No te me acerques

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Tong:

Había besado al esposo de mi amigo. No, besar quedaba corto, prácticamente habíamos cogido en el baño del evento.

El dolor de cabeza y el remordimiento a tempranas horas de la mañana no era nada lindo y lo peor de todo, es que tenía que verme con Build para comprar unas telas. El café y la aspirina no aminoraba el revuelo de emociones y dolores que traía en mi interior.

La ducha con agua fría no fue una buena idea, sobretodo con el clima helado con el que había amanecido la ciudad de Bangkok, lo cual era raro, pero era la época del año en que las temperaturas disminuían.

Estaba parado como un idiota desde hace media hora y mi café casi se acababa, si Build no aparecía en los próximos minutos, iba a marcharme, pero para su suerte lo vi correr desde la acera de enfrente.

– Lo siento, lo siento, te hice esperar mucho.– dijo entre jadeos al llegar a mí, noté que traía una bufanda mal puesta y debajo de esta, en su piel habían marcas de besos. Bueno, ahora entiendo la tardanza.

– Mm, claro. No importa– le dije cuando empecé a caminar– deberías decirle al vampiro de Bible que no te succione toda el alma antes de la boda.

Pude notar por el rabillo del ojo que se acomodó la chalina con nerviosismo y se puso color tomate. Yo solo continué caminando para entrar al lugar donde compraríamos las telas.

– ¿Ya decidiste el color de la tela?– le pregunté mientras veíamos algunas color negro.

– Estaba pensando en casarme en algún tono marfil, perla o solamente blanco. Bib dijo que usaría negro, sabes que es su color favorito.

– Sí, sí. El tuyo es azul y no veo que estés optando por ese color. ¿Por qué Bible es tan obstinado?, Debería usar blanco como lo sugerí, así los dos se verían lindos combinados.

– Sí, pero si él usa negro, será como una boda tradicional. Él de traje oscuro y yo con el traje blanco.

– Puaj, ahora de alguna forma subliminal sé que eres el de abajo.– este comentario hizo que Biu se sonrojara de nuevo– es broma, es broma. Yo también lo soy y la mayor parte del tiempo es mejor, puedes volver loco a tu pareja con algunos trucos.–Le guiñé el ojo mientras él me veía atento.

– ¿En serio? ¿Y cuáles son esos trucos?.

– Bueno, el secreto está en... dejarlos calientes y con ganas. Tú escapas dejándolos con una gran erección entre sus piernas.

Empecé a matarme de risa mientras veía la expresión incrédula de Biu, pero la risa se me cortó cuando vi entrar a una pareja al lugar y lo peor de todo es que los recuerdos de anoche se vinieron a mi mente.

Apo hablaba molesto a su esposo, Pong, mientras este estaba sumergido en la lectura de algún catálogo que llevaba en sus manos.

Mi primer acto reflejo fue empujar a Biu al fondo del local, para que podamos perdernos entre las telas.

– ¡Ay!, Tong, me lastimas. Las telas que quiero están por allá.

– Lo sé, lo sé. Pero yo quería ver estas de aquí para nuestra tienda, creo que a la gente le gustaría este tipo.

– Mmm ¿Tú crees?, Yo siento que el diseño es un tanto tosco, sabes que no me gusta comprar telas de mala calidad.

– Sí, lo sé. Pero sus diseños me parecieron lindo e interesantes. – comencé a hablar cosas sin sentido para que Biu no se diera cuenta de mi nerviosismo. – ¿Qué tal estas?– lo jalé hacia el otro lado de la tienda en cuanto vi que la pareja aparecía por el pasillo en el que estábamos. – Tienen una textura fina.

Caminos entrelazados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora