3. Fuentes termales

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Summary: un viaje a las aguas termales lleva a Shen Jiu a descubrir un secreto que cambia su forma de ver a Yue QingYuan.






Por alguna extraña decisión de los Señores de Pico todos los discípulos principales de cada cumbre habían terminado asistiendo a un viaje fuera de la montaña a una fuente de aguas termales bajo la excusa que todos ellos pronto se convertirían en los nuevos Señores de Pico y debían aprender a convivir juntos. 

El problema no había sido el largo y cansado viaje a caballo hasta la maldita posada en lo alto de una montaña donde habían terminado, al menos 6 horas a caballo y otras 2 caminando, para ese momento le dolía el trasero y solo quería tomar un baño y dormir el resto del día, aislarse en su habitación y no ver la cara de nadie hasta que tuvieran que regresar a Cang Qiong. ¡Simplemente no estaba cómodo con nada de eso! Y de todas formas nadie además de Yue QingYuan parecía renuente a dejarlo tranquilo por dos días. 

Había esperado a que todos entraran y salieran de las aguas termales para no tener que convivir con nadie, después de ver a los últimos salir y confirmar que todos los demás se encontraban en sus habitaciones por fin decidió entrar y tomar un baño. Simplemente odiaba la idea de bañarse frente a cualquier otro, en especial Liu Qingge, que cualquiera viera su cuerpo delgado y lleno de cicatrices causadas por los años de maltrato en la mansión Qiu, además de la ansiedad que sentía al encontrarse en cualquier situación a solas con otros hombres. A penas podía dormir junto a sus hermanos marciales en las habitaciones de Qing Jing como para soportar estar en una situación tan vulnerable como un baño. 

Estando a solas se sintió como el agua caliente relajaba todo su cuerpo. Soltó un largo suspiro mientras se recostaba en una roca y cerraba los ojos. Su tranquilidad solo duró un par de minutos cuando escuchó a alguien tropezar con algo y caer al agua. 

- ¿¡Quién-!? - no completó su frase. Cuando abrió los ojos se encontró con un Yue QingYuan que había caído al agua y se encontraba a unos pasos de él. 

Sintió su rostro arder al rojo vivo. ¡Estaba seguro que había visto a Yue QingYuan dirigirse a su habitación y despedirse de otros dos! Estaba a punto de gritarle cuando notó algo y quedó helado en su lugar. Cuando Yue QingYuan notó lo que estaba viendo se apresuró a hundirse bajo el agua para cubrir su cuerpo. 

- ¿¡Qué demonios es eso!? - exclamó jalando al otro del cabello para sacarlo del agua.

En el pasado se había bañado muchas veces con Qi-ge. A veces en un río que se encontraba cerca del pueblo cuando había buen clima, a veces con un balde de agua fría que los esclavistas usaban para que no oliera tan mal o evitar que se llenarán de piojos y otros bichos. El punto era que... conocía perfectamente el cuerpo de Qi-ge, conocía las cicatrices que se había hecho durante los años que estuvieron juntos en las calles, había curado torpemente muchas de esas. Obviamente iba a tener muchas más cicatrices para esos momentos después de años de entrenamiento, pero... eso

- QingQiu shidi, yo... 

- ¿¡Cuándo tuviste una desviación de qi!?

Más de la mitad del cuerpo de Yue QingYuan estaba cubierto por una desagradable y dolorosa cicatriz blanca que contrastaba con su piel morena, se extendía por su pecho como una tela de araña, por su abdomen marcado por el entrenamiento se extendía como rayos, sus musculosos brazos también tenían rastros de esta cicatriz blanca que había desaparecido ligeramente pero dejado una marca ligeramente rosada.

Un cuento bajo la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora