All This And Heaven Too - KarZer

V. Relax, Take It Easy.

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× Resumen del Capítulo ×

Una aparente comida tranquila en familia. Karchez va a la biblioteca.

O, resumen alternativo;

El conocimiento es poder.jpg

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El resto de la mañana se esfumó inadvertidamente mientras padre e hijo no solo preparaban el pastel de cumpleaños de la elfa, sino también la comida para los tres. Los filetes de carne de vaca fueron menos laboriosos de cocinar y la guarnición de patata horneada provocó que la combinación de olores en la cocina hiciera agua la boca de Karchez.

Cuando la madre del chico abrió la puerta principal de la casa, ambos hombres estaban colocando los cubiertos sobre la mesa mientras un coro de gruñidos salía de sus estómagos. La mirada cansada de la elfa se desvaneció en cuanto los vio, sonriendo para ambos. Un beso fue a parar a los labios de su marido mientras otro aterrizaba en la mejilla sonriente de su hijo.

La familia comió tranquilamente mientras la madre de Karchez comentaba su día en el trabajo, detrás de su puesto en el mercado del centro del pueblo, vendiendo los productos fruto de los ganaderos y agricultores. La conversación se hizo trivial cuando el tema pasó de uno a otro, así sucesivamente hasta que Karchez comentó sus desafortunados descubrimientos con el libro roto.

—¿Le faltan páginas, dices? —intervino la elfa en medio de la diatriba del chico.

—Sí, y encima le pasa algo raro al índice —dijo, haciendo una pausa para ordenar la explicación en su cabeza. —Es como que debería tener más secciones, pero no está escrito en ninguna parte.

Karchez jugueteó desanimado con un trozo de carne mientras hablaba, ignorando por completo la mirada fugaz, pero intensa que sus padres intercambiaron de un momento a otro.

—Quien sabe, puede ser que lo rompieras cuando eras pequeño —teorizó su madre.

Esta era, en realidad, una posibilidad muy factible, dado que el chico prácticamente no recordaba la antigüedad de ninguno de los libros que llenaban su estantería. Sin embargo, Karchez sabía que no estaba en su naturaleza romper objetos, ni siquiera cuando era más joven y mucho menos un libro.

—Ya... —respondió Karchez simplemente mientras su tenedor se clavaba en la comida.

El silencio se hizo durante unos segundos. Sus padres volvieron a mirarse rápidamente, dirigiendo luego sus ojos a su hijo distraído.

—¿Por qué ibas a la biblioteca? —preguntó de repente su padre, provocando que la elfa mirara con atención a su hijo mientras se metía un nuevo trozo de carne a la boca.

—Ya te lo he dicho —empezó después de tragar. —, para devolver un libro.

—¿Cuál? —intervino su madre.

—El de Steve Notch, el de "Matar al Dragón del Fin". Estoy intentando ser responsable.

—¿Mi hijo? ¿Responsable? No me lo puedo creer —rio la mujer. —Estoy segura de que no has quitado el polvo de tu estantería —continuó con una sonrisa, sabiendo ya la respuesta.

—Sí, bueno, la verdad es que no —exhaló aire Karchez mientras sonreía también. —Además, estoy seguro de que ese libro tendría que haberlo devuelto hace años.