Problemas y más problemas

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Tong:

Estaba un tanto agotado, había pasado semanas yendo y viniendo del hospital. Un amigo mío se encontraba delicado de salud, los médicos no le daban mucha esperanza de vida. Esto me tenía emocional y mentalmente mal. Él era mi amigo de la infancia, prácticamente lo habíamos hecho todo juntos, ir a la escuela, a la universidad, incluso estuve con él cuando se casó, cuando tuvo su hijo y estaba nervioso en la sala de espera y cuando su esposa lastimosamente murió. Pero luego por algún motivo que no quiso decirme, él y Tom, su hijo, tuvieron que marcharse a Nueva York. Desde entonces no he sabido nada de ellos.

Pero hace un par de semanas recibí una llamada de su madre, me contó su situación y que al enterarse que se encontraba en etapa terminal, lo trasladaron aquí, a Bangkok.

Es por eso que estas semanas me encontraba pasando días y noches enteras en eo hospital, esperando algún milagro para que él pueda sanarse.

Ahora estaba descansando un poco en la sala de mi casa, luego de haber tomado una larga ducha para relajarme de todo el estrés por el que estaba pasando.

Pero mi descanso duró muy poco. Recibí una llamada de la madre de mi amigo, me dijo que por desgracia su corazón no había resistido y que murió hace aproximadamente media hora. Me pidió también que le ayudara a realizar los trámites para el funeral y el entierro.

Así lo hice, como imaginé, su familia estaba destrozada y nadie tenía cabeza para realizar tanto papeleo, así que me encargué de todo. Build, Bible y Mile me acompañaron en todo momento.

Fue hasta la noche del entierro que no pude evitar derrumbarme.

Bible y Biu se fueron a sus casas luego del entierro y Mile se ofreció en acompañarme hasta mi casa.

– Tong, sabes que si quieres llorar puedes hacerlo, ¿Verdad?.– me dijo Mile antes de que entrara a mi casa. Un nudo se formó en mi garganta.– sé que eres una persona fuerte, pero hasta las personas fuertes tienen derecho a derrumbarse de vez en cuando.

Fue ahí que ya no pude más, todo lo que había estado aguantando durante semanas explotó en un momento. Me abracé fuertemente de Mile mientras descargaba todo mi dolor, enojo y frustración.

– Me siento tan inservible, Mile. Todos estos años él estuvo enfermo y yo no sabía nada, no pude ayudarlo. Y ahora que nos vemos después de tiempo, él simplemente murió y yo no podía hacer nada mientras lo veía apagarse poco a poco.– mis sollozos iban en aumento y creía que nunca pararía de llorar. Pero pasado un buen rato, poco a poco todo el peso que traía en mi pecho se fue desapareciendo.

Mile me separó un poco y empezó a limpiar las lágrimas de mis mejillas.

– No puedes considerar un mal amigo a alguien que ha estado con él en sus aventuras y en sus momentos difíciles. Sí, no estuviste con él cuando enfermó, pero eso fue porque él no te lo permitió. Sin embargo, en cuanto lo supiste, corriste a ayudarlo, cuidaste de Tom cuando todo se puso difícil y ayudaste a su familia para el entierro. Te mantuviste fuerte y firme para ser el consuelo de todos. Así que no te considero un mal amigo, eres el ser más dulce y piadoso que puede existir en la tierra. Eres el pilar para muchos... Y me incluyo.

Todo lo que dijo Mile hizo que una calidez se instalara en mi pecho.

– Mmh estás muy amable, ¿Hay algo que quieras?

– De hecho necesito un favor.– hice un puchero al oír eso, pero Mile solo soltó una carcajada.– es broma, es broma, solo quería que sonrías.

– Aún no puedo creer que antes te odiaba y ahora estoy abrazándote y recibiendo consuelo de ti.

Caminos entrelazados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora