Capítulo 4

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Cerré la tienda junto a Jungwon, ambos estábamos cansados pues llevábamos todo el día trabajando, solo tuvimos el descanso para comer.

Jay y Sunghoon estaban frente a sus coches esperándonos, ambos nos miramos y sonreímos.

Aunque nos hiciéramos de rabiar nos queríamos mucho, éramos buenos amigos y nos alegrabamos por el otro.

—Disfruta con Jay— le susurré

—Y tú con Sunghoon— me susurró antes de irse con el americano

Me acerqué al menor y le sonreí.

—Gracias— miré al interior del coche y mi rostro cambió por completo, una chica

—Sube

—Sabes— miré la calle— prefiero ir andando

El contrario frunció el ceño.

—Sube

—Enserio, prefiero andar

Se cruzó de brazos.

—No te entiendo Jake— soltó con desesperación

—No hace falta que lo hagas— me crucé de brazos— disfruta de tu chica

—Sube, no quiero repetirlo más— su cara demostraba enfado absoluto

No veía necesario seguir esta discusión así que terminé aceptando.

La chica tocaba el muslo del menor, el cual sonreía en modo de satisfacción.

Necesitaba acabar con esto, no soportaría más chicas en esa casa.

Delante de mí había traído dos pero sabía que traía más debido a cosas que se dejaban las chicas en casa, no soportaba seguir así.

La rabia recorría cada parte de mi cuerpo, sabía que cada vez era más obvia mi molesta por sus chicas pero no era algo que me importara en ese momento.

—Chica— llamé su atención

—Hana— me corrigió

—Me la suda— sonreí con inocencia— espérate a que no esté delante bonita

El menor me miró con mala cara por el retrovisor y yo solo crucé mis brazos.

—¿Te molesta?— me miró con odio

—No hombre, ya sácate las bragas delante mia— solté con sarcasmo

—Imbécil— susurró apartando la mano del coreano

—Salida

Dirigí mi mirada a la ventana, no sabía que pasaba por la cabeza de la chica para hacer esas cosas delante mia ¿por qué no puede esperar a estar solos?

—Vamos a llegar ya Hana— la tocó un muslo y yo apreté mi mandíbula

—Eso estoy deseando— susurró mientras se acercaba a la oreja de este

La rabia hacia esa mujer crecía en mi interior, estaba agarrandola un odio terrible.

Cuando por fin aparcó salí lo más rápido posible, noté la mirada del menor pegada en mi nuca pero no podía seguir viendo a esa chica, no podía ver cómo seguía siendo tan empalagosa con él.

Subí lo más rápido las escaleras y me encerré en mi cuarto llorando, no era buena idea pues escucharía todo con más intensidad pero no quería que me vieran así.

Escuché como se iban chocando, seguramente mientras se daban el lote.

Apreté mis piernas contra mi pecho, sufrir por amor no correspondido es una mierda.

𝘊𝘰𝘮𝘱𝘢ñ𝘦𝘳𝘰𝘴 - Jakehoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora