Es la cosa más random que yo haya creado, pero bueno, la trama.
Tras las muertes de Pancho Villa, Juan Domingo Perón y Francisco Franco. Estos son llevados a otro mundo por la diosa que está a punto de reencarnar en el cuerpo de una bella mujer, pue...
Alicia Arcturus y sus tropas instalaron un campamento en el bosque, a seis kilómetros de Buenos Aires, todos sus caballeros estaban esperando, planeaban que cuando las defensas de esta sean destruidas, los caballeros entrarían desde todas las direcciones por tierra para acabar con toda resistencia dentro de la ciudad. Ya había contratado a los perros negros junto a las demás princesas de la alianza, estos intentarían entrar por barco a las playas para cortarles cualquier intento de escape.
Ahora mismo Alicia, estaba en una tienda de campaña tomando un té, y charlando con un mago con lentes y traje azul, y también con su hermana Prim ya que no podía dejarla sola.
- el plan saldrá como lo e planeando, te necesito delante de los arqueros, que estarán detrás de los guerreros de armaduras pesadas - dice esta dándole un sorbo a su te.
- como usted ordene, no había conocido a una princesa más inteligente - dice este cortésmente.
Ella no se daba cuenta que este mago trabajaba para los perros negros, el plan original era originalmente convencer a los elfos oscuros de traicionar a su reina, pero Alicia apareció en una reunión de las demás princesas de la alianza, y exigió usar a la mitad de el repertorio de los perros negros para atacar a unos "Bárbaros llamados argentinos que tomaban sus tierras """por la fuerza"""".
- ¡Señorita Alicia Arcturus, la caballería está siendo masacrada! - dijo uno de los caballeros a caballo, que logró escapar y avisar todo lastimado a Alicia.
- ¡¿Como?! ¡Pero somos invencibles! - replica la princesa.
...
- ¡Son imbéciles jajajajaja! - dice un hombre lobo con dos ametralladoras, disparando contra varios de los jinetes enemigos.
El campo de batalla se había vuelto campo de ejecución y solo algunos tenían el privilegio de escapar.
Los jinetes no podían creer esto, estaban a unos metros de caerles encima y al siguiente, más de la mitad de la caballería es aplastada por unas armas que lanzaban múltiples ataques en menos de un segundo.
Los que escapaban no tenían la intención de regresar, en esta ronda ya había un claro vencedor, y los argentinos y lobos gritaron en modo de festejo.
- ¡Lo logramos! - dijeron varios soldados.
Los lobos ayudaban, todo parecía que termino, pero el sargento, oh oh oh, no lo veía así, el sargento no se confiaba de sus enemigos. El sargento, no, confiaba, en, el maldito silencio que estaba en el campo de batalla.
- ¡Esto no a acabado, formación, lado a lado! - dijo inmediatamente, pues divisó con los binoculares.
Estos dejaron de celebrar y le hacen caso a su sargento. La artillería se prepara para el bombardeo si es necesario, y los aviones bombarderos de los aeródromos puestos en posición, en caso de que se compliquen las cosas.
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