fanmeeting › hyunmin

🎐 : dear-ah

Hyunjin olfateaba aquel aroma a chocolate que nunca pensó oler, proveniente de aquel precioso omega peli negro, al instante supo que era su mate, siempre estuvo en esa ciudad y ahora que lo encontró, haría hasta lo imposible para estar a su lado. Sin embargo, trataba de controlar a su lobo y a él mismo, porque el omega estaba asustado, lo veía en esos orbes color café hipnotizantes.

Estaba estático sin saber que hacer, pero eso no duró mucho al ver como el omega huía despavorido del lugar sin dejarlo reaccionar, solo se dirigió a donde el omega estaba sentado y pudo observar como el asiento estaba lleno de un líquido viscoso que olía fuertemente a él. Le había llegado su celo, ahora comprendía porque estaba asustado.

Su lobo, Soobin, estaba desesperado y preocupado, era muy peligroso que el omega estuviese en ese estado rondando por aquella ciudad, que no era enorme, pero sabía que estaba repleta de alfas, y cualquiera se podía aprovechar de él.

─Hannie, llama a Channie hyung para que encienda la camioneta y pregúntale a Félix sí tiene algunos supresores, ese lindo omega debe llegar a salvo a su hogar a toda costa, ¿Entendido? ─el beta asintió y se dirigió a la parte trasera del escenario, en donde se encontraba parte del staff para buscar a aquel beta de cabellos rojizos cual rubí.

Una vez que perdió de vista al beta, se levantó corriendo del lugar hacia fuera del recinto con el fin de encontrarlo, no sin antes tomar el álbum que le pertenecía. Primeramente se dirigió a la larga fila de fanáticos esperando a verlo, quienes empezaron a gritar al notar su presencia, ninguno corrió hacia él ya que los betas y alfas que conformaban la parte de seguridad los mantenían al márgen. No lo vió por allí y se dirigió al estacionamiento que quedaba al lado del auditorio, sí no estaba ahí no habría esperanzas de encontrarlo.

Para su suerte, su lobo lo reconoció detrás de un vehículo de color negro, sentando en el duro asfalto mientras soltaba pequeños jadeos buscando ─probablemente─ un supresor en su mochila. Escuchó una maldición salir de esos bonitos labios rosados, no había encontrado nada y era su oportunidad de acercarse a él.

Corrió hacia el peli negro para ayudarlo, este en cuanto sintió su aroma quiso alejarse como lo dictaba su parte humana, pero el estúpido de Yeonjun insistía en estampar sus labios con los del alfa, ahora estaba seguro de que era su destinado pero no quitaba el hecho de que no podía pasar su celo con él, ni borracho. El beta que antes había estado con él para llevarlo adentro del auditorio se encontraba sujetando unos supresores y una pequeña botella de agua, estaba acompañado de otro con facciones extranjeras también quien sostenía las llaves de un vehículo.
─Escucha bonito.

─S-Seungmin. ─dijo, casi en un jadeo, la voz del alfa y su aroma lo estaba haciendo perder la cordura, pero su lado humano seguía persistiendo.

─Bueno, Seungmin, ellos son Jisung y Christopher, ambos son betas y te llevarán a tu hogar, necesito que te mantengas consciente para poder darles la dirección, ¿De acuerdo? ─el menor asintió como pudo, el alfa sacó un bolígrafo de gel color azul marino, el cual hacia gran contraste con aquella portada tan colorida. Escribió unas cosas a las cuales el omega no les prestó atención por estar mirando aquella manzana de Adán y las venas que se marcaban en su mano. Una camioneta de color blanco se paró en frente de ellos, el alfa ayudó a levantarse al omega del suelo, quién soltó un gemido por su dulce toque, su piel estaba tan sensible y Hyunjin estaba controlando su lobo para no lanzarse a marcar el blanquecino cuello del más bajo por unos pocos centímetros. Abrió la puerta trasera y se acostó entre todos los asientos, retorciéndose levemente por el dolor en su parte baja, Hyunjin colocó su mochila detrás del asiento del copiloto y dejó adentro de la misma el álbum.

─Pronto nos veremos, osito. ─cerró la puerta y le dió un par de instrucciones a Christopher ─quien era el que se encontraba en el asiento del conductor─ para luego partir del lugar.
Solo esperaba volver a verlo, en mejores circunstancias.