Hailee Steinfeld Imaginas

Tu bebé te despierta en mitad de la noche - parte 2

El sonido de los llantos de tu hija te despertó una vez más a las 6 de la mañana. Miraste a tu lado y encontraste a Hailee profundamente dormida, así que esta vez decidiste ir a por ella.

Saliste de la habitación de puntillas y bajaste a su cuarto. Viste su cara roja y arrugada mientras te llamaba a gritos. La levantaste con cuidado, dejando que enterrara su carita en tu cuello y que se aferrara a tu camisa con sus pequeños dedos. "¿Qué pasa, mi princesa?" Susurraste suavemente mientras le frotabas la espalda y le besabas la cabeza.

Bajaste las escaleras y comenzaste a hacerla rebotar sobre tu cadera. Le diste de comer rápidamente antes de sentarte en el sofá con ella en brazos. Abriste un poco las cortinas y observaste el amanecer mientras mirabas a Grace en tus brazos.

"Eres la chica más hermosa". Dijiste y cerraste los ojos mientras presionabas un beso en su frente. Ella te miró fijamente con sus ojos marrones que claramente heredó de Hailee. "Siempre voy a estar aquí para ti. No importa lo que ocurra, no importa lo mal que puedan ir las cosas: siempre te querré y cuidaré bien de ti". Prometiste, con los ojos llenos de lágrimas y el corazón desbordado de amor por la pequeña bebé en tus brazos.

Todo parecía tan surrealista. Saber que ahora eres madre, con el amor de tu vida. Que hay un ser humano que va a depender de ustedes dos durante los próximos 18 años, e incluso después.

El sonido de los gemidos te sacó de tus pensamientos. Te recostaste en el sofá y dejaste que Grace se recostara sobre ti, con su orejita apretada justo debajo de tu corazón.

Empezaste a cantar suavemente, tu voz apenas superaba un susurro pero era suficiente para calmarla. La viste bostezar antes de que sus hermosos ojos marrones se cerraran. Oíste pasos bajando las escaleras, pero estabas demasiado ocupada mirando a Grace como para apartar la vista.

Hailee se agachó en el suelo frente a ti. Subió su mano para rozar ligeramente la espalda de Grace. "Buenos días". "Buenos días". Hailee te miró y se rió. "Estaba hablando con la bebé". Pusiste los ojos en blanco y Hailee se rió antes de inclinarse para besar tu frente. "Sólo estoy bromeando. Le estaba hablando a las dos".

Empezó a pasar sus dedos por tu pelo. "¿Has dormido bien?" Asentiste con la cabeza. "¿Cuánto tiempo has estado despierta?" Miraste el reloj de la pared. Eran casi las siete de la mañana. "Casi una hora". Hailee te besó la frente. "Podrías haberme despertado".

Te encogiste de hombros y volviste a mirar a Grace con una sonrisa. "Lo sé, pero quería pasar un rato con mi chica, y tú necesitabas el sueño extra". Hailee apretó un beso en la cabeza de Grace antes de pasar el dedo por su pequeña oreja. Todavía está asombrada de ella y de lo pequeña que es.

"¿Hay algo que pueda ofrecerte? ¿Tienes hambre o sed? ¿Te duele?" Asiente con la cabeza. "En realidad no me importaría un poco de agua". Hailee se levantó y se dirigió a la cocina para servirte un vaso de agua fría antes de volver. Te sentaste con cuidado y tomaste unos sorbos antes de que ella dejara el agua en el suelo.

"Sube aquí y acuéstate con nosotras". Pusiste la mano bajo su barbilla y la atrajiste para darle un rápido beso. Hailee sonrió y te besó la mejilla. "Bueno, ¿cómo podría decir que no a eso?" Se sentó y dejó que te recostaras contra su pecho mientras mantenías al bebé sobre el tuyo. "Es perfecta". Dijiste mientras rozabas tu dedo por su mejilla.

"Sí, lo hemos hecho muy bien", dijo Hailee mientras te besaba la cabeza. Dejaste escapar un suspiro de felicidad y cerraste los ojos, quedándote dormida con tus dos chicas cerca de ti. "Las quiero mucho a las dos", dijo Hailee suavemente y besó la cabeza de ambas antes de quedarse dormida también.