Live is life

Capítulo seis

Isabel se sorprende cuando su padre da un golpe a la mesa.

-¿quieres parar de jugar con la comida y acabarte las lentejas de una puta vez?- grita él, enfurecido.

Ella lo mira seriamente y se lleva la cuchara a la boca. Odia las lentejas, y por las noches no tiene nunca mucha hambre. Además que después de lo que ha pasado con Maza, no le apetece meterse nada en el cuerpo.

Estaban los dos en la mesa, cada uno en una esquina, se tienen al frente. La casa está silenciosa, solo se escuchan las cucharas cuando tocan los platos y los sorbidos que hace su padre para comerse las lentejas.

Isabel empieza a comer rápidamente para acabar ya con su plato. No quiere estar ni un segundo más en esa mesa.

Antonio la está mirando fijamente. Ella le va echando miradas cada dos segundos para ver si la sigue observando, y se incomoda cada vez más al ver que si que la sigue mirando.

-estaban buenísimas.- dice ella fingiendo una sonrisa, al acabar sus lentejas. Él la sigue mirando y ella mira al plato sin saber que hacer.

-madre mía, parece que me tienes miedo, no aguantas ni dos segundos mirándome a la cara.- Antonio se ríe como un loco tras decir eso. Isabel sonríe incomoda.

Él arrastra la silla para atrás y se va de la mesa. Se dirige al comedor para ver una película del oeste y a emborracharse. Ella recoge los platos de ambos y se pone a lavarlos. Mientras lo hace, practica lo que le va a decir a su padre.

Una vez a acabado, se acerca al comedor lentamente. Está detrás de él y cuando está a punto de hablar se vuelve a girar y vuelve a la cocina para practicar otra vez lo que le va a decir. Se mueve de un lado para el otro con nerviosismo.

Se piensa como debería hacerlo. A lo
mejor debería sentarse con él y en algún momento de la película decirle lo que hará mañana, o igual sería mejor estar de pie y así poder irse corriendo en caso de que pasara algún problema.

Vuelve a ir al comedor. Se muerde el labio por los nervios y le tiemblan las manos.

-papa.- como no había hecho nada de ruido para llegar hasta él, Antonio no se esperó que ella estuviera detrás y dio un pequeño salto del susto.

-joder, ¿pero que cojones haces?- Isabel abre los ojos como platos, ahora ya no quiere contarle nada, está cabreado.

-¿qué coño quieres?- dice él.

-nada, quería decirte que...- se piensa un poco que es lo que le va a decir. Se mira las manos con nerviosismo. Antonio está empezando a perder la paciencia. Así que ella decide decirlo ya.- que unas chicas me han invitado a pasar San Juan con ellas. ¿Puedo ir?

Él la mira y ella mira al suelo, luego a él, luego a la televisión. Quiere que diga algo ya.

-hombre, ya era hora que empezaras a ser una chica normal.- Isabel sonríe falsamente. - lo que no entiendo es como se han interesado en ti. Nadie quiere estar con una fresca que está siempre rodeada de chicos.

Ella no se puede creer que él prefiera que ella pase la noche con unas chicas que acaba de conocer que con unos chicos que conoce desde hace mucho tiempo.

-ya, pues... no se.- dice incómodamente porque no sabe que decir. - solo era eso. Buenas noches.

Antonio se gira para volver a ver la televisión y se abre una cerveza.

-a ver si las traes algún día a casa y así me alegran un poco la vista.- grita él desde el sofá.

Isabel pone cara de asco y se va a su habitación. Cierra la puerta y se apoya en ella. Suelta un suspiro y se pone a bailar animadamente levantando el dedo del medio a la puerta como haciéndoselo a su padre.

Cuando se cansa se tumba en la cama, mirando al techo. Ahora que se pone a pensar en mañana, comienza a preocuparse y a ponerse nerviosa.

Verá, después de mucho tiempo, a Álvaro. No sabe muy bien que decirle, no sabe si pedirle perdón o hacer como si nada hubiese pasado. Espera que no haya malos rollos entre ellos.

Y ahora se le ha añadido a sus nervios, ver a Maza. Después de lo de hoy, le da vergüenza mirarlo a la cara. Todo va a ser tan incomodo. Se le hace un nudo en el estómago. Sin darse cuenta, estaba estropeando todas sus amistades.