The letters [MikaYuu] |Short-Fic| (Terminado)

• Carta para Shiho y Lacus •

Aproximadamente dos meses después del suicidio de Yuuichirou, Shiho y Lacus continuaban viviendo tranquilamente. No sentían culpa en sí, pues la realidad era que no creían tener ninguna responsabilidad de ello. Es decir, todos sabían lo raro que era, así que no era algo de lo cual estar sorprendido.

Hasta habían olvidado por completo la carta que Ferid les había entregado, porque había importado tan poco que simplemente su cerebro había decidido desechar el recuerdo de él dándoselas.

Eso sí, habían ganado un poco de popularidad después de que ya no fueran obligados a juntarse con "el raro" de su clase y hasta se sentían muy bien sin "la molestia" que era tener que cuidar de Yuu. De hecho, sentían que la vida era mucho mejor ahora, por muy feo que pudiese llegar a sonar.

Entonces, la época de su útimo festival escolar antes de graduarse llegó con suma rapidez y cada clase estaba preparando su evento. Típicamente, ellos se encargaron de proponer un café, cosa que todos aceptaron al final. Así que poco a poco empezaron las preparaciones.

El día fue atareado y apretado, pero cuando tuvieron su descanso decidieron darle una vuelta a las demás clases: habían casas embrujadas, otros cafés, exposiciones de arte, y muchas otras cosas. Hubo una clase en especial que llamó su atención, era de primer año y había hecho un café crossdresing, lo que les pareció divertido.

Al entrar, estallaron en risas al ver a los chicos vestidos de chicas, se veían muy divertidos y forzados, como travestis mal arreglados. Sin embargo, hubo uno en específico que no parecía para nada un travesti, hasta creyeron injusto que se viera tan lindo y lo observaron inquisitivamente mientras estaban allí, lo que lo hizo sentir muy incómodo.

—Disculpen —llamó otro estudiante, era hombre, pero no estaba vestido de chica. Llevaba un traje y su cabello peinado hacia atrás de una forma muy sexy; Lacus pasó saliva—. Todos sabemos que Yoichi se ve muy bien en su traje, pero por favor no lo miren de esa manera, lo están asustando.

—¿Ah? Los ojos se hicieron para mirar —contestó Shiho enarcando una ceja.

—Se los estoy pidiendo amablemente —musitó él—. Es muy tímido.

—Oye... Simm, ¿cierto? —leyó el pelipúrpura en su gafete—. ¿Por qué tú no estás vestido de chica?

—Yo hago de seguridad, tengo que cuidar de los demás —respondió—. Así que si siguen molestando a Yoichi, me temo que tendré que pedirles que se retiren.

—¡¿Ah?!

Shiho solía ser muy prepotente, odiaba que le dijeran qué hacer, razón por la cual se molestó tanto cuando Rene le dijo aquello. Vamos, que no estaba haciendo nada, solo mirando. Pero como le hartaba que le dijeran qué hacer, así que, naturalmente, armó un escándalo.

Lacus estaba más enfocado en mirar al Simm que en ayudar a su amigo, así que apenas reaccionó cuando vio que estaban por darse de a golpes. Jaló del brazo al pelirrosa como pudo y este se dio cuenta de que aquel lindo castaño hacía lo mismo con el ojeroso.