🎐 : choco-mint

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─Un momento, déjeme ver sí entendí; cuando al fin entró al auditorio luego de un poco menos de cinco horas parado en una fila como un idiota, al estar en frente de Hyunjin su celo se adelantó porque era su destinado y él hizo todo lo posible para que llegase bien al departamento. ─el omega peli negro asintió.

─Además, me firmó el álbum y... Me dejó escrito su número en él. ─dijo, en un susurro para que solo lo escuchase el extranjero.

─¡¿Es en serio?! ─exclamó impresionado el menor, ganándose una mala mirada por parte de la profesora Kim, quien les impartía el área de formación de química.

─Sí Jeongin-ssi, pero no es necesario que grites.

─Lo sé hyung, discúlpeme. ─hizo un puchero con sus labios. ─Pero... ¿Le ha escrito?

─Noup.

─¡¿Y por qué no?! ─gritó nuevamente.

─Joven Yang, ya es la segunda vez, a la tercera se me retira del aula.

─Disculpe señorita Hyuna.

─Me da pena, ¿Por qué lo haría en primer lugar? Solo guardé el número en mi celular. ─al castaño se le ocurrió una idea, le arrebató el teléfono celular de su bolsillo, este ya se sabía la contraseña así que no tardó en desbloquearlo, abrió el kakaotalk de su mayor y buscó el contacto del alfa, sí su hyung no haría nada para que se reencontrarán, él sí haría.

─¿Qué demonios estás haciendo Yang Jeongin?

─Solo reuniendolo con su destinado.

─¡¿Qué?!

─Listo, ya tiene una cita con Jinnie esta misma tarde.

─¡¿Cómo?! ─le quitó el teléfono de las manos para revisar que había hecho y por poco se le cae de las manos luego de leer la conversación.

Hwang Hyunjin ♡

Hola Hyunjin, soy Seungmin, el omega del auditorio, no sé sí se recuerda de mí.

¿Cómo no hacerlo? Hola osito.
Luego de una semana al fin me escribes.

Es que estaba indeciso en sí hacerlo o no.

No quería incomodarlo.
No lo haces bonito, más bien me alegra que te hayas decidido.

Oh, bueno >.<
ㅋㅋㅋㅋㅋㅋ

Todavía sigo en la ciudad, ¿Te gustaría tomarte un café conmigo? Mi lobo y yo deseamos conocerte.

Sí, eso me encantaría.

¿Puede ser este mismo día? No quiero esperar en realidad.

Estoy en clases, salgo a las tres, no sé sí puedo.

Dame la dirección y mando a Jisung a que te busque personalmente.

Por favor, dime que sí.

Me parece bien, será a las tres.

Perfecto, nos vemos en un rato, Minnie c;

─Lo sé, escribo igual que usted.

─No puede ser.

─Luego me lo agradecerá, ahora copiemos las fórmulas satánicas de la profesora. ─el peli negro, todavía perplejo, hizo caso a su menor y comenzó a escribir en su libreta.

El resto del día pasó más rápido de lo que pensó y de un momento ya había sonado la campana anunciando el fin de las clases de ese día, recogió todas sus pertenencias, la metió en su mochila y se levantó de su asiento, su dongsaeng repitió sus acciones y se retiraron del aula. El omega estaba completamente nervioso, se podía notar en el ambiente por su aroma que se había tornado un poco amargo.

─Hyung, ¿Está usted bien? Sí no puede hacerlo cancele la cita, en verdad discúlpeme por ser tan entrometido, pero de verdad quería que se volviesen a ver, sabe que su agenda es muy apretada y no duraría mucho en la ciudad, ¿Y sí nunca más se podían verse?

─¿Y sí no soy lo que él espera? Hay mejores betas y omegas que yo, no creo merecerlo.

─¿Bromea? Usted es el mejor omega que existe, sí yo fuese alfa andaría tratando de que me dejase cortejarlo formalmente. ─el mayor rió y se dejó abrazar por el menor, quien soltaba sus feromonas para transmitirle seguridad y calidez.

─Gracias Karina, nunca lo hubiese hecho por mi cuenta.

─Lo sé. ─ambos omegas estaban en la entrada del lugar y una gran camioneta conocida para el mayor esperaba por él, uno de los vidrios delanteros fue bajado mostrando al beta de cabellos cenizos que reconoció como Jisung.

─¿Ese es Jisung? Es lindo.

─Sí, creo que ya tengo que irme.

─Mucha suerte hyung, y recuerde que debe disfrutar su velada. ─le guiñó el ojo y corrió hacia la parada que quedaba cerca del instituto, dejando a un peli negro con las mejillas sonrosadas, se acercó a la camioneta y abrió la puerta para sentarse en el asiento del copiloto.

─Hola, no hemos podido presentarnos formalmente, soy Kim Seungmin.

─Lo sé, Jinnie hyung no ha parado de hablar de usted, soy Han Jisung, es un gusto. ─encendió la maquinaria del vehículo y le sonrió, abultando sus mejillas adornadas con preciosas pecas. La camioneta partió y durante el trayecto, ambos hablaban amenamente, el beta era muy conversador y dulce también, al igual que su casi imperceptible aroma a chicle.

En pocos minutos ya se encontraban en el lugar, y al instante se pudo sentir aquel olor a menta que tanto había anhelado inhalar nuevamente, se bajó rápidamente, no sin antes agradecerle al beta y con el corazón en la mano fue hacia el alfa, quien lo esperaba tranquilamente en la entrada, no había nadie así que no era necesario ocultar su cabello o usar uno de esos molestos tapabocas para evitar ser reconocido.

─Hola osito.

─Hola Hyunjin sunbae.

─Sin formalidades conmigo bonito, no son necesarias.

─Oh, de acuerdo, amm... ─se hizo un sepulcral silencio, no sabía que decir y sus manos temblaban de los nervios que sentía.

─Sé que no nos hemos conocido en las mejores circunstancias pero solo con ese momento descubrí que eras ese destinado que la Luna me envió y desde este instante quiero proponerte que me dejes cortejarte.

─¡¿Desde ya?! Es que, ni siquiera me conoce.

─Por eso, solo es una propuesta, sé que será algo complicado por mi carrera pero prometo hacerlo funcionar, por favor, déjame intentarlo.

─De acuerdo. ─sonrió tímidamente, para luego esconder su rostro entre sus manos. Se acercó a él sin descaro y lo abrazó solamente para poder oler ese delicioso aroma. Ambos se sentían cálidos, y sus lobos aullaban de la emoción de reencontrarse en otra vida más.

─¿Me permites? ─asintió y el mayor hundió su cabeza en su cuello, provocándole cosquillas al más bajo por el roce de su nariz con su piel. ─Sé que eres mi destinado.

─Yo también lo sé. ─separaron el abrazo y el peli rosa tomó la mano del omega.

─¿Entramos? Aquí sus brownies con helado de chocolate con menta son para morirse. ─el omega arrugó su nariz.

─No me gusta ese sabor de helado, pero puedo intentar comerlo por usted. ─una carcajada salió de los labios del alfa, quien abrió la puerta para introducirse a la cafetería junto con él.

Y sin saberlo, eso fue el inicio de su historia de amor, que empezó con un celo adelantado y un evento de fanáticos.

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