El año 86' | Eddie Munson |

III. LARGA VIDA A LA COMIDA

El chico se acercó a mi y me estrechó la mano.
-Me llamó Eddie, Eddie Munson.

-Tn.

Me pareció bastante atractivo tenía un estilo bastante propio, tenía la melena larga y rizada, llevaba unos anillos impresionantes, unos pantalones rasgados negros con cadenas y una camiseta en la que ponía Hellfire Club me fijé en que era como la que llevaban los chicos.

-¡Wow!- Habló Max.

-¿Porque tan sorprendidos?

-¿Estás de coña? Has vuelto. A Hawkins. Sinceramente, pensaba que no volverías.

-¿Y porque no iba a volver?

-No lo se, bien sabes que la gente que sale de aquí prefiere quedarse en sitios más... Como decirlo... ¿Cultural?

-Max por dios me fui a España no a un museo.- Dije riendo.

-Has cambiado muchísimo.- Steve se unió a la conversación.

-No podía quedarme como una niña toda la vida Steve.- Dije con una sonrisa.- Además, vosotros habéis cambiado un montón también.

-Aún que veo que tu altura sigue igual que siempre. ¿Cuanto decías que medias? ¿1,20?

-¡Oye!- Le di un puñetazo amistoso en el hombro.- Que mido 1,56 no te pases.

-Oh, perdona señora jirafa.

Estuvimos toda la tarde poniéndonos al día, me contaron que tenían un grupo de chicos que jugaban al D&D y que por eso tenían casi todos las camisetas.

Hablamos de muchas cosas, pero de vez en cuando notaba como la mirada de aquel chico de melena larga se posaba encima de mi. Aún que no puedo negar que a mi también se me desviaba de vez en cuando.

La noche llegó rápido y para cuando miré el reloj ya habían dado las 22.34.

-Oye tengo hambre, vamos a cenar.- Dijo Dustin.

-Dios por fin alguien lo dice, me muero de hambre.- Contesté.

-Yo también tengo hambre.- Añadió Max.

-Yo la verdad no es que tenga much...

-Steve tú te callas, que nos vamos a cenar.- Dijo Robin levantándose del sofá.

-Pero...- Steve intentó hablar pero lo corté.

-¿Al Jhonny's?- Pregunté.

-Si.

-Si.

El Jhonny's siempre había sido el bar al que íbamos por las tardes a pasar el rato o incluso a "estudiar", y lo digo con comillas porque siempre acabábamos hablando de otra cosa, era el sitio en el que nos juntábamos muchas veces.

El bar por dentro era de mesas redondas y sillones acolchados tenían una música estupenda, la terraza ya era más de sombrillas y sillas de madera estaba muy bien en verano. 
Y lo mejor era que hacían una comida buenísima.

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Cuando llegamos pedimos unas pizzas y unos batidos.

-Dios larga vida a la comida.-Habló Robin metiéndome un trozo de pizza a la boca.

-Totalmente de acuerdo- contestó Mike mordiendo un trozo.

-¿Os dais cuenta de que tenemos clase mañana y son... las 00.35?- Dije metiéndome un trozo de pizza en la boca.

-Vive un poco abuela.- Habló Lucas.- Que no tienes 80 años.

-Cállate. Voy a por otra ronda de batidos.- Me fui a levantar pero vi que nadie se levantaba para ayudarme con todos los que había que traer.- Ohh... Gracias por levantaros todos...-

Los miré con cara de persona selectiva. -Mmm... Tú. Él pelos. Ven conmigo.

Eddie me miró con cara seria.

-Ohh vamos... ¿Porque yo?

-Calla y mueve el culo.

Eddie se levantó de mala gana.

-Vamos.

-Y... ¿Que tal es España?- Preguntó curioso. Aún que me di cuenta de que lo decía por sacar un tema de conversación.

-Pues... La gente es bastante maja, dentro de lo que cabe. Hay una comida fantástica, y bueno digamos que hay sitios bastante agradables.

-Suena bastante bien entonces.

-No te creas...- Eddie me miró confuso -A ver, tenía amigos, salía a la calle, me iba bien en los estudios, la familia iba bien básicamente tenía todo. Pero... No era lo mismo, sin esa gente la vida es muy aburrida.- Señalé a los chicos. -La cosa es que pasaba el tiempo y se les echaba más en falta, y eso se notaba. Y poco a poco fui cambiando, hasta que nadie me soportaba. Así que cuando trasladaron a mi padre aquí de nuevo. Supongo que la sonrisa me ha vuelto sola.

-Vaya... Pues bienvenida de nuevo señorita...

-Williams, Tn Williams.

-Bienvenida señorita Williams.

-¿Y que hay de ti señor Munson?

-Pues mi padre está en la cárcel así que vivo con mi tío en una caravana, soy el friki del instituto y... Toco la guitarra.

-¿Y que es lo que toca señor Munson?- Ignoré completamente lo de su padre porque no teníamos confianza como para preguntarle el porqué.

-Metal. Soy el friki metalero. Lo tengo todo.

-Prefiero pelos.

-¿Eing?

-Eddie el pelos.- Vi que se tocaba el pelo tratando de arreglarlo a lo que yo solo podía reír.

-No siempre tuve pelo largo. Antes estaba rapado.

-No te imagino calvo la verdad.- Me reí.

-Aquí están tus batidos Tn.

-Gracias Sam.- Sonreí y agarré una de las bandejas.

Volvimos a la mesa y terminamos de cenar.

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-Creo que debería volver a casa.- Les dije a los chicos.

-Yo también debería, mi tío debe de estar esperando que vuelva. ¿Te llevo?

-Si tu plan no es matarme, entonces vale.

Me despedí de los chicos y subí al coche con Eddie.

Le di mi dirección y según iba pasando el tiempo el cansancio se fue apoderando de mi y quede dormida.

Pov Eddie

Vi como Tn se iba adormilando poco a poco hasta quedarse completamente dormida.

La verdad esa chica tenía algo, algo familiar, algo que me atraía no sabía que era, sentía que la conocía de antes, de verdad que no sabía el qué pero algo tenía.

No sé si eran sus ojos marrones, o su larga melena negra. Tenía la sensación de que algo iba a cambiar teniéndola cerca.

Pero no en la manera amorosa, claro estaba, pero una sensación desconocida recorría mi cuerpo.

No quise despertarla, se veía muy mona dormida, así que seguí conduciendo y quité la música por si sonaba alguna canción que pudiera despertarla.
Eran alrededor de la 01.37, era normal que estuviera cansada, sobre todo si había llegado ese día, así que la dejé descansar hasta llegar a su casa.