[Sin título 2]

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—¿O me equivoco?— Me pregunto dejándome caer al suelo.—Porque si fuera tu, pensaría eso.— Y tomo nuevamente la esponja.

—Lo pensaría si no fueras un maldito mounstruo.— Dije pasando mi mano por el capó del coche. —¿O quizás no?— Le ví estrujar la esponja.

—¿Tú que mierda vas a saber de eso?— Paso la misma por las ventanas del carro, para limpiarlas. —Que llevemos años juntos no significa absolutamente nada.—

—Se más de lo que piensas.— Sonreí dándome la media vuelta. —Scrappy...— Susurré empezando a caminar de regreso a casa.

—¿Que dijiste?— Me dijo desde donde estaba.—¿Cómo me llamaste?—

—¿Ah? Ya sabes, Scrappy. Cómo mi chihuahua.—Encogi los hombros frente a la puerta.

—Nunca ví ningún perro cuando estuve dentro de tu casa.— Me dijo frunciendo el entrecejo.—¿Que es lo que te provoca mentir tantas veces?—

—No estoy mintiendo, recuerda que aquella vez quien dijo que tenía un chihuahua para que Edd no nos regañara fuiste tú.—  Reí, y después me dispuse a entrar dentro de casa. Ya estaba más tranquilo, después de todo creo que lo que había visto, había sido producto de mi mente.

—Que tonto fui.

—Scrappy no puede salir de día.—Me frote uno de los ojos, al parecer Edd y Matt se habían pasado a retirar, no me di cuenta.—Oye mamá.— Me acerque a la cocina, dónde él acomodaba la alacena.

—¿Que pasa Tord?—Volteo a verme, puse una mano en mi cuello y rei con levedad.

—¿Que te dijo el doctor la última vez que fuimos a terapia?— Le pregunté mientras me reposaba frente a la isla de la cocina.— Escuché que comentó algo sobre un diagnóstico, pero nunca supe lo demás.—

Nuestras miradas se conectaron, él dejo lo que hacía. —Es difícil de explicar.—

—No quieres decirme ¿Verdad?

—No es eso, solo que es un tema muy delicado.— Acomodó su cabello hacia atrás, suspirando.— Pero para darte una pista, no es bueno.—

—¿Tiene que ver conmigo?

—Claro, eres tú quien va a terapia.— Dijo ya cambiando su semblante intacto a uno de intranquilidad.— Así que, efectivamente, el diagnóstico es tuyo.—

—Esto no es divertido, Patrick.

—¿A-Ah?— Expresó con confusión debido a que le había llamado por su nombre. —No tiene que ser divertido, porque... No lo es.—

—¿Por eso son los medicamentos?

—¿Medicamentos?— Me dijo con extrañez, como si intentará recordar algo más. —No te han dado ningún medicamento, que yo sepa.—

—Los que estaban en el suelo, Jhon me los dió.

—¿Jhon? ¿El chiquillo de alado?— Pregunto. —Oh, si. Ese medicamento.— Suspiro.— Son para tu asma.—

—¿Estoy enfermo de los pulmones?

—¿Alguien dijo cigarrillos?— Preguntó papá asomándose por la puerta, pero al parecer se percató de nuestras expresiones faciales.—Uh, mal momento ¿Cierto?—

—Si.— Dijo mi mamá mientras aventaba la franela roja hacia la barra, y se marchaba de la cocina retirándose el delantal.

—No debí irrumpir ¿Verdad?— Papá se acercó hacia mi, avergonzado por haberse metido en la conversación.

—No, de hecho llegaste en buen momento.— Y le sonreí cálidamente.—¿Tu padeces o padeciste de alguna enfermedad respiratoria?—

—Aparte del cáncer, no que yo recuerde.— Rió lleno de humor. —Pero creo que tú madre si— Pensó un poco, como si tratara de recordar. —Si, tu madre padecía de algo pulmonar.—

Eso me extraño.

—Se que tampoco es buen momento pero... ¿Soy adoptado o uno de los dos me tuvo con una mujer?— Pregunte ya como si fuera algo normal.

—Ah, pregunta inesperada.— Dijo ya con algo de sorpresa. —Si que eres un joven curioso.— Rasco su cuello con vergüenza.

—Y tu un hombre que enfermo a los treinta y cuatro años.— Suspiré, no buscaba que me respondiera en el momento. —Si sientes que no es el momento para explicarme eso, está bien.— Sonreí con calidez. —Te quiero mucho papá, aún después de todo lo que ha pasado.—

—Tambien yo, aunque ya no seas un adolescente de catorce años y me rebases de altura.— Me acaricio la cabeza. —Creo que iré a ver a tu madre, para disculparme.— y se despidió para subir por las escaleras.

—¡Ah!¡Papá!— Dije acercándome antes de que llegara al último escalón.—¿Tu le pediste a Tom que te ayudará con el coche?—

—Oh si, se supone que te lo pediría a ti pero ya vez como son las cosas. — Rió un poco. —Parece que le caes tan bien que acepto hacer tus deberes.— Y después desapareció entrando a la habitación de mamá y el.

—¿Caerle bien?¿Yo?—

11:14 pm

¿Te caigo bien?
Enviado a las 11:14

¿Y eso a ti porque debería de interesarte?
Recibido a las 11:20

Pues ¿Porque si?
Enviado a las 11:20

Es solo una pregunta, dime si o no
Enviado a las 11:20

Quizás.
Recibido a las 11:24

¿Quizás si o quizás vete a la mierda?
Enviado a las 11:25

Quizás deja de molestarme que tengo tarea, idiota
Recibido a las 11:27

Come mierda pues, cabeza de pincho🖕
Enviado a las 11:27

A "El pelo piña🤡 "le ha gustado tu mensaje.

A veces siento que odio a Tom, no entiendo porque jamás es capaz de contestarme "si" o "no" a preguntas tan simples.

—Si no le caigo bien... Quizás deba hacer que le caiga bien.— pensé, recostado sobre mi cama. —O mejor no.—

¡Hay Un Monstruo Bajo Mi Cama! [TomTord] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora