Un Largo Fin De Semana

480 48 25
                                    


Era de noche, y aunque no lo creyera estaba sufriendo por la condición de papá. La cabeza me dolía y hasta ahora era la 1 de la madrugada. No estaba con el celular, eso era un milagro, porque en realidad no sentia tener el tiempo para ver la pantalla de este ya que tenía un tema mucho más importante el cual atender.

Limpie algunas lágrimas de mis ojos, sentandome sobre mi cama. Tomé la foto que había sobre mi mesita de noche, mirándola detenidamente. En esa fotografía papá se veía tan feliz, tan entusiasta, tan. . . Sano.

Recuperate. . . Por favor.— Deje la foto en su lugar, levantándome para ir por un vaso de agua. Frote un poco mis ojos, pero terminé tropezando y cayendo.

No me queje, ni mucho menos hice ruido. No quería despertar a mamá.
Mire hacia la oscuridad y pude divisar nuevamente la cola de la criatura.

—. . . Oye— Estaba a punto de hacer una tontería.
Iba a hablar con un monstruo, con algo que quizás ni siquiera existía.  — No se si me estarás escuchando, o si acaso eres real y estás aquí. . . Pero si así fuera, me gustaría un poco de tu compañía.— No escuche nada, así que prendí la luz de mi mesita de noche.

No importa si no quieres salir, con que gruñas un poco o. . . Abras tus espeluznantes ojos estaría más que bien.— Me volví a sentar en el suelo, esta vez procurando estar más pegado a la apertura que quedaba entre la base de la cama y el suelo.

Creo. . . Creo que voy a llamarte Scrappy.— Escuche un gruñido. —¿Te gusta? Pues Scrappy será.— Reí un poco.

Si lo pensaba bien, me sentía acompañado ¿eso es raro, no? Al menos tenia a alguien. . . O algo que me escuchaba en ese momento.

Bueno. . . Te contaré un poco de papá. El. . . El es un hombre muy fuerte, la mayoría de las veces puede estar amargado y todo eso pero es una buena persona.— Suspiré, me puse frente a la cama pues quería presenciar todo. —El ama a mi madre, y mi madre lo ama a él. No se que haría si a uno de ellos le pasa algo.—

Rei con nerviosismo, no quería ni siquiera en pensar las posibilidades de que algo así llegara a pasar.

¿Que harías si uno de tus padres estuviera en la misma situación? Quiero decir ¡eres un monstruo! No se ni siquiera si tienes papás.— Suspiré pero terminé riendo un poco. — Te conozco de lejos, bueno, ni siquiera así, solo te eh escuchado y ya me caes bien.— otra vez se escucho un gruñido, enserio me emocionaba saber que estaba ahí.

Me acosté boca abajo, acerque mi mano a donde estaban ese par de ojos relucientes. La dejé intermedia, no sabía cómo reaccionaria lo que sea que estaba abajo pero. . . Sentí que algo me tomó de la mano, era una pata. . . O quizás una extremidad humana, no importa el caso es que yo también le agarre.

Mire aquellos ojos y ellos me miraron a mi, esa parte que me tomaba de la mano era extrañamente cálida y agradable así que conforme el tiempo paso termine quedándome dormido.
















El me había hablado.













Lo mire en el suelo, aun estaba bajo su cama.
Así que por primera vez decidí salir.













Lo vi por unos segundos, la luz de la luna entraba por la ventana y yo lo levante del suelo con mi cola. No quería despertarlo y que me viera, al menos no así, no aquí.










¡Hay Un Monstruo Bajo Mi Cama! [TomTord] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora