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Hyunjin se encontraba escuchando una canción que sonaba en la radio, solo recordaba el nombre más no como se llamaba el grupo, pero eso no le hacía disfrutar menos la canción. Conducía tranquilamente por las calles de su nuevo hogar, Daegu, ya que se había mudado ─en cuanto abrió otra sede de la agencia justamente en la ciudad─ debido a que quería vivir junto a su omega.

Ah~ Él no pudo pedirle a la Luna un destinado mejor que él, era fuerte, dulce y con una personalidad tan energizante que hasta en sus días más duros no pudo evitar sonreír por alguna tontería que se le haya ocurrido.

Sonrió tontamente al recordar a su prometido, este se encontraba con sus amigas comprando algo de ropa de bebé para uno de sus ex-compañeros de trabajo llamado Jaemin que recientemente había dado a luz a dos hermosos mellizos. El alfa ─ya no─ peli rosa también esperaba ansioso el día que su omega daría a luz a su pequeña cachorrita, habían sido unos meses muy extenuantes para ambos, pero en una semana todo valdría la pena cuando la tuvieran en sus brazos.
Su teléfono celular comenzó a sonar sacándolo de su trance, al ver quien era se extrañó mucho, no iba a contestar pero su lobo le indicó que lo hiciese.

─Hey Jiwoo-ssi, ¿Cómo están? Pensé que iría a recoger a Seungmin en una hora.

─Seungmin oppa empezó a sentir contracciones hace unos pocos minutos. ─detuvó el vehículo al instante, ya que repente sintió el temor y el dolor de Hyunjin a través del lazo. Para su suerte el semáforo justamente estaba marcando el rojo. ─Soo está manejando de camino al hospital Hanniel...

─Bien, nos vemos allá. ─la interrumpió rápidamente y en cuanto la luz del semáforo se tornó verde, se dirigió lo más rápido que le permitía el límite de velocidad hacia el hospital. No tardó mucho en llegar, empezó a visualizar con la mirada el auto que le pertenecía a la pelirroja, al encontrarlo estacionó su vehículo en el espacio vacío que se encontraba a su lado, se bajo del mismo y empezó a correr hasta la entrada del lugar, una vez adentró se acercó a la secretaria, quien parecía ser una omega debido a sus facciones delicadas: ojitos pequeños con aura risueña al igual que su nariz, labios abultados pero de poco tamaño y mejillas con colorete rojizo como su labial.

La omega se impactó con su presencia, no podía creer que fuese Hwang Hyunjin, aquel idol que amaba tanto al igual que sus canción estaba en frente de ella, en otra oportunidad le hubiese pedido una foto pero viendo la angustia en su mirada tuvo que actuar lo más profesional posible.

─Buenas tardes, alfa, ¿Qué necesita?

─Hola, necesito saber en donde se encuentra Hwang Seungmin. ─el corazón de la omega pareció detenerse, luego de confirmar su relación con aquel omega había estado ligeramente triste, aún si intentaba alegrar por su idol. Hyunjin reconoció a la chica, la vió más de una vez en sus eventos, siempre insistía en que era destinados y él solamente le causaba ternura la omega que sino mal recordaba se hacía apodar Yeji.

─Claro, ¿Usted es algún familiar?

─Su prometido y padre del cachorro que va a nacer.

─Correcto, se encuentra en sala de partos en este mismo piso, andaba con una alfa y su beta.

─Gracias. ─dijo rápidamente y salió corriendo de allí, haciendo soltar un suspiro a la omega que devolvió su vista a su computador.

El pasillo era increíblemente extenso y aunque se encontraba cansado de correr no podía detenerse, encontró a Sooyoung sentada en una de esas frías sillas de espera junto con Jiwoo, la pelirroja al verlo se paró y lo abrazó, soltando aquel aroma a lavanda y rosas, era muy tranquilizador a pesar de que fuese de alfa.

─Minnie está bien, no podemos entrar pero la doctora Jeongyeon dijo que cuando lo trasladaran a la habitación nos informaría.

─¿Familiares de Hwang Seungmin? ─Jiwoo se levantó del asiento mientras que ambos alfas se acercaban a la doctora, quien parecía ser beta por su falta de aroma. ─Me imagino que usted es el padre. ─señaló a Hyunjin y este asintió. ─La cachorrita nació fuerte y sana, sin ninguna complicación, se encuentra en cuidados prenatales, en un rato la enfermera Dahyun se las llevará, para el omega sí fue un parto duro, pero salió bien, ya se encuentra en la habitación veintitrés, felicidades. ─los ojos del alfa brillaban de felicidad y corrió hacia la habitación indicada, encontrándose con su omega adormilado, se acercó a este y depósito un beso en aquellos belfos rosados.

─Jinnie...

─Aquí estoy cielito, todo salió bien. ─tomó la mano del omega y dejo un beso sutil. ─Pronto nos traerán a Ryunhun.

─Ya tuvimos esta discusión hyung, se va a llamar Minjin.

─No me gusta ese nombre.

─Ni a mí Ryunhun. ─dijo, casi en un susurro.

─Creo que sí combinarán los nombres sería mucho mejor. ─dijo una beta de cabellos rubios, quien sostenía lo que de lejos parecía una bola de mantas. Sus lobos aullaron de la emoción cuando la enfermera se acercó a ellos y dejó suavemente a su cachorrita en el pecho de Seungmin.

─Creo que me agrada su idea. ─Dahyun le sonrió a ambos y dejó a ambos padres quienes apreciaban con dulzura aquel tesoro que tenían ambos.

─¿Ryunmin?

─Es mucho peor que Ryunhun.

─¿Y Ryunjin? ─la bebé sonrió al escuchar la voz de Hyunjin decir eso. Cabe destacar que durante el embarazo del omega, cuando ya había llegado a los cinco meses, pateaba constantemente cada vez que escucha cantar o simplemente hablar al alfa.

─Creo que a ella le gusta.

─Entonces será Hwang Hyunjin. ─ambos se miraron mutuamente, sabían que su vida a partir de ese momento cambiaría para bien.

─¡Exijo ver a mi sobrina! ─se escuchó un grito a lo lejos, ambos estaban concientes de que ese grito salió de los labios de la alfa, haciendo reír tanto al alfa como al omega.

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