Sé que en cien días todo puede esfumarse, pero mientras tanto no me pidan que no sienta lo que me dió de sus propias manos
Intentar encontrar indicios de que me extraña termina haciendome caer en la realidad de que no fui absolutamente nada
no fui amiga, no fui deseo, no fui cariño, no fui objeto de tus dudas sobre si sentias algo más que no podrías controlar
Y ahora espero mientras releo lo que me prometiste,
que aparezcas entre ellos y me pidas perdón, que me envuelvas en tus brazos y que se cumpla mi único deseo de cumpleaños: Volver a estar cerca tuyo, escuchar tu voz.
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Notas después de la medianoche
PoesiaEl insomnio a veces me lleva a querer poner en palabras las cosas que siento y pienso.