Stalker Next Door (+18)

La Cuerda.

Luego de la fiebre Franz no volvió a buscarlo. Se enfocó tanto en sus estudios y socializar con gente en la escuela que había logrado alejar a Oliver, pensando en él en las noches o soñando con lo que habían hecho en su cama. Ese calor, adrenalina y seguridad que le había regalado con tantas ganas. De día a veces hasta se olvidaba que podía observarlo por la ventana, se había propuesto con tanta fuerza olvidarlo que por momentos podía lograrlo.

Un chico se había apegado a él desde que habían comenzado a estudiar juntos. A Franz le servía por que el chico en sí era una biblioteca, más allá de llamarle la atención. Cada vez que lo miraba pensando en alguna posibilidad sexual o miraba a otros chicos en deportes, mirando sus cuerpos, inevitablemente los comparaba con Oliver siendo insuficientes para su gusto. Se había convencido de que eso sucedía por haber sido el primero, quizás podría disfrutar aún más con otros, solo tenía que intentar.

Sumido en esos pensamientos, Franz caminaba a su casa con su compañero hablando del examen que tendría en la mañana. Franz nunca dejaba pasar a nadie a su casa si no era una chica que llevaría a su cama, pero tuvieron que hacerlo para estudiar. Fueron a su cuarto y acomodaron el escritorio comenzando a repasar. Era consciente de que Oliver podía verlo, pero no se lo cuestionó demasiado aunque le daba rabia sentirse un poco culpable, sin saber por qué.

Notaba que el chico se sonrojaba si se acercaba mucho, entregándole cierto poder que sentía antes con las chicas, ese control de las situaciones que no tenía con Oliver, lo cual alejaba esa vulnerabilidad vertiginosa.

Cuando fue a dejarlo a la puerta entregándole su libro el chico se acercó torpe, besándolo, lo cual lo sorprendió. Franz miró de reojo la casa de su vecino pero no tardó mucho en corresponder, abrazándolo del cuello, intentando concentrarse en el beso, comenzando a enfadarse, no podía sentir nada, ni siquiera su lengua o su aliento le provocaban alguna especie de excitación. Cortó el beso cansado de besarlo y esa incomodidad, despidiendolo y entrando aún más aproblemado a su casa. Quizás si pudiese intentar con otro, quizás si solo dejase de existir Oliver. Subió a su habitación sintiendo una frialdad tosca en el cuerpo.

✨✨✨

Oliver había quedado temblando en su cuarto al ver a un chico en el cuarto de Franz. Otra vez había perdido su mirada, lo ignoraba como si no existiera. Bajó apurado las escaleras en el momento que los vio salir a ellos del cuarto topandose con Franz abrazado de su cuello.

Tenía los puños apretados y la mirada agitada. El pecho lo sentía como un agujero negro capaz de tragarse todo a su paso. Lo odiaba. Odiaba a esa persona cuyo nombre no conocía. Odiaba el trato que Franz le daba. Se odiaba a sí mismo por estar desesperado en complacerlo, incluso en aquel momento. La mente le iba a toda velocidad entre recuerdos de su relación, las posibles estrategias para recuperarlo y las opciones de cómo quitar a esa persona de su camino. Quería enfrentar a Franz, pero talvez había Sido su desesperación y reclamos lo que habían hartado al chico que ahora besaba otros labios. Quería gritar hasta desgarrarse la garganta o golpearlo, si, a Franz hasta que el dolor fuese equivalente. Necesitaba aire. Salió de allí a la calle, por el mismo camino que había tomado el nuevo compañero de Franz. No lo halló regresando tarde en la madrugada agotado y congelado.

_____________________________________

Su cuerpo no le respondió nuevamente aunque fuese un chico, todo había vuelto a la normalidad para Franz excepto su sexualidad que la presencia de Oliver parecía incentivar tremendamente. Miró enojado el techo y cerró las persianas decidido a olvidar esa ventana.

Esa semana había pasado nublada y a veces con lluvia, monótona y gris, aunque cada vez que podía Franz regalaba sonrisas y compartía con sus compañeros para no tener que soportar que le preguntaran que le ocurría. Su ego debía ser todo, no lo dejaría de lado por nada del mundo. Comenzaba a saberse atractivo y manipulador, así debía ser sí quería cumplir sus objetivos.