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Así que, ya son las cinco y media de la mañana, y aun sigo esperando a que Eunhyuk, si es ese su verdadero nombre, se digne a presentarse en su propia cita.

No puedo dejar de mirar a mi alrededor, intentado descubrir, si es uno de esos gordinflones grasosos, aunque lo dudo. Eunhyuk es un nombre coreano, y dudo de que alguno de esos grandullones sepa tan si quiera marcar corea en un mapa. Aunque claro, yo hasta que no he llegado a Texas, tampoco sabia marcarlo en el mapa.


La camarera, una mujer que, a pesar de su gran verruga negruzca en la barbilla, es simpática, me vuelve a rellenar la taza de café agrio.


Un camión de carga llega al aparcamiento, es normal, al fin de cuentas, estos lugares se abastecen de los camioneros con rutas largas. Así que no le presto atención.


La puerta del restaurante, o café, como queráis llamarlo se abre, haciendo sonar la campanita que esta cogida al marco de la puerta interior, pero para mi sorpresa, lo que entra por ella no es un camionero gordo y grasudo, sino mas bien lo contrario.


El chico, por que no debe ser mucho mayor que yo, lleva unos pantalones baqueros ajustados y rotos a la altura de los muslos. Las botas de cuero que lleva repiquean en el blanquecino suelo de baldosas baratas del lugar. Se quita la chupa de cuero con un sexy movimiento rotatorio de hombros, y deja a descubierto unos fuertes y musculosos brazos.


Lo miro sin parpadear, pero me doy cuenta de que, o solo yo lo veo, o el resto esta acostumbrado a verlo por allí, ya que nadie lo mira, ni la camarera le ha saludado.


El chico se sienta en frente de mi, arrastrando la silla, y sentándose perezosamente, subiendo los pies sobre la mesa mostrándome la suela de las botas.


- Siento la tardanza- me dice en coreano.


- Tu eres... eres...- tartamudeo sin dejar de mirarlo.


Joder!, exclamo para mis adentros. Aun no me creo que no llame la atención, esta buenísimo!. Lleva el pelo un poco largo y teñido de un color blanco platino, que le hace tener la piel mas blanca de lo normal. Lleva los ojos pintados, aunque no se le nota mucho, y lentillas, es evidente. ¿Quien sino iba a tener los ojos de una tonalidad rojiza?


- Puedes llamarme Eunhyuk- me dice con cortesía.


- Por que?...- pregunto en estado de shock.


Y por mucho que lo penséis,no se lo he preguntado esperando la respuesta por la muerte de mi familia, sino esperando la respuesta de por que esta tan bueno, y en cambio, no llama la atención de nadie mas.


- Por que, ¿Que?- me pregunta desanimado. Este alza el trasero ligeramente y cuando me he dado cuenta, en su mano, sujeta un cuchillo. Retrocedo, pero este solo me sonríe ligeramente.- Creo que debes tenerlo tu, no yo- entonces me tiende el cuchillo tirandolo sobre la mesa. Retrocedo con miedo de que este caiga sobre mi o se me clave, pero el cuchillo se para en el punto exacto antes de caer de la mesa- Mataron a tu familia con eso, lo correcto es que lo tengas tu.


PandæmoniumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora