En la fiesta de este año no vino ninguna persona de mi edad, de hecho los niños no estan invitados. El ultimo año, un niño vomito, así que mi padre decidió no invitar a los niños. Me dejo invitar a mis amigos de todos modos, eso si, deveríamos estar en mi cuarto, para que los demás no se ofendan ya que hay niños.
Asi que fuimos a mi cuarto,y decidimos jugar una guerra de almohadas, seguimos siendo niños. Nos estabamos divirtiendo hasta que alguien tocó la puerta.
Todos nos dejamos de reír en cuestion de segundos, para arreglar nuestros trajes y vestidos.
Una vez me arregle, fui a abrir la puerta, no me esperaba que fuera Draco Malfoy.
¿Que haces tu aqui?!- exclamé.
Tu padre me dijo que venga a vigilarlos, solamente me quedaré viendolos hacer estupideces, tampoco es que me importe mucho lo que hacen. -dijo con aburrimiento -si me permites voy a pasar.
Maldije en 100 idiomas en mi cabeza, odiaba que mi papá me controlara, y más con otras personas.
Esta bien, de todos modos no tengo opción- dije con tranquilidad.
Lo dejé pasar y con los chicos empezamos a susurrar que podríamos hacer. Encontramos algo para hacer pero deberíamos tener cuidado que Draco no nos viera.
Yo la traje- dijo Ahuron.
Perfecto, pero la mía es mejor- dijo Layla.
No es el momento para pelear chicos- exclamó Samantha.
Esta bien, aquí la tengo- dijo Ahuron sacando la droga de su pequeña mochila.
Genial- dije con una sonrisa- hace mucho que no la consumo, ya la extrañaba.
Empezamos a consumirla cuando escuchamos a Draco decir:
Oigan! Compartan un poco, se creen que son los únicos que consumen aquí?!
Nadie se sorprendió la verdad y tampoco le negamos así que solo vino y agarró un poco.
Muchas gracias- dijo con ironía.
Se me ahogo el pecho cuando me miro de reojo, se me revolvió todo el estomago y mis manos me sudaban.
Pensé que eran síntomas de las drogas así que no le di tanta importancia. También tomamos un poco así que no me sorprendió.
Unos minutos más tarde Ahuron y Samanthan estaban tan drogados que se durmieron abrazados, casi ni sabian lo que decían antes de dormir, juro haber escuchado a Ahuron decir que amaba a Layla pero no estoy segura, no estaba del todo conciente.
Draco empezó a platicar con nosotros, y a preguntarnos sobre nuestras vidas, algo raro pero estaba tan drogada que no pensé demaciado en eso en su momento.
La noche la pasamos todos juntos en mi cama de dos plazas, a las 6 me levanté yo y, al darme cuenta que la fiesta estaba por terminar, desperté a los demás.
Luego de que todos nos levantamos, nos intentamos arreglar lo más que podíamos.
Hicimos un buen trabajo porque nadie se dió cuenta.
Hoy tenemos que ir al colegio asi que rapidamente hize las maletas y me fuí hacia abajo, viendo a todos los elfos limpiar el piso y las mesas para que todo quedara como nuevo.
Le pregunté a mi padre que si cuando estuviera en Hogwarts me podría mandar algunos anillos, se me pierden muy rápido debido a mis delgados dedos, y a mi desorden.
En una mochila aparte agarre 2 libros para leer en el tren, estabamos cerca del mundo muggle así que estabamos cerca de la estación, no me tenía que apurar demasiado.
Al bajar con todas mis maletas y bolsos, un hombre fortachon y raro, con pelo largo, ruloso y negro tapandole la cara, un pantalon ajustado pero no lo suficiete para que se le marquen las piernas y una chaqueta de jean negro cerrada con una ligera abertura dejando ver de que color era la remera, azul oscuro.
Mis padres me dijeron que me habían dejado que lleve a Manolo, mi perro, es un Border Collie, tiene una mancha negra desde su nariz hasta entremedio de sus ojos, es todavía un cachorro así que le gusta mucho jugar y morder.
Luego de que me den mil consejos de como cuidar a Manolo nos fuimos con Jack, nuestro chofer, y mi hermano Matheo, que traía a su serpiente Nagini, la cual antes era mía. Me la robo papá para supuestamente, desacerse de un cuerpo pero luego se la dió a mi hermano y me dijo que había muerto por comerse a "semejante humano".
