duele más decirla, me da dolor de cabeza. Me hace sentir tan... perdida. Así me siento, perdida. Asustada, a la defensiva. Sola. ¡Y se supone que no estoy sola! Se supone que hay alguien conmigo, pero tiene demasiado en mente. Una de las dos tiene que ser fuerte, ¿verdad? Pero, ¿por qué duele tanto? Ya no sé qué hacer. Me duele la garganta, la espalda, la cabeza... Es demasiado peso, me hace poner ansiosa. Quiero gritar, pero no puedo. Estoy harta de tener que llorar y que las lágrimas simplemente no salgan. Perdí el interés en lo que hacía; la escuela ya no me importa, el trabajo me está acabando, y no poder confiar en mi familia con respecto a lo que siento me mata. Me gustan las chicas, soy una chica, pero para mi familia es imperdonable que eso ocurra. Estoy enamorada, y no puedo contarle a mi mamá al respecto. Quiero consejos, pero mi papá me cerraría la puerta en la cara si se lo llegase a contar. Vivo encerrada, las personas dicen que soy libre porque me río mucho, pero eso no garantiza nada. Soy feliz cuando están presentes más personas, y ahora que estoy sola, la tristeza y la sensación de abandono está más presente que nunca. Tengo demasiadas ganas de cortarme. Es enfermizo, es demasiado. Pero siento que lo merezco. ¡Con un demonio! Sólo quiero acabar con todo, quiero morir. Debería morir. Muerta decepcionaría menos a la gente que quiero, ¿verdad?
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NonfiksiCartas dirigidas a nadie en particular, espero que nadie se sienta identificado con esto.