Capítulo 1

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NA: Y aquí vengo con una nueva historia que llevo escribiendo ya un tiempo. Me he decidido a publicarla porque voy muy avanzada y estoy a escasos capítulos del final. Pero antes de continuar, unos puntos a tener en cuenta:

—Seré clara, en este fic Hermione no tiene solo un interés romántico, sino dos. Quien no esté dispuesto a tolerar un poco de sana competencia para Draco, entonces será mejor que no siga leyendo.
—Habrá actualización cada semana.
—(Draco/Hermione/Pansy) (Harry)
—Creo que es la historia de mi autoría cuyos personajes tienen más trasfondo. Por favor, no juzgad a ninguno antes de tiempo, todos tienen razones para hacer lo que hacen.
—Drama/Romance.
—Trigger Warnings: Situaciones traumáticas, muertes, TCA, odio, represión a ciertos personajes por su orientación sexual.

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EL ARTE DE ROMPER UN CORAZÓN

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"Hay tres reglas básicas en el arte de romper un corazón.

La primera: Amar a alguien. Si duele en lo más profundo de tu ser, estás amando bien.

La segunda: Darle a ese alguien el poder de destruirte y confiar en que no lo haga. Todo el mundo tiene secretos, ¿verdad?

Y la tercera —la más importante de las tres—: Estar dispuesto a morir por amor si fuera necesario. Claro, puedes alzar tu voz y gritarlo al viento, hacer que todos se enteren, pero ¿hasta dónde serías capaz de llegar para demostrarlo?"

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Capítulo 1.

—Vamos Hermione...

—Basta Harry, ya te he dicho que no —respondí, y luego bajé la mirada a mi libro para no ver la expresión suplicante de mi amigo.

—Por favor...

Yo negué enérgicamente con la cabeza.

—No, de ninguna manera.

—Dame una buena razón para negarte tan rotundamente.

—Porque no quiero.

—Esa no es una razón decente —se quejó.

—Lo es para mí.

—Vengaaaa... —suplicó.

—¡Que no!

—¿Por qué no? Sabes que nunca te pido nada.

—Ya, pero es que lo que me estás pidiendo ahora es... es...

Ni siquiera encontraba las palabras adecuadas para describirlo. ¿Manipulativo? ¿Deshonesto?

—Tan solo es una pequeña ayuda a tu mejor amigo. —Dibujó una sonrisa tan ancha en su rostro que me hizo reír. Le di un golpecito amistoso en el hombro y me repuse.

—Sí, Harry, eres mi mejor amigo, pero no puedo hacer lo que me pides.

Su encantadora y ridícula sonrisa se borró de sopetón y dio un manotazo en el banco en el que nos encontrábamos.

—¡De hecho, sí que puedes! Tu relación con Malfoy ya es oficial, ¿no? así que no sería tan raro que te acercaras a ella poco a poco, ya sabes, como consecuencia de empezar a salir con su amigo...

Alcé las manos al aire con desesperación para dejarle claro que estaba llegando a mi límite.

—¡Soy bruja, pero no puedo hacer que Parkinson se enamore de ti por arte de magia, Harry! —grité de manera controlada para que solo él pudiera escucharme. Hubiese sido un completo desastre que los alumnos que iban y venían por los pasillos se enterasen de nuestra conversación.

El arte de romper un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora