Capítulo 4

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Las manos de Mikasa se posaron con delicadeza sobre el vientre de su profesor, quedando maravillada con el ligero movimiento que el pequeño ser que habitaba ahí dentro dejaba percibir

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Las manos de Mikasa se posaron con delicadeza sobre el vientre de su profesor, quedando maravillada con el ligero movimiento que el pequeño ser que habitaba ahí dentro dejaba percibir. Los ojos de la joven estudiante brillaron con ilusión de la misma forma que lo hicieron los de sus compañeros al sentir al bebé de Moblit saludarles de esa manera.

—Es un niño —mencionó la chica esbozando una sonrisa—, estoy segura de que lo es.

—No lo creo —comentó Armin—, el tamaño de su pancita es pequeñas y redonda, son características de una niña.

—Eso no siempre es verdad, hay casos de pancitas muy pequeñas con un niño ahí.

—¿Cómo sabes eso, Jean? —preguntó Sasha con curiosidad.

—Lo leí en la biblioteca, pero eso no importa, el caso es que el profesor está esperando a un niño, ¿o tú qué dices, Sasha?

—Para mí es una niña, mi corazón me lo dice.

—Profesor —llamó Eren observando su vientre—, ¿ya sabe qué será su bebé?

—Aún no, en la próxima revisión nos dirán.

—En ese caso, ¿por qué no hacemos un trato? —preguntó Jean al tiempo se cruzaba de brazos—. Formemos equipos con la opción que cada uno piensa sobre el bebé, aquellos que logren atinarle aprobarán su materia con cien.

—Que listo me saliste —respondió con una sonrisa—. No puedo pasarlos de esa manera, pero sí puedo darles puntos extra a los que consigan adivinar la identidad de mi bebé, ¿les parece bien?

—Por supuesto —exclamaron todos al mismo tiempo.

Sasha y Connie empezaron a organizar al grupo con sus apuestas para darle la lista a su profesor, de manera que pudiera saber a quienes tenía que darles los puntos extra una vez que supiera el género de su hijo. A Moblit le pareció gracioso que sus estudiantes se hayan puesto a discutir sobre quién adivinaba primero si su bebé era un niño o una niña, no creyó que a esos jóvenes les llegara a importar tanto y así como estaban apostando entre todos los amigos de Moblit también se encontraban en medio de una discusión que habían arrastrado durante tres días sobre el mismo tema, siendo Nanaba, Levi y Nifa los que apostaban por una niña mientras que Erwin y Mike aseguraban con su vida que el bebé era un niño.

Mientras todos discutían al respecto, Moblit y Hange se preparaban para la próxima revisión médica con Grisha, hasta el momento el embarazo se encontraba en óptimas condiciones, más allá de los constantes antojos del ojimiel que le quitaban el sueño a la morena. Cuando llegó el día los dos se dirigieron al hospital para su cita, estando igual de nerviosos que la primera vez, pero igual estaban entusiasmados de saber cómo estaba el progreso de su bebé.

—Interesante, esta vez no comiste pasta de dientes —comentó Grisha tras leer el reporte de seguimiento que le entregó la pareja—. ¿Pararon los antojos hacia el sabor?

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