Capítulo 13

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... Daniel caminaba por una lúgubre vereda, cubierta de maleza seca y niebla, una brisa salada cubría el lugar, el sonido del mar se escuchaba a lo lejos como un extraño susurro, raquíticos árboles sin hojas bordeaban el sendero por el que transitaba, una extraña melodía comenzaba a escucharse, el mar parecía callar ante la tonada, la niebla se enroscaba delante de él formando hipnóticos remolinos, el joven entró en ella, un frio glacial que calaba hasta los huesos lo hiso tiritar, al otro lado del muro blanquecino y vaporoso podía ver a alguien de espaldas, le conocía, estaba seguro, con cautela comenzó a acercarse, la extraña melodía había dejado de escucharse, el imponente silencio solo era roto por el murmullo de las olas del mar que se encontraba detrás del extraño, tres buitres sobrevolaban el cielo oscuro y cubierto de nubarrones en completo silencio, una extraña corona que le era familiar brillaba tenuemente sobre la cabeza del extraño, el joven arconte le tocó el brazo, el extraño se giró para verlo y le dedicó una enorme sonrisa, Regi lo contemplaba con dulzura, Danny no pudo evitar derramar lágrimas y abrazarse a su mejor amigo – estas vivo – dijo el arconte – aun no, pero puedo estarlo – le respondió su mejor amigo -- ¿cómo? – quiso saber el latino, la voz de su compañero se transformo en un susurro hipnótico – mi señor puede ayudarme, el gran duque, el mayor de los hermanos de las sombras, Murmur, solo debes aceptarlo y el te dirá que hacer, el murmurara su sabias palabras y actuara a través de ti, podemos volver a estar juntos y cumplir todos los sueños que teníamos en vida, por favor, eres el único que puede ayudarme, tus poderes espirituales son lo que necesito – dijo la voz de Regi, en una especie de trance Daniel aceptó el trato.

Perenel despertó adolorida y con una punzada en la cabeza, cuando logró enfocar la vista se dio cuenta que estaba en el atrio del museo, todos los oficiales formaban un coro alrededor de ella, algunos hablando por teléfono y otros entre ellos, Valery le sostenía la mano – Perenel, bendito el cielo despertaste – dijo la chica – Daniel – dijo la mujer – no lo encontramos, creemos que el nigromante se lo llevó después de atacarte – dijo Nicho quien se había puesto en cuclillas para acercarse a su compañera, la mujer miro a Giovanni

– yo tenía razón – dijo el afroamericano mientras gruesas lagrimas recorrían su rostro -- ¿de que hablan?—preguntó contrariada la pelirroja – no se llevaron a Duarte, el me atacó, es el nigromante, al que perseguíamos era un camínate, de alguna forma logró paralizar a todos con sus poderes, un halcón se llevó la pluma y después me lanzó un encantamiento aturdidor – explicó la mujer, Nicho no podía creerlo tenía los ojos y la boca abierta, parecía una mala caricatura, Valery se negaba a creerlo, gritaba que eso no era posible, que su amigo jamás haría eso, hasta que Giovanni le confirmó que sí, Perenel se puso en pie y les pidió que la acompañaran, ya en la patrulla, lejos de oídos indiscretos le contaron a Valery y Nicholas lo que habían descubierto, la chica comenzó a llorar y se abrazó a su amigo, quien no podía hacer otra cosa que devolverle el gesto.

Al día siguiente los ánimos en la estación estaban por los suelos, todos se habían enterado de lo que pasó, o bueno a medias, sabían que Daniel estaba desparecido, que se habían robado algo valioso y que el nigromante era un arconte muy poderoso, Perenel había pedido a Nicholas y los pasantes que no dijeran nada, no querían alterar a la población mas de lo que ya estaba, ni que Daniel se sintiera acorralado e hiciera alguna estupidez y muy en su interior Perenel deseaba que nada de eso fuera cierto, que existiera una explicación para lo ocurrido, aunque sabia que no la había.

El día paso lento y monótono, no había informes de Daniel o algún otro muerto, la arconte en jefe dudaba que algo de eso pasara, ahora el tenia ya todos los ingredientes y los órganos de su amigo, solo necesitaban averiguar donde realizaría el ritual, el cual según lo que Giovanni había descubierto seria la noche siguiente durante la luna nueva, justo a la media noche, la Jefa estaba sentada en su oficina mirando sin mirar su escritorio de madera pulida, Nicholas estaba en el ordenador buscando en valde algo, Gio y Valery estaban apretujados en el escritorio de su amigo, se negaban a moverse de ese lugar hasta saber algo de Danny, Valery amenazó con usar un hechizo de atadura al escritorio si intentaban sacarlos, Perenel no tubo ni ánimos ni corazón para correrlos, después de todo eran sus amigos, la jefa recordó su vida de juventud, cuando tendría 16 años y a su amiga Alice, recordó a su primer esposo Matheo y a su hijo Henry, los vio morir a todos ellos, Henry no había heredado su don, tampoco su nieto y este último murió antes de tener descendencia, había decidido no generar mas lazos con las personas, no sabía cuanto viviría, seguía viéndose como una mujer de 30 años cuando en realidad tenia 702, aparte de su madre al único otro arconte longevo que había conocido era a Arquímedes pero este había muerto en la gran guerra, a pesar de todos los muros que levanto, Nicho y Danny se habían logrado colar y ahora perdería a una de las 2 personas que más le importaban

-- Perenel – dijo Zack desde la puerta, sacándola de sus pensamientos – ¿jefe que hace aquí? – preguntó Giovanni – lo mismo podría preguntarte Decenzo – respondió el aludido – Zack, ¿encontraste lo que te pedí? – preguntó la mujer y el hombre asintió – pasa y cuéntanoslo, ello saben lo que pasa, por el momento no puedo revelarte mas información, pero en cuanto pueda te prometo decírtelo todo – dijo la mujer – Veras, no encontraba algo acorde a tus descripciones, al menos no en Wiccan como tal, fue mi esposo Drew el que medio la pista, mas o menos a un kilometro de la ciudad esta el viejo cementerio señorial, aquel donde se enterraban a los arcontes de antaño – dijo el hombre, Perenel lo conocía bien, había enterrado a su nieto y nuera en ese mismo lugar, pero ya estaba en desuso, la última ves que ella pisó ese sitio fue trescientos años atrás, lo había olvidado por completo

– gracias Zack – respondió la mujer, el hombre asintió y abandonó el lugar – bueno ya tenemos ubicación, ¿Cuál es el plan? – quiso saber Giovanni – ninguno, iremos solo nosotros al cementerio señorial e intentaremos hablar con Daniel, si contamos lo que sabemos le dispararan antes de preguntar – respondió la jefa – pero eso no lo mataría, solo un arconte puede matar a otro – les recordó Valery – tenemos policías arcontes que dispararan con algo mas que balas y lo sabes Macintosh – le recordó la jefa

-- ¿de verdad crees que nos escuche? – pregunto Nicholas escéptico – tengo una corazonada Nicho, y si lo que sospecho es cierto, aun tenemos una oportunidad para salvarlo – dijo la jefa, la esperanza resurgió en Valery, sabía que, si existía algún arconte capas de salvar a su amigo, ese era Perenel Flamel, la arconte longeva.

Asesinato en WiccanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora