Capítulo 1

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Wiccan era un bullicioso asentamiento humano, cercano a la parte más septentrional de América, muchos la llamaban la última ciudad de los hombres, ya que era de difícil acceso, no solo por las sinuosas carreteras, sino también por la magia que envolvía el lugar, era una de las pocas ciudades donde arcontes (seres con magia) y mortales convivían, no siempre fue fácil, durante siglos la lucha entre las facciones mágicas y no mágicas fue dura, crueles guerras se libraron en todo el mundo, pero en la época más oscura de la raza humana, un milagro sucedió, un terrible ser venido del averno emergió de las sombras del mundo, devorando tanto arcontes como mortales, la princesa mortal de un reino antiguo, se enamoró de un poderoso ser de magia, en un intento de salvar a sus razas, ambos se sacrificaron y regresaron a ese ser a las sombras, fue en ese momento que la paz nació entre ambos reinos.

En la actualidad los humanos, mortales o no, viven en armonía, bueno, tan en armonía como podría hacerlo esta raza caótica que le encanta el conflicto, pero basta de lecciones de historia, los niños nacidos en este mundo se saben al derecho y al revés la leyenda de estos héroes, la estudian en la escuela y la transmiten de generación en generación.

Pero esta historia en particular se sitúa en el año en curso y comienza con ese chico de tez latina, cabello negro y ojos color avellana que transita por la avenida Encanta, su nombre Daniel, aunque todos sus amigos le dicen Danny, a sus 19 años estudia la carrera de Druida, que básicamente era la policía mágica, porque si en el mundo existen seres con magia, debe haber buenos y malos, Danny estaba en su penúltimo año de universidad, su formación académica duraba 3, en el segundo año debía unirse como pasante a una de las varias estaciones de policía que estaban desperdigadas por la ciudad, en el tercero recibiría entrenamiento de combate y magia defensiva y después de graduarse debía pasar un año fuera de Wicca con las fuerzas especiales de SALEM, quienes lo entrenarían en herbolaria y pociones, después de eso tenía libertad de volver a su ciudad o ir en busca de oportunidades laborales a cualquier parte del mundo.

El chico empujó la puerta de la estación, todo estaba bastante tranquilo, tomó un vaso térmico desechable de la barra que se encontraba cerca de la entrada, se acercó a la máquina de café y lo llenó hasta el tope, después le agregó cuatro sobres de endulzante y se encaminó a su área, saludó a varios pasantes tanto arcontes como mortales, al jefe Dustin del área de víctimas especiales y Selene la arconte encargada del departamento de balística, llegó a "su oficina", en realidad era un cuarto demasiado pequeño, o tal vez los 3 escritorios estaban demasiado grandes, Danny se sentó en el que estaba más cerca de la puerta, encendió la laptop que tenía y tecleo su contraseña, se abrió el típico tablón de anuncios de la policía y vio lo de siempre, robos menores, asaltos, habían detenido de nuevo al señor Yamamoto por indecencias en áreas públicas, ya había sido remitido a un centro de evaluación psiquiátrica, pero su excéntrica hermana lo había sacado usando sus influencias

-- Hola – saludo una voz femenina detrás de él – ¿algo interesante? – preguntó la mujer, el joven se dio la vuelta – lo de siempre y de nuevo el señor Yamamoto – le dijo a la mujer, esta rondaría los treinta años, tenía una mata de cabello color cobre y rizado, la piel oscura y una figura atlética, según lo que le habían contado Perenel había sido en sus años de universidad corredora olímpica – pobre hombre, sabes, intentare hablar con su hermana necesita ayuda, ya lo dijo el médico – comentó la mujer encendiendo su computadora – disculpen la demora – interrumpió un hombre alto, de cabellera rubia y ojos color verde – Nico, siempre llegas tarde – le reclamo Perenel – Lo siento jefa, hubo un choque entre la primera y la cuarta – se escusó el recién llegado, sentándose frente a la mujer y encendiendo también su dispositivo electrónico

-- No lo entiendo, ¿para que esta nuestro departamento si nunca pasa nada? – se quejó en tono aburrido el más joven de todos -- ¿te enojas porque no hay asesinatos en Wicca? – pregunto Perenel muy seria – no es eso jefa, es solo que, bueno, siempre quise ser un Druida, me veía luchando contra ladrones y arcontes tenebrosos, salvando el mundo como el mismísimo Kadabra – respondió Danny, la mujer dibujó una fina sonrisa en su rostro y Nicholas soltó una estruendosa carcajada – Daniel, como si quiera conoces ese programa, tienes 19 años, lo transmitían cuando la jefa y yo éramos niños – observo el mayor de los varones, Danny se encogió de hombros.

El programa en si trataba de Kadabra un arconte que detenía a los malos, era un druida y era acompañado de su hermosa asistente Gema, una chaman que curaba a los heridos y su fiel amigo Momo, un mortal que servía de alivio cómico y voz de la razón, aunque Perenel lo negara bajo juramento, ese mismo programa la había inspirado como a su pasante a ser un Druida, Nicholas a diferencia de sus dos compañeros no era mágico, en la ciudad los empleos se hacían en binas de arcontes y mortales para mantener la igualdad y equidad.

A las cuatro de la tarde Danny le pidió a Perenel permiso para retirarse, estaba en épocas de exámenes y necesitaba entregar el proyecto final de historia arconte y estudiar para el test de normas mortales y arcontes, la jefa le dijo que podía retirarse, que era un día tranquilo, "como cualquier otro", farfulló para si el joven y abandono el recinto con rumbo a su departamento.

Asesinato en WiccanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora