Capítulo 2

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Como un león enjaulado Hange no dejaba de caminar de un lado a otro en espera de que Moblit saliera del baño con el resultado de la prueba de embarazo

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Como un león enjaulado Hange no dejaba de caminar de un lado a otro en espera de que Moblit saliera del baño con el resultado de la prueba de embarazo. Justo como Grisha les había indicado, quince días después de haber transferido el embrión al útero del chico los dos fueron a la farmacia a comprar una prueba casera para comprobar si el método ROPA había tenido resultado.

Los nervios consumían a Hange, por un momento comprendió cómo se sintió su esposo en todas las ocasiones que lo dejó solo mientras se hacía la prueba, la diferencia era que Hange estaba mucho más nerviosa que lo que Moblit pudo llegar a estar.

—1... 2... 3... —empezó a contar en voz baja, respirando profundamente entre cada número para calmar sus ansias.

Moblit no había hecho ningún ruido desde que entró al baño, ni siquiera pudo ser capaz de escuchar si susurraba algo, ocasionando que poco a poco fuera perdiendo los estribos al grado de empezar a comer un par de sus uñas. Ya estaba saboreando el dedo medio cuando escuchó la puerta abrirse, dejando ver al causante de sus angustias.

—¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Tuviste problemas con la prueba? ¿Quieres que te ayude? ¿Ya tienes el resultado?

—Tranquila, una pregunta a la vez —pidió el ojimiel para colocar las manos sobre los hombros de su esposa y llevarla con él hacia el sofá de la sala—. Tengo el resultado.

—¿Y bien? —preguntó tomando asiento a su lado—, ¿funcionó? —Moblit negó con la cabeza antes de entrelazar sus manos—. Pero Grisha dijo...

—Sé que la tasa de éxito es alta, pero no era un hecho que iba a funcionar.

—Lo siento.

—Está bien, sabíamos que esto podía pasar. —Acercó la mano que sujetaba de su esposa a los labios para besar sus nudillos—. Descuida, cumpliré mi promesa, no volveré a intentarlo.

—Moblit...

—Iré a la tienda a comprar algunas cosas que faltan para la cena —dijo al tiempo que se levantaba del sofá.

Hange no pudo decir nada, Moblit salió rápidamente de su casa que solo pido permanecer sentada, con el ánimo decaído por el resultado de la prueba. Por su parte Moblit, al salir de su hogar, recargó la espalda sobre la puerta al tiempo que apretaba los ojos con fuerza en un intento fallido de retener sus lágrimas; había llorado en silencio dentro del baño al ver la única marca en la prueba casera y tener que darle la noticia a su esposa le dolió en el alma, pero tampoco quería darse el lujo de llorar frente a ella, sabía que debía ser fuerte para que su esposa también lo sea, así que guardó su llanto de frustración para sí mismo, aunque en el fondo sabía que Hange sabía lo que hacía.

 Por su parte Moblit, al salir de su hogar, recargó la espalda sobre la puerta al tiempo que apretaba los ojos con fuerza en un intento fallido de retener sus lágrimas; había llorado en silencio dentro del baño al ver la única marca en la prueba c...

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