El Beso

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Apo:

Encontrar a alguien conocido en el gimnasio fue bueno, tendría con quién hablar.

Generalmente yo tenía buena memoria y el momento en el que conocí a Mile sabía de quién se trataba, Bible y Tong me contaron sobre él y su pasado con Build, mi actual cuñado. La verdad todas esas cosas malas me causaban mucha rabia y enojo, pero ver que Build lo había perdonado, me hizo dar cuenta que no es bueno guardar rencores y mucho menos si el daño no te lo habían hecho a ti. Al final de cuentas Mile era un ser humano, cometió sus errores, sí, pero nadie debía juzgarlo más que Build. Además, él iba a terapia y se notaba que estaba ya algo rehabilitado.

De todas formas, el día que lo conocí me pareció una buena persona, así que me cayó bien.

Aquí en el gym, se veía callado, aunque la primera vez también lo fue. Lo bueno es que yo era una persona muy charlatana, me gustaba hablar de todo. Pong a veces me decía que hablaba hasta por los codos y que no podía mantenerme más de cinco segundos callado. A veces llego a hablar hasta tal punto que hago que las personas se sientan incómodas, creo que ese fue el caso con Mile. En las duchas hablaba con él y lo noté incómodo cuando me dijo que iría al baño. Al ver esto solo me di prisa en la ducha para poder darle su privacidad.

Cuando salí, vi que había recibido un mensaje, era de Pong. Teníamos una cita hoy, habíamos planeado esto por semana, pero hoy en la mañana tuvimos una discusión que no acabó muy bien, ya que él solo se fue sin que arregláramos las cosas. Esto ya se estaba volviendo una costumbre.

El mensaje decía que llegaría algo tarde. No pude evitar sentir tristeza, pero bueno, tal vez podría comer algo ligero con Mile antes de mi cita con mi esposo. Generalmente en los lugares lujosos que me lleva Pong la comida es muy poca e insípida para mi gusto.

– ¿Todo bien?– escuche a Mile que salía de las duchas. Traté de lucir lo más feliz posible, aunque por dentro esté sintiendo ansiedad.

– mmh– guardé mi celular de prisa mientras terminaba de secar mi cabello.– date prisa, iremos a comer algo delicioso.

– Claro, dame un segundo.– me giré para que él pudiera vestirse con comodidad.

Decidí llevarlo a uno de mis lugares favoritos de comida, es tranquilo, a la intemperie. Además que sus platillos son extremadamente deliciosos.

Luego de ordenar, estuvimos hablando de todo, pero no pude evitar notar que Mile tiene una sonrisa muy hermosa, es de esas sonrisas que te contagian de alegría.

– ¿Te han dicho que tienes una linda sonrisa?.– no pude evitar decírselo.– sí, efectivamente tu sonrisa es muy linda, deberías sonreír más seguido, la vez que te conocí te vi con el ceño fruncido y hoy también, hasta me daba la impresión que te estaba obligando a estar a mi lado... ¿No te estoy obligando, verdad?

– No, no.– parecía asustado.– es solo que yo tiendo a ser una persona seria, no me gusta hablar mucho. Pero no quiero que pienses que no me gusta escucharte, me agrada cuando hablas y dices todo lo que se te viene a la mente, es agradable. – me agradó que se abriera de esa forma conmigo, me encanta que las personas se sientan a gusto a mi alrededor. Estaba teniendo un buen progreso con Mile.

Cuando la comida llegó, yo me limitaba a cortar carne y ponérsela en su plato, o darle de probar algunos platillos que creí le gustaría.

Pero el momento fue quebrado por el sonido de mi celular, le pedí disculpas a Mile y fui a la entrada para contestar, era Pong.

– Hola, cariño.– quería sonar menos molesto que esta mañana.

Hola...

– ¿Pasa algo?

Caminos entrelazados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora