♡ Heart Attack¡! - DDLC ♡

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Segun las palabras de Yuri, Natsuki era especial. Sus actitudes, especialmente, eran poco vistas.

"¡El manga es literatura!" Solía resonar en sus oídos cuando decía lo contrario. Pero esto le llegaba a generar gracia. Sus reacciones eran lo mas divertido de ver.

Deseaba que las clases terminaran, especialmente los lunes, para volverla a ver en el almuerzo, o incluso en el club de literatura. Si, le caía bien Monika y Sayori era agradable, pero...

Natsuki era a quien mas amaba en este mundo.

¿Platónicamente? Seguramente. Pero quien sabe si Natsuki lo sentía de la misma manera. Debía averiguarlo.

[...]

Una pelirrosa puso el pié en el suelo del club de literatura, como cualquier día de la semana a las cuatro de la tarde. En aquella ocasión, había sido la ultima en llegar.

-Buenos días, Natsuki.

Saludó una pelimarrón, con su cabello atado a un moño en tonos claros, llegando al blanco. Enérgicamente, una chica de pupilas celestes saludó con la mano.

-¡Buenos días, Natsu!

Para ser sinceros, la teñida no había tenido un buen día, para nada. Los gritos de aquella mañana provenientes de su padre la distraían de su mundo actual, y el hambre en su estomago era infernal. Decidió no responder y dirigirse al armario.

-¿Pasa algo?

Se escuchó de parte de la chillona voz de la chica de moño rojo. Luego, un suspiro. Natsuki sonrió luego de hacerlo.

-No. Estoy bien, no te preocupes.

Dijo, con una sonrisa notablemente fingida, mientras quitaba la caja del armario con delicadeza. Aquella caja era la cual contenía mangas. Cada uno de diferente número, pero de la misma historia. Parfait Girls.

-... Natsuki, como llegaste tarde hoy, no creo que haya mucho tiempo para que leas. Creo que deberías guardar la caja para la exposición de poemas.

Natsuki bufó un poco silencioso. Por suerte, había algo que la calmó. La serena mirada de Yuri.

No la calmó del todo, de hecho. Por dentro, estaba gritando incoherentemente.

Se acercó a su mochila, teñida en colores rosados y blancos. Se notaba con claridad que era parte de sus pertenencias.

Tomó el cierre de esta y, como un impulso lleno de rabia, lo movió con fuerza. Al menos la suficiente para producir un sonido molesto y expresar su ira.

Tomó su poema, y antes de entregarlo para que alguien lo lea, decidió releerlo.

"No se como paso

No estoy segura de lo que hice para merecer esto,

Una chica se enamora de su mejor amiga.

Es un cliché, sí, pero es cierto,

Nunca supe lo que se sentía adorar a alguien.

No sé cómo sentir estos sentimientos,

Pero nunca me rendiré contigo."

Debía admitir que aquella noche no había dejado de pensar en su mejor amiga. Yuri.

Sentía cosas por ella. ¿Cuáles? No había respuesta ante esto, o al menos no una formulada con palabras.

Levantó la vista, y vió a la pelivioleta, sacando su poema de su mochila. Sentía una verdadera ansiedad de mostrar lo que había escrito, y más si era notorio a quien iba dirigido.