Oh no...

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Hoy era un buen día, no por que algo bueno haya pasado si no por que todo estaba yendo bien.

MK se despertó justo a tiempo para empezar a trabajar, había dormido justo lo suficiente para estar lleno de energía y estaba cumpliendo a la perfección todas sus entregas, todo esto solo le daba más determinación para seguir trabajando y que para cuando termine su horario de trabajo, pueda ir sin problemas a entrenar con Monkey King y si le daba tiempo tal vez vaya a jugar al arcade con Mei un rato.

Justo ahora se estaba dirigiendo a hacer una de sus entregas, estaba conduciendo en una zona bastante maltratada de la ciudad, y por donde no vivía mucha gente, esta situación le recordó un poco a cuando encontró su bastón, este pensamiento le provoco una ligera sonrisa, por que al final todo salió bien y el pequeño grupo que consideraba como su familia, solo se había hecho mas grande.

El GPS le indico que ya estaba bastante cerca de su destino, así que se concentro de nuevo en el camino y llego a un edificio, en una zona departamental, el lugar se veía bastante desolado, pensaría que no hay nadie viviendo cerca, si no fuera por unas personas caminando por ahí, y por el ruido que venia de los autos qué pasaban.

El edificio donde tenia que hacer su entrega se veía bastante viejo, una gran parte de pintura se había caído por el tiempo así que se podía ver el material con el que estaba hecho, era sorprendente que el edifico siguiera en pie después de todo lo que a sucedido en la ciudad, se acerco a la puerta hecha de vidrio, miro a través de esta y pudo ver a un vigilante sentado en un silla cerca de la puerta, parecía estar durmiendo, toco 2 veces para ver si llamaba la atención del vigilante, pero no lo logro, pensó por un momento que no podría entregar el pedido, pero decidió tocar otra vez, esta vez el vigilante se movió una poco de su lugar pero no fue suficiente para despertarlo, MK un poco indeciso por la situación en que se encontraba no sabia que hacer, así que intento abrir la puerta ya que no había revisado si siquiera estaba abierta y para sorpresa de el, lo estaba.

Debió haber hecho mucho ruido al abrir la puerta por que el vigilante que no se había despertado con sus otros intentos, acababa de despertar ahora, se quedaron viendo por unos segundos hasta que MK decidió hablar

—Em... vine de parte de los fideos de Pigsy, vine para entregar un pedio...—

El vigilante, que era ya un hombre mayor, probablemente en sus 50 y un tanto demacrado por los años, solo asintió ligeramente la cabeza en señal de que lo dejaba pasar, incluso si no lo hubiera dejado MK estaba seguro de que el hombre no hubiera podido hacer mucho para detenerlo, a él o a cualquiera, probablemente ni siquiera lo hubiera intentado, después de esto el vigilante solo volvió a su siesta y MK siguió con su camino, tenia que llegar al departamento 15, así que no debería tardarse tanto.

El edificio no tenia elevador así que MK tenia que usar las escaleras para subir de piso, mientras pasaba por los pasillos pudo ver que el interior del edifico no era muy diferente del exterior, algunas bombillas en el techo parpadeaban y las paredes estaban maltratadas, si no fuera por algunos ruidos de los departamentos seria un escenario perfecto para una película de terror, cuando estaba pasando por una puerta escucho un ruido fuerte como si algo grande se hubiera caído, pero como no escucho nada después de eso, solo siguió caminando, quería salir rápido de ahí ya que este lugar le ponía los pelos de punta.

Cuando llego por fin al departamento donde tenia que entregar los fideos se sintió aliviado ya que así se podía largar de ahí. Toco la puerta dos veces y puso una ligera sonrisa para mostrarse mas amigable, después de todo en algunas reseñas que recibían habían elogiando a MK, por mostrarse muy amigable cuando convivía con los clientes, se sentía orgulloso por eso.

MK espero unos segundos parado enfrente de la puerta, escucho algunos ruidos y a dos personas discutiendo, por las voces se puede suponer que eran una mujer y un hombre, esas voces traían una cierta familiaridad a MK, una que no le gustaba, ignoro ese extraño sentimiento de familiaridad cuando escucho a una persona acercarse a la puerta, ya estaba listo para decir su presentación habitual de cuando entregaba fideos.

Malos recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora