VENGANZA

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Los meses pasaron tranquilos, el alfa y el omega vivían en un remanso de paz en su casita junto al mar, dedicaban sus dias a pasear por la zona, leer, ver series, descansar y sobre todo dedicaban el máximo tiempo posible a amarse.

Viktor construyó un columpio de madera con cadenas fuertes sujetadas al árbol junto a la casita, Horacio disfrutaba mientras el ruso le empujaba levemente para columpiarle, todo era felicidad.

Todo menos las horas en las que el alfa debía de acercarse a la ciudad a hacer gestiones o a la oficina a ponerse al dia, esas horas Horacio las pasaba triste, vacío, se habían acostumbrado tanto a estar pegados las veinticuatro horas del día, que no sentir el calor ni el aroma de su alfa era un verdadero suplicio para el de cresta.

Ese dia en concreto, Viktor había salido temprano, pasaría por Darwins para hacer el balance mensual junto a Gustabo y después compraría varias cosas que les hacían falta, Horacio estaba sentado en el banco desde el cual observaba las preciosas vistas del mar y del faro, cuando su teléfono sonó haciéndole dar un brinco.

Un número desconocido se podía apreciar en la pantalla, descolgó y esperó a ver quien hablaba.

-Voy a ser breve, Jack Conway está en Miami, se está hospedando en la mansión donde estuviste encerrado, durante estos dias Claudio y él tienen concertadas varias reuniones con dos mafias externas a la ciudad, quieren importar armas y acordarán las fechas de entrega en el puerto, si quieres hacer algo, esta es tu oportunidad.-

-¿Quién cojones eres?,- se llevó la mano a su pronunciada barriguita,- ¿quereis joderme de nuevo?.-

-Soy una persona de su seguridad, no estuve de acuerdo nunca con lo que te hicieron, no hace falta que vengas a la ciudad, puedes avisar a la policia desde donde estés, te aviso porque sé que te hizo daño, como alguna vez a mí también me lo hizo.-

La llamada fué finalizada abruptamente, Horacio no sabía si alguien le había pillado hablando con él o es que ya había compartido toda la información que quería darle, tenía miedo, ese era su peor momento, llevaba un bebé en su interior al que le faltaban apenas dos meses para nacer y no quería meterse en lios, pero por otra parte tenía ganas de cobrarse venganza y la voz detrás de la llamada tenía razón, esta era una oportunidad de oro.

Llamó a Volkov y le pidió que le comprara una tarjeta sim nueva, no se fiaba, si esa persona tenía su número alguien más podría tenerlo, la sacaría y solo la utilizaría para casos excepcionales, usaría un nuevo número que solo tendrían sus mas allegados.

Pensó tranquilamente en todo este asunto, no podía contárselo a su alfa porque se enfadaría, su embarazo estaba llegando a su final y ahora debía cuidarse más que nunca, esto solo podría traerles problemas, así que desechó su idea de venganse de su mente y esperó paciente a que su amado ruso llegara para esconderse entre sus brazos.

Estaba atardeciendo cuando el alfa llegó a casa, el omega le esperaba en la puerta sentado en una silla en el porche con una manta sobre sus hombros debido al aire fresco que ya hacía a esas horas del dia.

Volkov se bajó del coche después de aparcarlo en la parte trasera de la casa, Horacio se levantó para recibirlo ansioso por abrazarlo y besarlo, vió como se acercaba caminando despacio, sin ganas, como derrotado y eso le hizo preocuparse.

-¿Qué te pasa Viktor?,- abrió sus brazos y el alfa lo envolvió rápidamente pegándolo a su cuerpo con necesidad y enterrando su rostro en su cuello saciándose de su dulce aroma.

-Estamos en la mierda mi amor, necesito...solo necesito una ducha y abrazarme a ti toda la noche...no...necesito más que a mi omega...mio...- repetía una y otra vez mientras besaba sus mejillas y labios.

BITE ME AND LOVE MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora