Mile:
La cabeza me dolía esta mañana, sentía que todo a mi alrededor giraba y tenía muchas nauseas. Estos últimos días no han sido buenos para mi. Mi terapeuta dice que es el desapego emocional lo que hace que mis noches sean tormentosamente largas y mis días un martirio interminable. Me dijo también que lo único que necesito es conocer personas nuevas y eventualmente terminaré olvidando a Apo.
Es la tercera noche que traté de seguir su consejo y ahora tengo a un muchacho que conocí tendido en mi cama, desnudo. Sin embargo, el recuerdo de Apo no se ha ido y la noche se me hizo aún más larga que otras veces.
Decido levantarme porque ya es hora de iniciar con mi rutina, lo primero que hago es darme una larga ducha para relajar mis músculos y mis extremidades que se encuentran algo adoloridas. Una vez que salgo del baño me visto con mi traje negro y mi camisa roja mientras observo al joven que me hizo compañía anoche, él no es mi tipo, es muy joven, pequeño, tiene un cuerpo estilizado y algo afeminado. Definitivamente estaba muy borracho.
Al salir de mi departamento le digo a la ama de llaves que se encargue de despertar al muchacho que está en mi habitación y que le prepare el desayuno.
El día en la oficina no era nada de otro mundo, papeles, contratos y juntas con clientes nuevos, además que tenía que corregir los fallos de mi nuevo asistente. El cuerpo me pesaba y necesitaba un descanso. Y como si el cielo escuchara mis súplicas, recibí un corto mensaje: "Te necesito".
Miré extrañado ese par de palabras, jamás en mi vida creí que me escribiría para pedirme algo y mucho menos para decirme eso. Luego de un rato una ubicación me llegó desde el mismo número, era un café que quedaba a unas cuantas calles.
Con un tanto de escepticismo, tomé mi abrigo y salí del lugar sin decir nada a nadie, me intrigaba la razón del mensaje, así que me di prisa.
Una vez fuera del café, traté de poner mi mente en orden. ¿Hace cuánto no lo había visto? Más aún ¿Desde cuándo nos llevamos bien? Que yo recuerde, nunca.
Entré al lugar y él se encontraba ahí, con su guitarra al costado de la silla. Hizo el ademán de sonreírme, pero yo le devolví una expresión seria. Aún así me acerqué a la mesa y me senté frente a él
– Tiempo sin vernos, Mile, creí que habías envejecido, pero aún tienes la cara de imbécil.
Ja ja, ahí estaba el estúpido con sus bromas.
– Si me escribiste para joderme la existencia, Jeff, lo mejor será que me vaya.– quise levantarme, pero él me sostuvo y me hizo sentar de nuevo.
– Lo siento, lo siento. No puedo perder la linda costumbre de tratarte bien.
– ¿Qué es lo que quieres?
– Tranquilo, vamos por partes. – hizo una señal al mesero y pidió dos tazas de café. En cuanto el muchacho dejó las tazas sobre la mesa y se marchó, Jeff volvió a hablar. – Fui a la boda de Build, se nota que ya te ha olvidado.
Creí que si alguien lo mencionaba, todo mi progreso se iría al carajo, pero no. No sentí nada cuando me lo dijo.
– Estoy seguro que sí, han pasado cosas malas entre nosotros durante nuestros últimos meses de relación. En sí, me alegro que haya encontrado a alguien que pueda llenarlo de alegría después de tanta oscuridad.
– ¿Qué fue lo que pasó?. – puso su mirada expectante sobre mi
– Nada que te importe. Ahora vamos al grano, tengo trabajo que hacer y estás colmando mi paciencia.
Luego de dar un gran sorbo a su café, Jeff soltó un largo suspiro.
– Creo que me enamoré.
Me quedé callado por un tiempo, esperando por más detalles, pero no llegaron.
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Caminos entrelazados
RomanceApo tiene su vida soñada, se casó a temprana edad con Pong un joven de familia adinerada y abiertamente Gay. Su matrimonio es simplemente perfecto... a los ojos de los demás. Antes sí lo era, pero con el paso del tiempo Apo quiere formar una familia...