La Otra Habitación

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- Hey imbecil!! Será mejor que me des una explicación del drama que hiciste en... en.. - Franz comenzó a enfocar con sus ojos acercándose un poco más y el destello de un rayo iluminó la habitación de Oliver aclarando la imagen. - o.. Oli.. Ver? - susurró comenzando a temblar sin creer lo que veía frente a sus ojos. Era Oliver inerte amarrado con una cuerda del cuello, colgando de un fierro en su techo.

A Franz se le entumió el rostro congelándose completamente. Pudo salir del shock segundos después apurandose en bajar las escaleras, pasando del borracho dormido de su padre en el sofá y salió descalzo y con pijama gritando para que le abrieran la puerta, desesperado. Estaba enojado, pero desaparecer de su vida? Y todo era su culpa? En ese momento entendía la gravedad de todo lo ocurrido comenzando a patear la puerta, sentía que cada segundo que pasaba Oliver iba desapareciendo de esa villa, de su vida.

No pudo entrar. Odió a su madre en ese momento. Rompió una ventana y entró tropezándose aunque él dolor en ese momento no era nada. Sacó su celular tembloroso irrumpiendo en su habitación mientras intentaba pensar qué debía hacer primero. Estaba pálido y colgando del cuello. No podía estar muerto, no podía, Franz no quería entenderlo.

- Por qué hiciste esto!! - Franz gritaba mientras atendían su llamada y abrazaba sus piernas para subirlo desesperado. Miró una silla corriendo a ella intentando desesperado desamarrarlo, cayendo con el cuerpo de Oliver a la cama.

- 911 cuál es su emergencia... aló? Cuál es su emergencia.

- Oliver despierta por favor!! . - le gritaba Franz intentando quitarle la cuerda sin querer hacerle doler. Veía sus ojos cerrados y las ojeras que él mismo le había generado. Sus ojos se humedecieron llorando como un niño por primera vez en mucho tiempo. Vio su cuello morado tomándole las mejillas con delicadeza, apoyando la frente en la suya. - despierta...

- 911 cuál es su emergencia. Colgaré ahora..

- No, no! - Franz cayó al suelo contestando el teléfono mientras este se movía en sus manos temblorosas.

Les dio la dirección pidiendo una ambulancia entre sollozos. Intentó hacer lo que le había indicado la operadora con primeros auxilios pero ni el lograba respirar normal. Se aferraba a la idea de que estuviese vivo pero no podía escuchar ese corazón grande y enérgico que sentía en su pecho cuando estaba encima suyo, no lo sentía. Oliver en su belleza yacía tranquilo en la cama mientras Franz humedecía su pecho y su rostro con sus lágrimas.

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Franz sin darse cuenta había mantenido el corazón de Oliver bombeando sangre. Pudieron estabilizarlo en la ambulancia, junto a su madre que aún trataba de entender qué había ocurrido. Había visto a un chico que no conocía en el cuarto de su hijo, vidrios en el piso. A Franz no le permitieron ir por ser menor de edad y aunque se lo hubiesen permitido había quedado congelado sin responder prácticamente a nada. A la médico le dolió dejarlo allí solo en la oscuridad de esa casa.

- Ve a casa de alguien. No te quedes solo. - le acarició el hombro antes de partir.

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En el hospital Oliver había recuperado la conciencia bastante rápido aunque seguía aturdido y tenía el cuello quemado con las trazas regulares de la cuerda que había usado. No podía hablar y le dolía absolutamente todo. Luego de algunas revisaciones lo sedaron y lo mantuvieron así un par de días.

Franz recordaba el momento exacto en que le pusieron la mascarilla a Oliver y soltó su mano para ver cómo se lo llevaban a la ambulancia.

Su padre no entendía nada al despertar. Veía a su hijo lloroso en la cocina o el living viendo la nada y escuchó los rumores del hijo de la vecina de enfrente. De todas maneras hizo lo que obviamente haría y llamó a la madre de Franz para que se encargara de la situación. Ella lo llamó una sola vez y Franz terminó diciéndole que se preocupara de ella y de su nuevo engendro con su novio del que tanto dependía.

Stalker Next Door (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora