- ¿Dónde estoy tío, que pero, que es este lugar? - se decía el estratega militar y serio Francisco Franco. Había fallecido pero no esperaba sentirse más vivo que nunca, mira a su alrededor y solo había oscuridad absoluta, estaba parado sobre un negro piso.
- haz logrado despertar, al fin, alzad tu mirada Francisco Franco - dijo una tenue y dulce voz, el militar voltea y ve una radiante luz.
- ¿Quien sois vos? - dijo Francisco, quien para conversar con la entidad debía cubrirse los ojos - ¿Porque usted, me tenéis aquí? Acaso ¿Sé me a de juzgar? - menciona nervioso.
- Calma tus temores Francisco Franco, yo soy la diosa de este mundo al que te enviaré, y... - está es interrumpida.
- Esperad ahí, ¿Eres un Dios? Y si es así ¿Por qué necesitáis ayuda ajena a la de vuestro mundo? Se supone que tienes mucho poder - pregunta algo intrigado.
- No es tan sencillo, no puedo interferir directamente en mí mundo, causaría catástrofes y conflictos mucho peores de los que se avecinan - menciona esta.
- momento, ¿Se avecinan? - exclamó Francisco.
- Así es, y es por eso que e de admitirlo, pero tu y otros dos sois la esperanza más factible, por no decir la última opción, de este mundo - dijo la diosa.
- ...no sé si debería sentirme agradecido u ofendido por vuestras palabras - dijo Franco con un poco de temperamento.
- Tomad eso como gustes, lo que importa es que vas a salvar este mundo junto a los otros dos con los que vais a estar. A cambió, te dejare habitar en el, y vivirás plenamente hasta tus cien años humanos - dijo tratando de ser lo más generosa.
Francisco Franco lo pensó, era algo único pero a la vez repentino. Alguien cualquier abría aceptado al instante pero Franco trataba de ser realista, no debía precipitarse en un mundo del cual no conocía nada de nada. Así que tubo una idea, pedirle favores a la diosa.
- De acuerdo señorita, salvaré este mundo con gusto pero antes necesito tres favores - dijo este aún cubriendo sus ojos, el brillo de la diosa no dejaba de molestarle.
- favores, ¿Que pretende? - dijo ella con sus dudas.
- Por favor, no esperara "Usted" que yo entre a su mundo sin nada con lo cual pueda prepararme para salvarlo, ¿O sí? - hablo encarando a la diosa.
- Tenéis razón, que despistada, bueno, eso no pasará con los demás que vaya a ver, ¿Que es lo que necesita? - pregunto algo servicial.
- Primero, necesito una ubicación alejada de cualquier nación para que pongas una réplica exacta de las ciudad de León, de Santander y de Madrid, con fábricas de armas , textiles, de alimentos enlatados y granjas de cultivo de verduras y animales como vacas, gallinas y ovejas a su alrededor, además de casas con sistemas sanitarios y bastante habitables, que tengan sistema de tuberías de agua limpia, tanto natural como caliente y que tengan camas, sillas y mesas. También debe de haber a menos tres cuarteles de milicia en la ciudad - habla detalladamente.
- Se nota que sois específico - dijo sarcástica.
- No quiero tomar riesgos, debo de ser específico para que no haya mal entendidos. Bueno lo segundo que deseó es que haya gente en la ciudad, la mitad de la población serán ciudadanos respetuosos, granjeros para las granjas y trabajadores que vallan a las fábricas a producir las cosas que necesitemos, luego una considerable parte para que sean policías que cuiden las calles y maestros para educar a los niños que nazcan en el lapso durante el que se desarrolle el mundo donde me llevarás. Y el restante de la gente sean militares que estén de servicio de lunes a sábado, estoy seguro que más de uno va a querer ir a la iglesia - dijo tomando aire por tan largo comentario.
- buaaaaaa ~ entendible - menciona con sueño - algo más? -
Este pues pensó muy bien su último favor, debía de ser algo muy importante para que en este nuevo mundo del cual, no sabía nada, se pueda actuar sin miedo a que los maten.
- Ya se, el último favor, que yo solo pueda morir de vejez - dijo determinado.
- Perfecto, te aviso que te haré aparecer en tu mejor momento de vida, y tu pueblo creerá que han habitado en Eostia, así que ya vete, debo ver a los otros - dice ella.
Luego un gran destello envuelve a Francisco Franco y lo envía a su mundo. Con todas las cosas que pidió.
...
De un momento a otro, Franco despierta, y se sentó rápido en su cama, froto su cabeza sintiendo jaqueca. Creyó que todo era una pesadilla y que de seguro despertaría en su casa.
- uhhh, hostia tío, que sueño más estúpido... Un momento, mis manos se ven jóvenes - dijo este viéndose las manos suaves, luego se tocó el pecho, luego la cintura, y por último se tocó la cara - entonces todo ¿Fue Real? -
Vió a su alrededor y estaba en una habitación blanca, el piso adornado con una alfombra roja y dorada, los muebles de madera de calidad. Distinguió que en un rincón se ubicaba un espejo, se levantó y se dirigió hasta el, grande fue la sorpresa que se dio al ver qué tenía el aspecto de sus veinte años.
- Entonces, mí deber es salvar a este mundo ¿no? - dice mirando al espejo, mientras, empezó a embozar una sonrisa - Bueno, tal vez pueda ayudarlo y a la vez poseer algunas regiones de este, por si acaso esos reinos o países, no se, me intentan desafiar - hablo llendo al armario a cambiarse.
Este se puso un traje militar que había ahí, junto con un abrigo con terciopelo que se colocó en la espalda, unas botas de cuero negro y debajo de eso, una camisa libera blanca. Se dirigió a la puerta de lo que aparentaba ser un balcón, y tras abrirla ve que está en el centro de Madrid. Y parece que era muy querido porque tan pronto se inclina por el borde de el barandal, la gente le grita y saluda por su nombre.
- Bueno, España a sido importante en mí mundo anterior, pero en este, resaltará más que cualquier diamante... Manos a la obra - dijo para salir de su balcón a el interior de su casa.
Continuará....
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España, México y Argentina en Kuroinu
FanficEs la cosa más random que yo haya creado, pero bueno, la trama. Tras las muertes de Pancho Villa, Juan Domingo Perón y Francisco Franco. Estos son llevados a otro mundo por la diosa que está a punto de reencarnar en el cuerpo de una bella mujer, pue...