Llegada.

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 -Hermano, levántate, creo escuchar caballos afuera.-

-Q-que, ¿caballos? Espera aquí saldré a ver- está muy obscuro, pero logro escuchar a los caballos y ¿personas?, qué raro.

Mis ojos se empezaron a acostumbrar a la obscuridad y distinguí rápidamente que eran soldados, el que lo comandaba era el mismo de la vez pasada, esto no era nada bueno, llegaron rápidamente cerca de mí y el que se encontraba al mando solo dio la siguiente orden.

-Por orden del rey, te llevaremos con nosotros.- no reaccione rápido y ya dos soldados me tenían de los brazos, me amarraron rápidamente y me subieron en un caballo, solo pude observar como mi hermano salía de la casa y gritaba mi nombre, pero no podía hacer absolutamente nada.

Tardamos en llegar al palacio, porque mi aldea se encontraba demasiado lejos del palacio, no podía observar nada, ya que me taparon el rostro con una bolsa de tela, al llegar todos bajaron de los caballos y a mí me bajaron, me indicaron que caminara a ciegas, tenía que hacer todo lo que me dijeran, de lo contrario talvez o lo más seguro es que me mataran.

-Híncate.- lo único que escuche y después de estar hincado, me quitaron todo, mis ojos empezaron adaptarse a la obscuridad y por los que podía ver eran un lugar muy grande y hermoso, al observar al frente pude notar que había un trono y en él estaba una persona, rápidamente distingue que no era cualquier persona, era el rey, me hinque lo más que pude, ocultando mi rostro y esperando alguna palabra de él.

-Tú eres el plebeyo que dio información de Ahnjog.- su vos era muy tranquila, pero yo mismo sabía que si mentía, moriría en sus manos.

-S-si su majestad.- no lo podía creer, estaba temblando del miedo.

-Dime y responde con la verdad ¿Quién eres tú?-

-M- mi nombre es Yi sun, majestad.-

-¿Seguro?, sabes información que no deberías saber con respecto a Ahnjog, ahora dime ¿Quién eres?, dime o de lo contario, tú no sufrirás las consecuencias, sino que tu hermano Sun Hee las sufrirá.-

-Majestad, no desquite su furia con mi hermano, le responderé con la verdad, pero a el, déjelo en paz, se lo suplico.-

-Si eso quieres, solo responde mi pregunta.-

-Majestad mi nombre es Dam - Yi y Ahnjog fue mi madre adoptiva.- no escuche absolutamente nada por varios minutos.

-Por fin te encontré.- ¿encontrarme? -Levántate y acércate, quiero observarte de cerca.- ¿Por qué me está pidiendo esto su majestad?

-C-claro.- me levante y me acerque muy despacio a su majestad, no me atreví a levantar la mirada, sabía muy bien si lo hacía sería una gran falta de respeto.

-Eres igual a tu madre, hija.- al oír estas palabras, un frío recorrió todo mi cuerpo, levante mi vista por la sorpresa y cuando lo hice lo que mis ojos captaron fue una sonrisa del rey.

-No sabes cuanto te he estado buscando hija mía.-

-Hija.-

-Sé que es una sorpresa, por eso te pido que no sentemos, platiquemos y así podrás saber toda tu historia.- no mencione una sola palabra, lo que si necesitaba era sentarme y un poco de agua.

Observe como se levantaba su majestad y no me había dado cuenta de que había una mesa con comida y varios tipos de bebidas, lo seguí en completo silencio y decidí sentarme del otro extremo de la mesa, el rey estaba esperando a que tomara asiento.

Mi reina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora