CAPITULO 18

6 2 0
                                    

Eros:

El avión aterriza en la pista privada de la mansión. Todos bajamos y nos esperan cinco autos. Le pedí a mis primos que se encargaran de triplicar la seguridad, lo que pasó antes no debe volver a ocurrir.

Los carros avanzan y veo las caras de todos al ver que nos vamos de ahí.

—¿A donde vamos?— obviamente mi hermana no podía aguantarse.

—La casa aún está en reparación así que nos vamos a la otra— respondo simplemente.

—Que cool, me gusta mucho esa, pero ¿y nuestras cosas?

—Ya todo está allá.

No dice más nada. Lo que queda de trayecto lo hacemos en silencio. Me fijo en Astrid que se nota pensativa, seguro le da un poco de miedo volver aquí por su hermano pero yo no permitiré que él se vuelva a acercar a ella ni a nadie más y mejor que se ande con mucho cuidado porque lo estoy cazando y no voy a tener ningún tipo de piedad.

Llegamos y todos bajamos . Cada cual sabe cual es su cuarto en esta casa excepto Astrid y Maddisson, Marcos se lo hace saber y yo me voy al despacho, tengo muchas cosas que hacer, lo que no esperaba es que Russo me siguiera.

—¿Que piensas hacer ahora?— pregunta y se sienta sin que yo se lo pida pero no digo nada.

—¿A que te refieres?— bufa y rueda los ojos.

—A Artemis , ¿cual es el plan? Ya le quitaste a mi padrino, su principal socio—se queda pensado algo—Ya se, hay alguien que es también un pilar importante en la organización. Pablo Carranza, un narcotraficante mexicano que distribuye su droga por todo el pais, muy buen amigo de mi padre también, podemos traerlo de nuestro lado— me quedo pensado, tiene razón, debo ir desestabilizando su organización para destruirlo a él.

—Me parece que es muy buena idea, pero no podemos hacerlo ahora, por lo menos de aquí a dos días, tengo algunas cosas que hacer antes. Ponte en contacto con el y se convincente, planifica un encuentro y que no le diga nada a Artemis— se me queda mirando con una ceja alzada y se lo que me quiere decir—Mario te dio un móvil ¿no?—asiente— bien, ve y dile que te ponga una línea y si no tienes el número del mexicano que te ayude a encontrarlo— vuelve a asentir y se va a la puerta, cuando está a punto de abrir la detengo—Astrid, no intentes nada más , no te gustarían las consecuencias.

Sin decir nada sale de la oficina. Me pongo a revisar los estados financieros de las empresas que maneja mi tío y me encanta ver como somos la más poderosa del país y casi de europea entera.

Marcos viene y juntos nos ponemos a planificar la entrega que debemos hacerle a Abadi en una semana, hasta que Maddisson entra y nos interrumpe.

—¿Que quieres Maddisson?— últimamente su simple presencia me molesta.

—Hablar contigo— mira a mi primo— pero a solas— este hace el amago de levantarse pero lo detengo con mi mano.

—Estamos trabajando y el no se ira así que te repito la pregunta ¿que quieres?— se encoge de hombro y rodea la mesa.

—Es que me tienes muy abandona y necesito sentirte dentro de mi nuevamente, estas hormonas me tienen con muchas ganas— acaricia mi pecho y habla sin ningún pudor delante de mi primo.

—Pues masturbate o tírate a algún empleado como ya hiciste una ves , ahora lárgate de aquí — quito su mano sin ningún cuidado y sale hecha una furia.

Mi primo no dice nada simplemente seguimos trabajando en lo que estábamos e ignoramos lo que acaba de pasar.

⏳⏳⏳⏳

TU TURNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora