Su Cama.

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Oliver no alcanzó a sujetar a Franz. Lo vio desaparecer en las escaleras frustrado. Esperaba poder dormir con él. Suspiró resonandole las palabras de Franz en la cabeza pero no dejó que le afecte durante demasiado tiempo. Había conseguido que Franz le propusiese mantener una relación basada en placeres, se sentía optimista acerca de lograr sentimientos en él.

Oliver subió las escaleras de su casa. Se oía la tv en la habitación de su madre y la cocina estaba hecha un desastre. Se puso a limpiar. Su madre no se alimentaba bien. Pero a veces su cuerpo le pedía toda clase de alimentos juntos a la vez y arrazaba con las alacenas, pero Franz lo mantenía de buen humor y enérgico.

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Los nudillos de Oliver habían sanado bastante y hacía un par de días que no ocupaba banditas. Los días que no tenía que trabajar se atrevía a rondar el colegio de Franz y verlo a la distancia. Su círculo social se había vuelto de gran interés para Oliver. Sentía rechazo al ver que alguien lo tocaba o se le acercaba de más, pero eso no cambiaba en absoluto el trato hacia él. No iba a perderlo por nada del mundo.

Aparentar se le daba realmente bien a Franz. Esos días luego de los encuentros intensos con Oliver, comenzaron los exámenes y el estrés empezaba a consumirlo. La idea de reprobar era una de las pocas cosas que le aterraban, no podía permitir ningún error si quería salir de esa casa cuanto antes. Pensó en ello mientras mordía un lápiz ansioso, viendo la pizarra y sin escuchar al profesor. De pronto pensó en Oliver, qué pasaría con él si lograba irse de ahí? Negó con la cabeza fastidiado, no era algo que debería importarle así que expulsó aquello de inmediato fuera de sus cuestionamientos.

No dormía hacía tres noches por estudiar. Había tenido que aguantar a su padre ebrio al llegar del viaje, Franz no pudo esconder su altanería y mal humor por los exámenes lo cual terminó en una cachetada que le dejó el labio roto y la mejilla morada. Escupió la sangre sonriendo sin quitar la mirada de lástima que tenía por su padre. Además de eso recibía amenazas de parte de los hermanos de Janet. Todos comenzaban a rumorear sobre Franz, algunos comentaban que se había propasado con la chica, otros que sus amigos lo habían traicionado al contarle a los hermanos mayores de Janet que salía con ella, a las finales no era nada bueno para él y su imagen.

Con todos esos problemas en la espalda Franz llegó a su casa vacía, helada y oscura. Dejó caer su bolso, nunca le había importado hasta ese momento en donde se imaginó la estufa prendida y una cena esperándolo. Tragó saliva preocupado por sí mismo y sus pensamientos patéticos. Se arrastró hasta su habitación y vio la ventana abierta, lo que movía las persianas por el viento.
Al cerrarla miró la ventana de Oliver. Apoyó la frente en ella con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Quería verlo con la excusa de querer follar sobre sus sentimientos de estar acompañado y atendido.

También Oliver estaba en exámenes. Su escritorio estaba delante de la ventana, esa decisión no había Sido ingenua, así que notó enseguida la presencia de Franz. Sonrió apenas. Talvez desde allí no viera que podía robarle una sonrisa con solo existir. Le saludó con la mano sosteniéndole la mirada un momento, notando el corte en su labio. Se señaló en el suyo propio cuestionandole a distancia qué le había ocurrido aunque lo sospechaba. O eran los chicos del auto azul o había Sido su padre.

Franz sonrió apenas ante su saludo colocando sus dedos en su cabeza, simulando una pistola, moviendo su pulgar como el gatillo.

- Te quiero aquí adentro.. - susurró sabiendo que no podía leerle los labios - qué mierda Franz.. - negó con la cabeza comenzando a pensar que estaba perdiendo la razón, culpaba a su vulnerabilidad por el estrés de la escuela, dejaba la puerta junta al llegar simulando haberse olvidado de cerrar pero en realidad queriendo que Oliver llegase a tomarlo a la fuerza otra vez. Fue a ducharse exhausto pero tuvo que sentarse en su escritorio a estudiar quedándose dormido con la mejilla en sus brazos a los pocos minutos.

Stalker Next Door (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora