All This And Heaven Too - KarZer

VI. Stuck.

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× Resumen del Capítulo ×

Karchez se encuentra con alguien y alguien lo encuentra a él.

O, resumen alternativo;

Aparece un viejo sabroso y el niño es imbécil.

O, resumen alternativo del resumen alternativo;

*la autora hace la t-pose*

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Como la pelirroja bibliotecaria le había mencionado, estaba anocheciendo. Las sombras de los edificios y de las farolas todavía apagadas se alargaban y serpenteaban por el suelo mientras Karchez contemplaba el horizonte. El cielo anaranjado se desvanecía en tonos morados y azules oscuros con una rapidez silenciosa, anunciando la llegada del manto de estrellas que solía acompañar a la luna.

Esta vez, el chico caminó más despacio hacia su casa, arrastrando los pies como si tuviera yunques dentro de los zapatos. La frustración envenenó su cerebro con amargura debido a lo infructuosa que resultó ser su búsqueda de una copia del libro. No contó con el problema de organización de la biblioteca y ahora, estaba igual o más perdido que esa mañana.

Su mente siguió teorizando sobre la criatura del bosque, debatiendo si realmente encontraría algo respecto a ella en algún libro. Por un momento la idea de volver a adentrarse a la Arboleda Roja cruzó su mente fugazmente, pero con la misma velocidad un escalofrío recorrió su columna vertebral para disuadirlo de hacer tal cosa. El recuerdo de la persecución en la oscuridad de la noche anterior revivió el sentimiento de miedo que sintió cuando estaba corriendo por su vida.

Podría haber muerto esa noche y probablemente nadie nunca habría encontrado su cadáver. La criatura que lo persiguió era sin duda más rápida que él y podría haberlo atrapado perfectamente, pero supuso que tuvo un golpe de suerte, que los árboles se interpusieron en el camino o que el ser no era realmente malvado.

«Me trajo las cosas», reflexionó, «¿podría haber sido una estrategia para que bajara la guardia?», se preguntó internamente.

El chico no estaba dispuesto a cometer más estupideces de las necesarias y decidió que no iba a arriesgarse para probar cualquiera de sus teorías. Aun así, la duda de que se tratase del Monstruo Morado siguió dando vueltas en su cabeza durante un buen rato más mientras seguía caminando distraídamente. Lo poco que logró ver la noche anterior de la criatura no encajaba con las descripciones de los relatos que se contaban.

«Además, yo no creo en monstruos», razonó decidido mientras fruncía el ceño. «Estoy seguro de que era otra cosa».

—¡Karchez! —una profunda voz lo llamó desde detrás, sacándolo abruptamente de sus pensamientos y provocando que todos sus músculos se contrajeran preparados para correr; habiéndose detenido sin pensarlo dos veces.

El chico giró la cabeza lentamente hacia el origen de la voz, encontrándose con una silueta negra, acercándose desde donde el sol se ponía. El contraluz le impidió ver el rostro del hombre con gabardina que caminó lentamente y con dos bolsas en las manos. Las gafas sobre la cabeza de la silueta brillaron con los últimos rayos de sol a medida que se aproximaba más, pero Karchez se permitió relajar su cuerpo cuando las farolas se encendieron para revelar a Reborn a pocos pasos de él.

—¿Qué haces aquí? —preguntó el chico mientras extendía la mano y veía como el otro hombre dejaba una bolsa para coger su extremidad y estrecharla en un amistoso apretón.