[Sin título 1]

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Abrí los ojos lentamente, escuchaba algunas voces susurrantes que me rodeaban y tome la iniciativa de levantarme de la misma manera, lento.
Puse la mano en mi cabeza para empezar a asimilar el lugar en el que me encontraba, mi vista estaba borrosa por lo tanto se empezaba a dificultar pero poco a poco pude ver la imagen de la enfermería escolar

—¿Porque estoy aquí?—
Mencione mientras me sentaba en la camilla, parpadee un par de veces y frote mi ojo con una de mis manos.
Escuché una voz, se me hacía muy conocida, pero era tan tenue que no estaba prestándole tanta atención.

—B-Bueno, más bien ¿Porque no lo estarías?—
Me dijo una voz ligeramente baja, era algo chillona y un poco irritante. Cuando voltee a ver, era un joven de cabello castaño claro, vestido con camisa azul rey, de cuerpo delgado y unos ojos lindos y peculiares.

Pero lamentablemente, era amigo de Eduardo.

—¿John?—
Pregunte algo confundido.
—¿Tu me trajiste aquí?—
Baje la mirada, viendo mi ropa como si fuera lo más interesante de toda la sala en común.

—Eh... Si, de hecho si.—
Se le veía avergonzado, quizá era por qué no hablaba mucho ya que Eduardo solía negarle la palabra cada que intentaba decir algo.
—Estabas tirado en el suelo, al parecer... Inconsciente. Y no podía dejarte ahí, así que decidí traerte.—

Entonó de manera nerviosa, cómo respuesta sonreí, sonreí amablemente para que viera el gran agradecimiento que le tenía al haberme cargado... O arrastrado hasta aquí.

—Muchas gracias, eres la persona más amable con la que me eh topado en todo el día.—
Me acerque a él débilmente, le di un abrazo que tardo en corresponder, pero cuando lo hizo pude sentir su emoción, pues me abrazaba con un poco de fuerza.

—¡N-No es nada Tord! Puedes buscarme cuando necesites ayuda para tus tareas o cosas así!—
Tomaba mis manos con una sonrisa. Después de unos segundos pareció recordar algo y fue hasta el escritorio de la enfermería por un frasco.
—Oye, se que no debería pero, entiendo por lo que pasas. La señora, osea, la enfermerita me ha dicho que estos son partes de tus medicamentos.—

Me ofreció el pequeño frasco que tuve que tomar ¿Medicamentos?¿Para que?

—Gracias de nuevo...Creo que volveré a clases ya.—
Dije con intenciones de pasar a retirarme pero al ir caminando hasta la puerta John volvió a interrumpir.

—L-Las clases ya acabaron...—
Menciono mientras tomaba dos bultos, me entrego uno, era mi mochila.
—Te la traje porque no estaba seguro de cuando despertarías.—
Tomé la mochila y manos salimos de la enfermería, John iba en el salón al costado derecho del mío pero al ya haber acabado las clases nos dirigimos hacia la salida.

—Entonces...¿Te quedaste conmigo todo ese tiempo?—
Mencione avergonzado, mientras el me miraba sonriente. Asintió un par de veces mientras bajabamos por los pequeños escalones hasta llegar al inicio del instituto.
—Perdiste clases por mi culpa.—

—No las perdí, solo me tomé un descanso...¡P-Para ayudarte! Claro.—
Tartamudeo, debía admitir que ese chico era increíblemente nervioso y eso a mi vista se me hacía muy tierno.
Nos dimos un abrazo, y una vez más le agradecí por su compañía. Luego de eso, fuimos por caminos diferentes.

—Hah... Que día.—
Dije mientras caminaba de regreso a casa con la mochila sobrepuesta en uno de los hombros.
Al estar parado frente a la puerta inserte la llave y tire la perilla para entrar, en la sala estaban mamá, papá, Edd, Matt y Tom.

Patrick, mi madre, fue el primero en voltear a ver y se levantó del asiento para caminar hacia mi.
Me enrollo entre sus brazos y me miró con preocupación, papá solo volteo y nego con la cabeza, como si estuviera decepcionado.

¡Hay Un Monstruo Bajo Mi Cama! [TomTord] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora