Secuestrada por un Mafioso

Entre la vida y la muerte*

Quiero dedicar este capítulo a mi hermosa lectora Lily_MRA.♡Con amor Claudia
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Camine decidido por los enormes y ajetreados pasillos de la empresa en dirección a mi oficina, podía observar de reojo como todos bajaban la cabeza, al verme pasa estaba acostumbrado a tener esa reacción de parte de mis empleados, así mi, para nadie era un secreto que era un hombre de temperamento fuerte y que odiaba lo mal echo, la perfección era la base de mi vida.

—Rebeca a mi oficina. Ordene a mi secretaria, la cual se encontraba tecleando algo en el ordenador.
—Señor. Dice mientras la escucho entrar por la puerta detrás de mí, tome haciendo delante de mi escritorio, el cual ya estaba ordenado y listo con todos los papeles que debía de firmar hoy.
—Tráeme un café bien cargado. Dije sin siquiera mirarla a la cara, ahora mismo lo único que deseaba era terminar con esta pila de documentos.
—Enseguida señor. La escuché decir, para posteriormente sentir como cerraba la puerta detrás de ella.

Después de un rato firmando y arreglando papeles, sonó mi móvil recordándome esa reunión a la cual tenía que asistir en 5 minutos, deje la comodidad de mi silla, estiré mi cuerpo para luego arreglar mi traje, tomar la chaqueta la cual me había quitado para tener un poco más de comodidad y salir de mi oficina rumbo a la sala de juntas.

—Señores. Hablé a los hombres ya sentados al rededor de la mesa que me esperarían para intentar sin resultados chupar mi sangre o en este caso mi dinero.
—Buenos días, Señor Di’Ángelo. Dijeron todos a unísono mientras se levantan de sus asientos para recibirme.
—Tomen asiento, hagamos esto lo más breve posible, soy un hombre ocupado que carece de tiempo. Dije mientras me acomodaba en la silla a la cabecera de la amplia mesa de juntas.

Estuve por un largo tiempo escuchando lo que tuvieran por decirme todos los falsos que se encontraban en esta mesa, quejándose de lo que supuestamente para ellos era pocas ganancias, cuado yo estaba más por enterado de la vida que llevaba cada uno de estos ineptos que fácilmente se gastaban entre ellos sus hijas mimadas y esposas engreídas millones de dólares al año, había momentos en los que doceava sacar mi arma aquí mismo y pegarle un tiro a todos en la cabeza, pero lograba controlar mis tantas ganas de callarlos. Para mi suerte o mi desgracia mi móvil sonó haciendo que por un momento todos callaran y mis oídos sintieran un poco de alivio al estar por 30 minutos aproximadamente escuchando mierda salir de la boca de estos tipos.

—Con su permiso, señores. Hablé para posteriormente sacar mi móvil del bolsillo y ver que quien me llamaba era Amadeo.
—Amadeo.
—Señor, siento interrumpirlo, pero es algo urgente.
—¿Qué sucede? Hablé mientras me levantará de la silla y me alejaba un poco para poder tener más privacidad.
—Me acaban de informar mis hombres en Los Ángeles que una de sus empresas haya volvió a sufrir un atentado.
—Amadeo te dije que resolvieras eso de una buena vez, me estoy atando de los problemas que estamos teniendo en Los Ángeles.
—Y lo hice señor, pero al parecer nuestros enemigos no revivieron muy bien el último mensaje que le enviamos, me informan que acaban de robarnos una alta suma de dinero y valieron la entrada de la empresa, por suerte no hubo heridos pero sí grandes pérdidas monetareas. Suspire mientras presionaba el nacimiento de mi nariz, tratan de así calmar un poco el enojo que iba creciendo en mí.
—Bien, como veo que por las buenas no han entendido, será por la mala, prepara el Jet privado y ven a buscarme, quiero que estemos en el aeropuerto en 30 minutos, también dile al piloto que no estaremos mucho tiempo en Los Ángeles, que informe a la aerolínea que el vuelo será de ida y regreso para hoy.Ambos colgamos para luego acercarme a donde antes estaba.
—Señores, me ha surgido un problema de suma urgencia y lamento informarle que no podré continuar con la reunión, por lo cual será pospuesta para cuado tenga tiempo, sin más que decir me marchó.