Capítulo 8

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Al cabo de una hora todo el edificio estaba sitiado, nadie entraba nadie salía, los oficiales interrogaban a todos los inquilinos, en la sala sentado con una taza de infusión ya fría, se encontraba el recepcionista, con la mirada perdida, lo que había visto lo había conmocionado, necesitaría meses de terapia para superar el episodio, las forenses y su pasante Akane examinaban el cuerpo, la chica conocía bien a Marcus quien era el mejor amigo de su padre y aunque hacia hasta lo imposible por no quebrarse, de ves en cuando un sollozó se le escapaba, Danny se acomodó bien su mochila, suspiró agotado y se retiro de la habitación, se sentó en una silla y colocó su cabeza entre sus manos...

... Daniel caminaba por una lúgubre vereda, cubierta de maleza seca y niebla, una brisa salada cubría el lugar, el sonido del mar se escuchaba a lo lejos, había algo hipnótico en ese sonido, raquíticos arboles sin hojas bordeaban el sendero por el que transitaba, siguió hacia adelante una extraña melodía comenzaba a escucharse, el mar parecía callar ante la tonada, la niebla se enroscaba delante de él, formando hipnóticos remolinos, el joven camino hacia esta y entró en ella, un frio glacial que calaba hasta los huesos lo hiso tiritar, algo o alguien se vislumbraba al otro lado del vapor de agua condensado que parecía estar aclarándose ...

-- ¿Daniel te encuentras bien? – le preguntó Perenel, como si la extraña visión no hubiera ocurrido miro a su jefa y asintió con la cabeza – escucha aquí ya no hay nada que hacer, Akane corroboro tu historia, vete a la estación, cuando llegue hablaremos – le dijo su superior, el chico volvió a asentir y salió del departamento, apenas había llegado a la escalera cuando escucho su nombre, giró sobre sus talones y Akane se acercaba a él -- ¿Puedes llevarme?, mis jefas dicen que debo llevar estos papeles – le pidió su amiga y el chico volvió a asentir.

Una ves en el auto la joven rompió a llorar, Danny sabia que las forenses la habían enviado no por que urgiera entregar el informe, si no por que su amiga necesitaba dejar ese lugar – es horrible lo que le paso al tío Marcus – dijo la chica quien tenia los pies sobre el asiento y los rodeaba con sus brazos, el chico se entristeció, con la perdida del maestro Jackson, él más que nadie entendía el dolor de Akane, arrancó el auto y se puso en marcha a la jefatura -- ¿sabes que le pasó?, ¿Por qué tiene ese estado? – dijo con tono de súplica, Daniel sabia que tenia que darle una respuesta, ella merecía saber algo, una persona a la que amaba estaba muerta, a pesar de que no tenia deseos de hablar lo hiso

– no lo sé con exactitud, recuerdo vagamente algo de que ciertas criaturas mágicas pueden hacer eso, pero las únicas que me suenan son la mantícora que es endémica de Europa central, el otro que recuerdo es el helodermus, pero este vive en las zonas mas septentrionales de Canadá, técnicamente es de los pocos seres que habitan la tundra, raro para ser un reptil – le dijo el varón -- ¿Crees que una de esas cosas lo atacó? – su amigo negó con la cabeza

– cómo te digo, viven demasiado lejos de Wiccan, sé que nos llaman la ultima ciudad del hombre, pero no estamos tan al norte como para tener helodermus, supongo que el departamento de control de criaturas mágicas revisara si corresponde o no con el ataque de algún animal mágico – respondió, la chica meditó unos segundos y preguntó -- ¿ y algún hechizo? – su Danny miró al horizonte mientras esperaba que la luz roja cambiara – tendría que ser una maldición muy potente y antigua, se requeriría de mucha magia, veras, tengo un hechizo "secreto", cortesía de la familia de mamá, me permite teletransportarme a todos lados, ignorando los encantamientos de restricción, pero consume mucha magia, en el momento no lo siento, pero después de usarlo suelo presentar insomnio y cansancio, una maldición de tal magnitud, que no solo matara al doc, sino que además lo dejara como una hoja seca, no lo sé, el arconte responsable probablemente estuviera demasiado agotado o enfermo como para moverse por días – le explicó.

Asesinato en WiccanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora