Sinopsis: Yue Qi lee un cuento para su hijo... o eso es lo que intenta.
- Entonces... el valiente príncipe entró a la guarida del dragón. Bajo por las escaleras en espiral del castillo hacía las mazmorras, podía escuchar al dragón respirar su aliento de fuego, escuchaba las cadenas que lo mantenían prisionero como mascota del rey demonio quien le había dado la misión de capturar a cualquiera que intentara rescatar a la princesa. Blandió la espada sagrada que el hechicero le había entregado y...
- Espera - lo detuvo el niño de 5 años que veía el libro de cuentos ilustrado que su padre leía - ¿por qué debe derrotar al dragón? el dragón también es prisionero del Rey demonio... ¿no podría liberarlo?
- Pues...
Yue Qi miró desesperado a su esposo que se encontraba sentado en la silla frente a la cama de su hijo, Shen Jiu simplemente sonrió mientras llevaba la taza con chocolate caliente a sus labios y daba un sorbo a su bebida caliente.
Era una noche oscura y lluviosa. La lluvia chocaba contra la ventana y la habitación era iluminada de vez en cuando por los rayos, la luz se había ido a mitad de la noche gracias a la tormenta y la calefacción había fallado, la única luz dentro de la habitación provenía de la lámpara de baterías que se encontraba sobre la mesa de noche al lado de la cama de su hijo y los tres se encontraba envueltos en gruesas mantas mientras leían uno de los muchos libros de cuentos que tenía Shen Yuan. Su pequeño de 5 años había estado llorando por el sonido de los truenos y papá se ofreció a leerle un cuento, no era la primera vez que Yue Qi leía un cuento para su hijo... pero su A-Yuan era tan exigente que cada noche de cuentos tenía que inventar una nueva explicación de porqué las cosas sucedían como sucedían dentro de los cuentos o cambiar la historia hasta que su hijo se sintiera complacido.
- Porque el dragón... es malo - supuso Yue Qi, era muy malo dando explicaciones.
- Pero... el dragón también es prisionero... solo hace lo que el rey demonio lo obliga a hacer. Si lo libera quizás podría ayudarlo a salvar a la princesa - sugirió el niño.
- No es mala idea - sugirió Shen Jiu subiendo a la cama de su hijo, quedando al lado de su esposo y el pequeño bollo que hacía demasiadas preguntas sobre la coherencia argumental de los cuentos infantiles que era su hijo - así que... el príncipe se acerca al dragón y le ofrece ayuda para escapar del malvado rey demonio y rescatar a la princesa juntos. Libera al dragón de sus cadenas y juntos se dirigen a la torre donde la princesa se encuentra cautiva.
- Xiao Jiu es bueno en esto - halago Yue Qi a su esposo, Shen Jiu sonríe.
- Obviamente.
- Pero... - volvió a interrumpir el niño, ambos padres soltaron un suspiro - ¿Por qué el rey demonio se llevó a la princesa? ¿No tiene ningún amigo además de la princesa?
- No creo que la princesa sea amiga del rey demonio... - susurra Shen Jiu.
- Pero podría serlo - sugirió Yue Qi - podría ser que... el Rey demonio solo este solo y haya secuestrado a la princesa porque no quiere que vuelva a abandonarlo ya que la princesa es muy querida y todo el mundo odia al Rey demonio.
- ¿Qué clase de relación tóxica es esa, Qi-ge? - se quejó Shen Jiu - ¿Por qué secuestrarias a alguien solo para que no esté con otras personas? Si es así, espero que el dragón le queme el trasero al Rey demonio.
- ¡Babà! - se quejó Shen Yuan con un puchero. - ¡No quiero que el Rey demonio se sienta solo si la princesa se va!
Ambos padres volvieron a intercambiar una mirada. Su hijo realmente tenía una manía porque todos fueran felices en los cuentos... y por alguna razón le gustaba que los villanos tuvieran también un final feliz... no olvidaba la vez que discutió porque el hada malvada de La Bella Durmiente merecía ser invitada al banquete junto a las demás hadas y tenía razón en estar enojada o que La Sirenita había sido muy tonta por aceptar el trato de la bruja para estar con alguien que no conocía. Su hijo de 5 años realmente era muy cruel con los cuentos infantiles.
