All This And Heaven Too - KarZer

IX. Generation Why.

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× Resumen del Capítulo ×

Mientras Karchez da palos de ciego, se da cuenta de que el misterio es más arraigado de lo que pensaba.

O, resumen alternativo;

No avansas, eh.

O, resumen alternativo del resumen alternativo:

No sé jugar al póquer y espero que vosotros tampoco.

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La torre de guardabosques se irguió orgullosa sobre una loma a lo lejos y se hizo más grande a medida que Karchez y Dess se acercaban a paso ligero. La frondosidad que los rodeaba fue disminuyendo paulatinamente, empezando a notarse como el terreno había sido cuidado y despejado de manera que todavía no perturbara el orden natural del entorno. Claramente, estaba entrando en el terreno que Reborn había reclamado como suyo tiempo atrás, donde los arbustos apenas se elevaban del suelo y las ramas más bajas de los árboles estaban a unos buenos dos metros de la tierra.

Finalmente, habían llegado a un recinto vallado con una malla metálica que delimitaba una zona segura bajo la torre de guardabosques. Los ojos de Karchez desenfocaron las formas romboidales de la valla a favor de fijarse en lo que estaban protegiendo, mientras Dess se ocupaba de retirar la cadena y el candado que cerraba la verja de metal.

Como era de esperarse de un hombre tan recto y ordenado como Reborn, cada cosa parecía tener un sitio designado bajo la base de la torre o cerca de la propia valla. Una pequeña caseta, que rápidamente identificó como un gallinero por las plumas y paja que sobresalían de las cajas, se encontraba apartado en una de las esquinas junto con un pequeño cerco que permitía a los animales deambular y picotear el suelo. En la otra esquina de la valla, unos cuantos huertos con diferentes hortalizas parecían haber sido regados esa misma mañana. Y entre medias, había varios puestos de trabajo y talleres de los que el chico desconocía el propósito, pero que, conociendo al dueño del lugar, tenían una utilidad real y no eran simple decoración.

«Este sitio no ha cambiado mucho desde la última vez», notó reflexivamente el chico.

Cuando finalmente Dess abrió la verja, Karchez se limitó a seguirlo hasta las escaleras que subían hacia la parte superior de la torre. La madera de toda la estructura era robusta, lo suficientemente fuerte para aguantar las adversidades meteorológicas y su propio peso, sin embargo, algún que otro escalón crujió bajo el peso de ambos y el chico se dio cuenta de que algunas tablas habían sido cambiadas recientemente. Por supuesto, el mantenimiento solo podía ser obra de Reborn, por lo que sonrió al imaginarse al hombre gruñendo mientras hacía su trabajo.

Una vez en la parte de arriba, Karchez se deleitó con las amplias vistas de la Reserva que se podían custodiar desde ahí; más a lo lejos, los edificios más altos de Ayitrot deslumbraban bajo el sol del mediodía. El chico comprendió enseguida por qué tanto su amigo gruñón como el homo-lupus habían decidido que este era un buen lugar para vivir, y sinceramente, los envidiaba un poco.

—Si has terminado de flipar, ¿podemos meternos dentro antes de que me ase de calor? —la burla y queja de su peludo amigo vino desde detrás de él, lo que provocó que se girara justo a tiempo para ver a Dess tirar del cuello de su sudadera en un intento de refrescarse. Sus orejas puntiagudas estaban caídas mientras hacía un esfuerzo por contener su lengua dentro de su hocico.

—Tampoco hace tanto calor —devolvió el chico con una pequeña risa antes de seguir al homo-lupus al interior de la torre.

—Dilo por ti —bufó molesto.