No hables con desconocidos (Bruce Yamada)

08 / Rendimiento.

Al día siguiente me levanté con la nariz sangrando y con un tremendo dolor de cabeza, empecé a decir de todo menos cosas buenas y el teléfono empezó a sonar. Me levanté y me acerqué a el, cogí el teléfono y me senté en el colchón.

—¿Qué? ¿No dirás nada? ¿Tienes idea de quién eres?—Pregunté molesta.

—¿¡Que pregunta tan estúpida es esa!?—Exclamó una voz desde el teléfono. —¿Y tú tienes idea de quién eres?—

—Soy Gabriela Lewis.—Respondí.

—Que gusto conocerte Gabriela Lewis.—Hizo una pausa. —¡Justo ahí! ¡Ahí es!—

—¿Ahí qué?—Cuestioné.

—La horrible pesadilla que va a acabar con tu pobre vida.—Contestó.

—Sé quién eres, eres Vance Hopper. Me acuerdo de tí, grafiteaste mi taquilla.—Dije.

—Oye Gabriela Lewis, si supieras lo que vendría ahora estarías aterrorizada. ¡Hoy es el día cabrón!—Comentó.

FLASHBACK.

Yo y Finney fuimos al arcade a divertirnos después de un largo tiempo estudiando, estábamos eligiendo unas bebidas y a unos pocos metros estaba Vance jugando, dos chicos empezaron a hacer el tonto y uno empujó al otro contra la máquina que estaba jugando Vance haciendo que pierda en el juego.

—¡Has hecho que pierda!—Gritó y cogió al chico de la camiseta para luego tirarlo contra una estantería de cómics, yo y Finney compartimos miradas.

El otro sacó una navaja dispuesto a hacerle daño al rubio pero este le dió un golpe, el muchacho al que anteriormente había tirado contra la estantería que cómics lo estaba asfixiando pero logró derribarlo.

Le dió unos cuantos golpes al chico de la navaja y lo tiró al suelo, luego empezó a hacerle cortes con el utensilio en el brazo pero no pasó nada más porque vinieron unos agentes y se lo llevaron.

END OF FLASHBACK.

—¿Ya intentaste recargar las alfombras para alcanzar la ventana?—Preguntó.

—Lo he intentado todo.—Respondí.

—¡No! ¡No todo!—Exclamó el rubio. —Cuando el raptor me vió haciéndolo fue mi muerte, creeme que lo disfrutó.—

—¿Qué hiciste?—Cuestioné.

—A ese imbécil le costó una fortuna reparar los daños.—Comentó.

—Respóndeme la pregunta.—Dije algo molesta.

—¡A eso voy idiota!—Exclamó mosqueado. —¿¡O tienes algo más importante que hacer que escucharme!?—

—¡No!—Exclamé molesta. —Te escucho.—Rodé los ojos.

—Hay un enchufe en el baño enfrente del aseo, en la sala de al lado hay una bodega pero no puedes pasar porque hay una nevera grande. Rompe la pared como a medio metro encima del enchufe, vas a encontrar una rejilla con tornillos, quitala y ahí estará la nevera.—Indicó.

—Y luego salgo a la bodega—Murmuré. —Gracias.—

—¿Por qué?—Preguntó.

—Por ayudarme.—Contesté.

—¿Por ayudarte?—Cuestionó. —¿¡Crees que lo hago por tí!?—Exclamó. —¡Qué le den!—Gritó tan fuerte que casi me explota los tímpanos.

Tiré el teléfono y me tapé las orejas por el fuerte sonido, me senté y dos botellas se estrellaron a mis lados, una a mi izquierda y otra a mi derecha. Después de eso fui al baño y quité la tapa del váter y justo dónde dijo Vance empecé a golpear la pared con la tapa y bebí un poco de agua del inodoro porque me estaba muriendo de sed.

Seguí golpeando hasta hacer un agujero grande en la pared, empecé a quitar la tierra que había y encontré la rejilla. Intenté quitar los tornillos con la linterna de Finney pero no pude, quité una tuerca del váter y con eso pude quitar los tornillos.

Iluminé con la linterna y habían trozos de carne supongo que para el perro que tiene el raptor. Quité unos cuantos y me metí en la nevera, empecé a darle golpes a la puerta de esta con todas mis fuerzas pero no conseguí abrirla. Me rendí y salí del refrigerador.

Empecé a llorar como nunca, estaba segura de que no iba a salir de aquí y iba a morir como los otros niños. El teléfono empezó a sonar, me levanté aún con lágrimas en los ojos y contesté.

—¿Qué?—Pregunté.

—Hey, ¿que tal Gabriela? ¿Qué pasa?—Escuché la voz de Robin.

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